Preséntate. ¿De dónde eres? ¿Cuánto hace que vives en tu nuevo país? ¿Cómo te ganas la vida?
Mi nombre es Marissa Tamayo, nací en el Cusco (Perú) y estudié economía en una universidad peruana. Vivo en Holanda hace más de 20 años. Me dedico a la medicina natural, estudié Homeopatía Clásica en Holanda y desde entonces me dedico a eso. Pero como tomé clases de arte, pinto de vez en cuando, realizo exposiciones y vendo mis cuadros. Escribo en el Blog de Marissa artículos variados; tiene bastante acogida y también me reporta ganancias. Hago traducciones. Pero en el futuro, pienso ganarme la vida como escritora. Ya he escrito una serie de relatos y cuentos.
¿Por qué decidiste cambiar de país?
El amor me trajo a este país. Yo trabajaba en el Cusco (Perú) en la compañía nacional de teléfonos, cuando conocí a uno de mis colegas. Apenas me presentaron a Frans, holandés, supe que mi vida estaría unida a la de él. Yo trabajaba en la sección Finanzas y él en la instalación de un nuevo sistema telefónico.
¿Qué trámites y formalidades has tenido que hacer para instalarte?
Antes era más sencillo que ahora. No exigían ni conocimiento del idioma ni tanto papeleo. Primero vine a Holanda por dos semanas para conocer el país y a la familia de Frans que era católica. Decidí enfrentar la aventura y dejar mis raíces y familia. No tenía miedo porque anteriormente había estudiado en los Estados Unidos y estaba dispuesta a cambiar de ambiente.
¿Cómo fue tu instalación?
Apenas llegamos al país por segunda vez, nos casamos en el municipio e hicimos una fiesta linda. Yo ya había empezado a aprender el holandés por mi cuenta y junto con el inglés que hablaba no me fue difícil hablar con la gente. Frans que había trabajado en diversos países como expat se había comprado un bonito departamento en la ciudad de Groningen. Ahí nos instalamos y conocí a la comunidad latina que también fue una gran ayuda. A los pocos meses se nos reunió mi hijo de seis años.
¿Has tenido dificultades para adaptarte: la gastronomía, las costumbres, el clima...?
Cuando uno viene de un país cálido, es difícil adaptarse a otro donde llueve con frecuencia y el aire es más frío. Al principio dormía con medias, muy abrigada y me resfriaba con frecuencia, pero con el tiempo me he ido acostumbrando y mi cuerpo se ha fortalecido grandemente. Es cuestión de tiempo. La comida también me produjo alteraciones. Yo no estaba acostumbrada al queso, a la carne de cerdo y a los embutidos. Era vegetariana, seguí con mi régimen y menos mal que mi marido no se opuso porque le gustaba cómo yo cocinaba y con frecuencia, añadía un pedazo de carne o pescado para mi marido y mi hijo. Mi marido debía viajar con frecuencia al extranjero. Muchas veces le acompañábamos pero no siempre era posible, porque ambos debíamos estudiar. Mi hijo asistía al colegio local y yo tomaba clases de holandés, posteriormente empecé a estudiar en la Escuela de Medicina Natural.
¿Lo que más te sorprendió?
Fue constatar que Holanda fuera tan pequeña y de superficie plana. Durante años soñé con las montañas. También me sorprendió el gran espíritu de negocios de los holandeses y la maestría de sus pintores como, Van Gogh, Rembrandt, Johannes Vermeer, Frans Hals y otros.
¿Cómo has conseguido trabajo?
Hice una diversidad de oficios. Al principio, no hablaba mucho el idioma y trabajé en fábricas, limpiando casas y hasta de modelo. Pero luego que pude leer el holandés y hablar de corrido, recién pude trabajar en oficinas, en trabajos administrativos, de secretaria, de asistente. También hubo una época que cuidé ancianos. Para trabajar recurrí a las agencias de empleo y a los periódicos. Pero ahora tenemos internet y otros medios sociales que pueden facilitar esa tarea.
¿Cómo has encontrado un alojamiento?
No tuve que buscarlo, pues me instalé en el departamento de mi pareja.
¿Es fácil hacer nuevos amigos? ¿Algún consejo?
