Descenso generalizado del desempleo y aumento de la contratación
El cataclismo de Covid provocó la contracción del PIB mundial en los dos últimos años, pero la producción vuelve a aumentar. Muchas economías se recuperaron con bastante rapidez gracias a una gestión relativamente buena de la crisis sanitaria junto con políticas de apoyo a las empresas. Suiza sigue siendo atractiva a pesar de la crisis y ha conseguido incluso contratar trabajadores cualificados. Mientras tanto, los países de la Unión Europea están aplicando un amplio plan de recuperación económica. Los resultados son bastante buenos hasta ahora, con un aumento de la inversión, el apoyo a las empresas, la contratación, etc. Esto explica probablemente el fuerte descenso de la tasa de desempleo en casi toda la UE. En diciembre de 2021, 9 países tenían una tasa de empleo inferior al 5%. Destaca la República Checa, con una tasa de paro del 2,1%, seguida del 2,9% de Polonia, el 3,2% de Alemania y el 3,8% de los Países Bajos. En Francia, la tasa de paro es del 7,4%. Sólo España y Grecia tienen una tasa de desempleo superior al 10% (13 y 12,7%, respectivamente). La tasa de desempleo global en la UE es sólo del 6,4%.
Trabajo flexible y escasez de talento: ¿Una mala combinación?
¿Y si el problema está en el propio mercado laboral? Ante la escasez de mano de obra, el Gobierno belga propuso el pasado mes de febrero una nueva reforma laboral. El gobierno cree que una mayor flexibilidad y movilidad de los trabajadores hará que las empresas sean más atractivas para el talento global. Una de las características de esta reforma es que los trabajadores disfrutarán de una semana laboral de 4 días en lugar de los 5 actuales. Pero para las organizaciones patronales, estas reformas carecen de ambición. Mientras que la flexibilidad y el progreso social son beneficiosos para los trabajadores, las empresas están totalmente en contra. Voka, una organización patronal flamenca, señaló que el acuerdo laboral no aporta ninguna solución a las numerosas empresas que ahora buscan contratar. La Federación de Empresas Belgas (FEB) está en la misma línea. Las organizaciones patronales creen firmemente que estas medidas no atraerán el talento. Al contrario, la acumulación de nuevas normas podría ser contraproducente, ya que afirman que les resultará difícil alcanzar la tasa de empleo del 80%, como espera el Gobierno federal. Otros señalan que la pandemia de Covid resultó ser beneficiosa para los mejores talentos. De hecho, Europa ha visto aumentar el número de trabajadores a distancia y nómadas digitales en los últimos dos años. Los talentos globales son conscientes de su fuerte posición en el mercado, lo que les ayuda a negociar mejor sus salarios y condiciones de trabajo. Aunque Europa está menos afectada por la gran dimisión que Estados Unidos, sigue atenta al fenómeno.
La fuga de cerebros europeos
Retener a sus talentos se ha convertido en un verdadero rompecabezas para países balcánicos como Croacia, Eslovaquia y Rumanía. Estos países del Este que se han incorporado a la Unión Europea (UE) han tenido que hacer frente a una migración acelerada en los últimos años. La situación es similar en los países balcánicos no pertenecientes a la UE, donde los talentos prefieren países europeos más atractivos. Sin embargo, algunos de ellos están tratando de invertir la tendencia introduciendo nuevas políticas, empezando por el nivel escolar. Croacia se apoya en las historias de éxito de sus empresarios (empezando por Mate Rimec) para modernizar su imagen entre los jóvenes. Ha empezado a invertir en las industrias de la automoción, la innovación y la alta tecnología, haciendo mayor hincapié en los sectores del comercio electrónico y digital, cada vez más populares entre los jóvenes licenciados y profesionales. El país también se enfrenta a un descenso de su tasa de natalidad. Por tanto, retener el talento es una cuestión de supervivencia para Croacia y los países balcánicos. En diciembre de 2021, Croacia lanzó un programa de incentivos para sus ciudadanos que viven en el extranjero. Los croatas que regresen y quieran montar un negocio en el país tendrán derecho a recibir 26.000 euros.
España también ha perdido su atractivo por la falta de innovación, los bajos salarios, la burocracia, etc. Los trabajadores extranjeros, especialmente los ejecutivos y otros talentos, prefieren buscar en otros lugares. En 2020 apenas se concedieron unos 130.000 permisos de trabajo, frente a los más de 300.000 de 2011. Entre estos permisos, un 5,2% sólo se entregaron a trabajadores cualificados. No se puede responsabilizar a la pandemia de Covid-19 de esta fuerte caída, ya que los ejecutivos españoles también se dirigen a otros países, especialmente a las principales economías europeas. Para ponerse a la altura de Alemania, Dinamarca, Francia u Holanda, España está invirtiendo en tecnología. Según DigitalES, organización que agrupa a los emprendedores tecnológicos, faltan unos 70.000 trabajadores en este sector. Los observadores creen que España debe facilitar las cosas a las empresas, ofrecer salarios más atractivos y acelerar la internacionalización reforzando el dominio del idioma inglés. España también puede beneficiarse de la crisis sanitaria y del auge del nomadismo digital. Actualmente, España tiene previsto introducir un visado para nómadas digitales, como hicieron Croacia, Alemania y Estonia. Este programa incluirá beneficios fiscales y trámites simplificados para todos los fundadores de startups y otros trabajadores autónomos. El país espera atraer nuevos talentos y modernizar su imagen.
Envejecimiento de la población y falta de talento
El envejecimiento de la población se ha convertido en un problema importante para muchos países de Europa. Es evidente que la demografía ya no es un activo para apoyar la economía, y esta situación repercute directamente en el crecimiento. En Alemania, el envejecimiento de la población es una preocupación creciente. Según el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), más de 300.000 trabajadores se jubilarán en 2022, y no es probable que esas vacantes se cubran tan fácilmente. Las previsiones apuntan a un déficit de unos 5 millones de trabajadores en el país para 2030. El 11 de enero, Robert Habeck, Ministro de Economía, Medio Ambiente y Vicecanciller, presentó su ambicioso programa en una rueda de prensa. Sin embargo, va a ser un gran reto cubrir las 390.000 vacantes de empleo en Alemania, teniendo en cuenta que esta cifra podría alcanzar el millón, o incluso más. El ministro advirtió que si Alemania no consigue incorporar más talento, su crecimiento económico se llevará la peor parte. Habeck espera traer al menos 400.000 trabajadores extranjeros cualificados al año. Para él, es esencial un aumento de la inmigración de talentos en todas las ramas, incluidas la ingeniería, la artesanía, los cuidados y la sanidad. Christian Dürr, líder del grupo parlamentario liberal-demócrata (FDP) y miembro de la coalición, comparte opiniones similares. En una entrevista concedida a la revista económica WirtschaftsWoche el 21 de enero, señalaba que "la escasez de personal cualificado se ha agravado tanto que está ralentizando considerablemente la economía alemana". Dürr cree que es necesario un cambio rápido y profundo en Alemania. Para atraer el talento global, el Estado apuesta, en particular, por una subida salarial y se inspira en el sistema de puntos implantado en Nueva Zelanda y Australia. Es de esperar que estas enérgicas medidas, que incluyen la simplificación de los procedimientos de visado, contribuyan a aumentar el atractivo del país.