Cómo moverse por México
Una de las mejores ventajas de vivir en México es poder viajar por todo el país. Aunque parezca pequeño en un mapa, México es un lugar muy grande con muchos lugares que visitar y cosas que hacer. Mucha gente tiende a subestimar su tamaño. Se puede viajar a través del país de muchas maneras, como por ejemplo en avión, en autobús o en coche. Dependiendo del tiempo que tengas y de los lugares que quieras visitar, un tipo de transporte puede ser más adecuado que otro.
Viajar en avión
Es como si cada ciudad mexicana tuviera su aeropuerto, pues existen alrededor de 50 aeropuertos en todo el territorio nacional desde los cuales se pueden realizar vuelos regionales e internacionales. Ciudad de México y Cancún son los lugares de entrada más populares para los vuelos extranjeros. Sin embargo, Monterrey, Guadalajara y San José del Cabo también reciben muchos vuelos internacionales.
Además, varias aerolíneas nacionales realizan vuelos nacionales e internacionales a precios bajos, como Aeromexico, Interjet y Volaris. Suelen ofrecer importantes descuentos en determinados periodos del año, que suelen ser los de mayor afluencia de público; mejor si se reserva con la mayor antelación posible. Busca en sus páginas web este tipo de ofertas, porque no se suelen ofrecer en webs de viajes como expedia.com.
Siempre hay que buscar billetes de avión baratos antes de aventurarse a un viaje de larga distancia en autobús. Un vuelo suele ser más barato y, por supuesto, mucho más rápido.
Importante:
En México hay que pagar una tasa aeroportuaria (TUA) que aumenta cada año. La TUA para los vuelos nacionales pasará de 24,50 USD a 26,02 USD, que supone un aumento de 1,52 USD. Mientras que para los vuelos internacionales, pasará de 46,52 USD a 49,41 USD, es decir un aumento de 2,89 USD.
Bueno saber:
Ciudad de México cuenta con un nuevo aeropuerto internacional, construido contra todo pronóstico en menos de tres años: el Internacional Felipe Ángeles (AIFA), cuya apertura debería frenar el intenso tráfico aéreo de la capital.
Autobús
El medio de transporte más común en México es el autobús. Todas las ciudades y los pueblos mexicanos cuentan con al menos una terminal de autobuses, y algunas incluso tienen varias. Ciudad de México, por ejemplo, cuenta con cuatro grandes paradas de autobús, y cada una de las cuales tiene rutas a diferentes partes de la nación.
En México, muchas compañías de autobuses recorren varias regiones. Desplazarse hasta una terminal de autobuses en persona es el método más sencillo para evaluar los diferentes operadores y sus costes. Normalmente, puedes comprar los billetes justo antes del viaje, pero también puedes visitar las páginas webs de las compañías de autobuses, que encontrarás al final de este artículo.
Los autobuses que salen de la terminal de autobuses pueden ser de primera o segunda clase. La diferencia no se limita a los precios. Los autobuses de primera clase suelen tener asientos amplios que se reclinan muchísimo y ofrecen mucho espacio para las piernas. Aunque no son tan lujosos, los autobuses de segunda clase suelen ser muy cómodos y limpios. Ambas clases tienen aire acondicionado y televisores que emiten películas y programas de televisión.
Además de los autobuses que salen de la terminal central de autobuses, varias zonas de México cuentan con autobuses de "tercera clase" que parten de estaciones independientes repartidas por toda la ciudad. Suelen ser bastante más baratos que los que se toman en la terminal principal. Estos autobuses pueden llegar a ser bastante viejos y sufrir algún tipo de problema. Sin embargo, son tan fiables como cualquier autobús de una terminal de autobuses convencional en muchas situaciones, así que infórmate antes de comprar tu billete.
Autobuses locales y colectivos
Los autobuses urbanos operan dentro de las ciudades y entre las grandes ciudades y sus regiones periféricas. Suelen ser ruidosos, rápidos y baratos. A menudo, los autobuses locales muestran en la ventanilla las ciudades por las que pasan para ayudarte a saber su recorrido. Si lo prefieres, también puedes preguntar al conductor. En las rutas más concurridas, probablemente veas algunas paradas de autobús y marquesinas, pero la mayoría de las veces, basta con pararse en cualquier lugar del trayecto y hacer señas al autobús.