Creo que depende del tipo de persona que seas. Si te interesas por los demás y tratas de adaptarte al nuevo medio, entonces no habrá mucha dificultad. El conocimiento de los idiomas ayuda mucho. Aunque los holandeses no son como los latinos que abren su corazón y su casa con facilidad a los extranjeros. Aquí miran primero su agenda a ver si tienen tiempo de hablar contigo. Son bastante formales. Pero uno se acostumbra a todo.
Venga mójate: lo mejor y lo peor.
Lo mejor para mí son las Bibliotecas y la facilidad de conseguir libros. La gente lee mucho y está bien informada. Creo que si no hubiera venido a Holanda no me hubiera encaminado en la literatura. Lo peor fue cuando murió mi madre y me fue imposible asistir a su entierro.
Un prejuicio que resultó totalmente equivocado.
Tal vez sobre la tolerancia. Pensé que los holandeses eran tolerantes en todo sentido, pero luego comprobé que lo son, sobre todo en ciertos aspectos: en temas relacionados con el sexo, la prostitución y el consumo de drogas. Pensé que no tenían habilidad para el baile, pero he visto gente que baila muy bien.
¿Qué es lo que echas más de menos de tu país?
Ya me he acostumbrado a este país, pero extraño a la familia, el calor de la gente peruana, la geografía, las montañas del Cusco y por supuesto, la comida riquísima de mi patria.
¿Cómo es tu vida cotidiana?
Es variada. Escribo y leo mucho, atiendo pacientes y consultas. Pinto cuadros y retratos. Me dedico a cultivar un huerto que me provee de verduras. Viajo cada vez que puedo.
¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son las actividades más populares allí?
Depende del clima. En el invierno, doy largos paseos en el bosque o viajo con mi marido. En las épocas más soleadas, voy con frecuencia a mi huerto. No hago deportes sino monto bicicleta lo más posible. La bicicleta es la prolongación de las piernas en este país. No hay buses especiales que lleven a los chicos a sus colegios, deben ir en bicicleta o bien tomar el tren o el metro.
Sobre tu blog el blog de marisa ¿qué te ha llevado a empezarlo? y ¿qué representa para ti escribirlo?
El blog de marisa empezó como parte de un curso que tomé. Debía abrir un blog y escribir algo. Le puse mi nombre y empecé a escribir sobre la salud, ecología, relatos, recetas de cocina, mis viajes y otros temas; para mi sorpresa la gente leía y me dejaba comentarios. Hubo una época que tuve hasta cinco mil visitantes por día, ahora es menos, pero estoy contenta. Se ha vuelto una misión, porque pretendo difundir la medicina alternativa, recetas sanas y las maneras de mantenerse sano y vital usando remedios naturales. Al principio era popular en España y Sudamérica, ahora lo es en los Estados Unidos y Canadá. También escribo en el Blog de Laura Dekker donde traduje al español todo el viaje de esta heroína y navegante holandesa. El periplo duró dos años concluyendo en enero 2012 en la isla San Martín. Laura se convirtió en la persona más joven en darse la vuelta al mundo en solitario en velero; así como una inspiración para la juventud por lograr su sueño a los catorce años. Por dar a conocer esto al mundo hispano me entrevistaron en De Gooi en Eemlander.
¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse allí?
Les diría que se informen bien sobre las ventajas y desventajas de venir a un país como Holanda. Que primero se contacten con personas que viven aquí. No es facil ingresar ni conseguir trabajo ni vivienda. Es más sencillo cuando tienes una pareja o familia que vive en este país, pero si no es así, pienso que sería una aventura, a menos que tengas un contrato de trabajo. Creo que las cualidades más importantes para adaptarse a otro país son la flexibilidad y el deseo de superar las dificultades.
No es la primera vez que vives en el extranjero, explícanos un poco tu trayectoria.
Mis padres me enviaron dos veces a los Estados Unidos, con becas de intercambio estudiantil. Tuve la oportunidad de estudiar y de aprender el inglés en colegios americanos de Pennsylvia y de Wisconsin. Después de eso siempre tuve la ilusión de vivir o estudiar en el extranjero.
¿Con qué frecuencia te ves o comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?
Visito a mi familia con frecuencia. Mis hermanos vienen a visitarme y el año pasado estuve también en el Perú. Mis padres, antes de morir, conocieron Holanda. Ahora usamos los medios sociales para hablar y vernos: Facebook, Whatsup, Skype, el teléfono, los emails. Estamos bien enterados de todos los acontecimientos familiares.