¿Cómo afectará a la economía local el éxodo de expatriados de Shanghai?

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Escrito por Asaël Häzaq el 10 abril, 2023
A finales de marzo de 2022, Shanghái se sometió a un riguroso bloqueo. Sus 25 millones de ciudadanos ignoraban entonces lo que iban a soportar durante más de dos meses, incluso cuando las autoridades anunciaron que habían superado la pandemia de COVID. Fue sobre todo la moral de los habitantes la que se vio afectada. Entre ellos había expatriados cada vez más preocupados por su futuro en la cosmopolita ciudad china. Un año después, China vuelve a la escena internacional. Se espera que los turistas vuelvan a afluir. Pero, ¿volverán los expatriados a Shanghai? Muchos observadores creen que la herida será difícil de curar.

Cuando el éxodo de expatriados llega a Shanghai

El martes 28 de marzo, la Oficina de Estadística de Shanghái reveló que 250 000 trabajadores extranjeros abandonaron la ciudad a causa de la política china de "cero COVID". Esta implacable estrategia, marcada por repetidas pruebas (hasta más de una docena al día), encierros masivos y campos de aislamiento (llamados "centros de cuarentena" por las autoridades chinas), fue diseñada para erradicar el virus. Golpeó especialmente a una población agotada por los repetidos confinamientos. Sin embargo, a pesar de estas estrictas normas, el virus, y especialmente sus variantes, siguieron propagándose. Las vacunas chinas no eran lo bastante eficaces para contrarrestar las oleadas epidémicas. Tanto los expatriados como los autóctonos se sintieron abandonados. Para los primeros, la partida era sólo cuestión de tiempo.

Según la Oficina de Estadística de Shanghai, la ciudad acogía a 80.000 trabajadores extranjeros en 2020. Un año después, eran 70.000. Un año más tarde, la cifra bajó a 50.000, lo que supone un preocupante descenso de 30.000 talentos extranjeros en la ciudad. Aunque el Gobierno cuenta con sus recientes anuncios para que vuelvan los expatriados, nada dice que éstos vayan a apoyar realmente a la potencia del segundo mundo. El duro bloqueo de la primavera de 2022 ha dejado huella. Los que se fueron no tienen intención de volver, y los que se quedan se preguntan cómo afrontar la situación.

Consecuencias para la economía de Shanghai

Existe una gran preocupación por Shanghai. La economía de la ciudad se contrajo un 0,2% en 2022. Fue el primer crecimiento negativo de la ciudad desde 1978, cuando la Oficina de Estadística de Shanghai comenzó sus encuestas. Según la oficina, 2021 ya fue un año difícil, con una ralentización del crecimiento debida principalmente a la gestión de la crisis sanitaria. El bloqueo de 2022 en Shanghái aturdió aún más a una ciudad ya de por sí afectada. 

El cierre de 2022 en Shanghái provocó una caída de las ventas del 9,1% en los comercios minoristas y en línea. Los hoteles y restaurantes de la ciudad registraron un descenso de casi el 22% en sus ingresos. Esta sombría situación se confirmó a nivel nacional. En 2022, el PIB de China creció sólo un 3% (cifra de la Oficina de Estadística de Shanghai). El Banco Mundial, más pesimista, sólo prevé un crecimiento del 2,7%, lo que sigue estando muy por debajo de las cifras habituales de Pekín. La segunda economía mundial registra su crecimiento más débil en décadas, y todo apunta a que en 2023 no se producirá un repunte espectacular porque China está sumida en una profunda crisis económica.

Después de 30 años de crecimiento, el sector inmobiliario, que representa casi una cuarta parte del PIB chino, no se recupera de las sacudidas que sufre desde 2021. El país depende en gran medida del sector inmobiliario, pero éste está sobreendeudado. Sólo el líder inmobiliario chino Evergrande tiene una deuda de 300.000 millones de dólares. Su colapso en 2021 ha sido fuente de preocupación en todo el mundo. El antiguo número uno espera reembolsar sus deudas este año. Pero los inversores extranjeros mantienen la cautela.

Expatriados desalentados por la gestión de la crisis

¿Las recientes cifras del FMI tranquilizarán a los extranjeros? En diciembre de 2022, el organismo situó a China como 2º país en inversión extranjera directa (IED). Con 3.578.000 millones de dólares de IED recibidos en 2021, Pekín se situó justo detrás de Washington, con 4.977.000 millones de dólares. Pero si se incluyera Hong Kong, los ingresos chinos por IED superarían a los de Estados Unidos hasta los 6.891 billones de dólares. Esta es una razón más para que el Partido Comunista Chino acelere su toma de Hong Kong. Sin embargo, estas cifras no impiden que el crecimiento chino se estanque. 

En contra de la creencia popular, Shanghai sigue siendo una ciudad china, en la que la ideología del partido prevalece sobre la economía, de hecho. A menudo se ha alabado el lado cosmopolita de Shanghai como una puerta abierta a una perspectiva más internacional y, sobre todo, como una ciudad a la que no afectan las decisiones de Pekín. El bloqueo nos recordó, sin embargo, que Shanghái no tiene derecho a un trato especial. En cuanto terminó el bloqueo, el 1 de junio de 2022, muchos expatriados aprovecharon la oportunidad para abandonar el país. Tenían prisa por marcharse mientras más de 650.000 residentes permanecían confinados.

Los empresarios extranjeros siguen sintiendo los efectos de este episodio y, en general, de la crisis sanitaria en China. Temen tener que soportar nuevos cortes forzosos sin alternativa. Aunque Pekín les vuelva a abrir sus puertas, no tienen necesariamente la intención de regresar. Los empresarios e inversores extranjeros se muestran reacios a aceptar las nuevas promesas del gobierno. Será difícil restablecer la confianza.

¿Y los que se quedan? Algunos lo hacen por elección, otros por obligación. Aún no han encontrado una solución alternativa o esperan salvar lo que les queda de vida en Shanghai. Sin embargo, coinciden en una cosa: nada volverá a ser lo mismo.

Sobre Asaël Häzaq

Mikki está viviendo la vida de expatriado en Japón. Es escritora de contenido para Expat.com y bloguera de estilo de vida y cultura pop.