Los colectivos, a menudo conocidos como furgonetas, son vehículos de pasajeros que cumplen la misma función que los autobuses locales. Se indican el destino en el parabrisas, como en los autobuses locales. Los colectivos son especialmente frecuentes en el sur, sobre todo en lugares turísticos famosos como Oaxaca, Chiapas y la península de Yucatán.
Táxi
La mayoría de los taxis en México no tienen taxímetro. Dile al conductor donde quieres ir antes de subir al vehículo y te dará una tarifa.
Ten en cuenta que en varios lugares de México no es seguro coger un taxi en la calle, es mejor pedir al recepcionista de tu hotel que llame un taxi para ti. También puedes buscar el número de teléfono de una compañía de taxis y entrar en contacto con ellos. Las grandes ciudades ofrecen servicios como Uber o Beat, que son opciones más seguras. No solo por tu seguridad personal, sino también porque los precios están fijados de antemano y no tendrás que regatear al final del viaje.
Por ejemplo, cuando llegues a un aeropuerto, en lugar de coger un taxi que te espere fuera, dirígete a una de las cabinas de taxi del aeropuerto o llama a un Uber.
Si tienes que parar a un taxi en la calle, asegúrate de que está en buen estado y de que no tiene los cristales tintados. Busca en la ventanilla un documento plastificado con la imagen del conductor, su nombre y otros datos. Como protección adicional, haz una foto de sus credenciales y comunícalas por correo electrónico de inmediato, asegurándote de que el conductor te vea hacerlo.
Algunos taxis son colectivos, llevan el destino marcado en el parabrisas, al igual que los colectivos o autobuses locales. Como suelen estar llenos, se puede determinar si se trata de un taxi colectivo. Son mucho más baratos que los taxis convencionales, pero recuerda tomar las mismas precauciones. Esto es, por ejemplo, muy común en Oaxaca. Acércate a la parada antes de salir del aeropuerto y dile a la persona que te atiende tu destino, y te dirá en qué zona está y te enviará al taxi colectivo.
Metro
La Ciudad de México cuenta con una amplia red de metro que prácticamente llega a todas partes. Es una mejor alternativa para moverse que el autobús, debido al intenso tráfico de la ciudad, sobre todo en las horas punta. Los billetes cuestan cinco pesos cada uno, pero también puedes comprar una tarjeta recargable de 15 dólares. Es una buena idea comprar varios billetes a la vez o cargar crédito en la tarjeta para no tener que hacer cola en una estación congestionada en hora punta.
Además del metro, algunas zonas de la ciudad, como la avenida de los Insurgentes, tienen servicio de Metrobús o Trolebús, que cuestan 6 y 5 pesos por viaje, respectivamente. Monterrey y Guadalajara cuentan con redes de tranvía que también dan servicio a la ciudad y a las zonas cercanas. Aparte de estos, en México no hay más trenes de pasajeros que tres específicamente diseñados para los turistas: el Chepe Express, que recorre las enormes Barrancas del Cobre en el norte de México, el Tequila Express y el José Cuervo Express, que salen de Guadalajara a las destilerías cercanas a la ciudad de Tequila.
Conducir en México
En México, los coches son un medio de transporte muy popular porque no se depende de los horarios de nadie más que de los propios. Puedes alquilar un coche si tienes un permiso de conducir válido y, en la mayoría de los casos, una tarjeta de crédito. Sin embargo, debes obtener un seguro mexicano antes de conducir, que podrás conseguir en el mostrador. En el caso de que traigas tu vehículo desde los Estados Unidos, necesitarás un seguro y un permiso de importación temporal. Este documento cuesta 29,50 dólares más impuestos y puede adquirirse en los puestos fronterizos o por Internet.
Alquilar un coche en México
Si te gustan los viajes por carretera y disfrutar de mayor flexibilidad, en México tu mejor opción será alquilar un coche. Obviamente, en los pros están que puedes parar donde y cuando quieras, y también cambiar tu itinerario a tu antojo. Una de las pegas es el posible riesgo que corres cuando decides conducir por tu cuenta. Un accidente de coche nunca es divertido, menos aún en un país extranjero. Sea culpa nuestra o no, nos puede pasar a todos en cualquier momento. Además, los costes no son tan baratos teniendo en cuenta que en México hay que contratar un seguro, lo quieras o no. Además, ¡los precios de la gasolina también pueden subir! Puedes elegir entre muchas compañías de alquiler de coches nacionales e internacionales, pero ten en cuenta los costos ocultos.
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