Viajar y trasladarse al extranjero es el sueño de muchos. Por desgracia, cuando se trata de pasaportes, no todos los países son iguales. Seguro que ha oído hablar de pasaportes fuertes y pasaportes débiles. ¿Existe realmente una geopolítica de los visados? ¿Cómo afecta esto a los planes de mudarse al extranjero?
Los pasaportes más fuertes del mundo
Desde 2006, el Índice Henley de Pasaportes ha clasificado los pasaportes más fuertes para viajar (aquellos con acceso sin visado a un gran número de países) y los pasaportes más débiles (aquellos con acceso sin visado a un número limitado de países).
Este año, Singapur tiene el pasaporte más fuerte para viajar, con 192 países accesibles sin visado. Alemania, Italia y España ocupan el segundo lugar, con pasaportes que ofrecen acceso sin visado a 190 destinos. Austria, Finlandia, Francia, Japón (que pierde el primer puesto), Luxemburgo, Corea del Sur y Suecia ocupan el tercer lugar. Sus pasaportes permiten viajar sin visado a 189 países. Dinamarca, Irlanda, Países Bajos y Reino Unido ocupan el 4º lugar, con 188 países accesibles sin visado. Canadá ocupa el 7º lugar y Estados Unidos el 8º (con 185 y 184 países sin visado, respectivamente).
Muy por detrás, Ecuador (58º) ofrece acceso sin visado a 92 destinos. Son 88 destinos para Omán (62º), 80 para Bolivia y China (64º), 63 para Cuba y Ruanda (77º), 50 para Laos (88º) y 38 para Nepal (99º). Al final de la lista, el pasaporte afgano (104º) es el más débil, con 27 destinos accesibles sin visado. Le siguen Irak (103º, 29 países sin visado), Siria (102º, 30 países), Pakistán (101º, 33 países), Yemen y Somalia (100º, 35 países).
Pasaportes y visados: ¿Existe una brecha Norte-Sur?
El Índice Henley de Pasaportes utiliza datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para elaborar su clasificación (199 pasaportes en todo el mundo). Los autores del informe creen que las desigualdades en los viajes han ido en aumento desde la crisis sanitaria. En 2021, cuando la movilidad internacional aumentó con la reapertura de las fronteras, Henley & Partners, la empresa detrás del Índice Henley de Pasaportes, ya observó que las medidas tomadas "para limitar la progresión de Covid-19 se están aplicando ahora para limitar la movilidad en los países del Sur".
En Oriente Próximo, el pasaporte emiratí ocupa el primer puesto de la clasificación (12º, 179 países accesibles sin visado). En Sudamérica, el pasaporte chileno es el más fuerte (15º, 174 países). En África, Mauricio tiene el pasaporte más fuerte (29º, 148 destinos sin visado). Por supuesto, existen otros métodos de clasificación. Por ejemplo, el estudio de Arton Capital sitúa a Emiratos Árabes Unidos como el país con el pasaporte más fuerte en 2023.
Sin embargo, los expertos coinciden en que la brecha entre los países del norte y los del sur es cada vez mayor. Para Henley & Partners, la brecha entre los países de la parte alta de la clasificación y los de la parte baja ha ido aumentando desde 2006. ¿Está creando la geopolítica de visados nuevas desigualdades en el mundo?
¿Cómo afectan las desigualdades en materia de pasaportes a los futuros expatriados?
Se podría argumentar que es sólo una cuestión de forma. Si sólo se puede acceder al país con un visado, basta con solicitarlo. Pero aquí empiezan los problemas. En primer lugar, está la cuestión del dinero, y el coste de los visados puede ser desorbitado.
Incluso si tienes el dinero para solicitar un visado, el proceso administrativo puede ser desalentador. El país anfitrión puede pedir los documentos que considere necesarios, que a veces son difíciles de obtener. Por ejemplo, algunos países exigen una carta de invitación o un certificado de alojamiento con la aprobación de los servicios administrativos del país que vas a visitar (por ejemplo, la Direction Départementale de la Surveillance du Territoire). El problema es que estos servicios distan mucho de ser conocidos o visibles. Algunos no tienen página web, y mucho menos dirección de correo electrónico. Otro problema es el tiempo. A veces hay que esperar varios meses para obtener el visado, aunque todos los papeles estén en regla.
En cierto modo, el concepto de pasaportes fuertes y débiles cuestiona la libertad de circulación. Es cierto que la libertad de circulación es el resultado de acuerdos bilaterales entre Estados. Sin embargo, sigue habiendo desigualdad de trato entre los países. La reciprocidad no siempre se respeta. Por ejemplo, un ciudadano del país A puede no necesitar visado para viajar al país B, pero un ciudadano del país B puede necesitar visado para viajar al país A. A mediados de julio, Israel anunció que los ciudadanos estadounidenses podrían entrar en el país sin visado. El objetivo de esta medida era adherirse al Programa de Exención de Visado de Estados Unidos. Israel lleva varios años trabajando para adherirse al programa. El gobierno israelí espera así lograr la reciprocidad.
Conclusión
Como hemos visto con el Golden Visa, los pasaportes y las exenciones son una cuestión de geopolítica. Los Estados tienen mucho interés en llegar a acuerdos con otros Estados "socios" (socios comerciales o diplomáticos, etc.). Por ejemplo, el espacio Schengen está exento de visado para la mayoría de los países, excepto África (excluidos Mauricio y Seychelles) y Asia (excluidos Corea del Sur, Japón, Taiwán, Hong Kong, Malasia e Israel).
Estas diferencias son otras tantas visiones del mundo, con zonas exentas de visado por un lado y zonas excluidas de esta libertad de circulación por otro. De ahí la noción de desigualdad entre países. ¿Hay que cuestionar el concepto de pasaportes fuertes y débiles (y revisar los acuerdos bilaterales)? La cuestión no se plantea para los países que pretenden reforzar sus fronteras exteriores facilitando al mismo tiempo la circulación dentro de sus fronteras.
