Descubrir Bruselas

Si estás pensando en mudarte a Bruselas, aquí tienes algunas cosas que debes saber antes de dar el paso.

Idioma

En Bélgica, el idioma es algo muy importante, ya que existe una importante brecha política y cultural entre el Flandes neerlandófono del norte del país y la Valonia francófona del sur. El país tiene tres lenguas oficiales: El neerlandés, el francés y el alemán, aunque este último sólo representa menos del 1% de la población.

Mientras que los belgas se toman el idioma muy en serio fuera de la capital, en la región de Bruselas-Capital hay un enfoque mucho más relajado, y mucha gente se comunica regularmente en su segunda, tercera o incluso cuarta lengua. Aunque Bruselas es oficialmente bilingüe (neerlandés y francés), en realidad, el neerlandés es la lengua de trabajo de la capital, y hoy en día, casi todo el mundo habla inglés a un buen nivel. A menudo, la gente no está segura de qué idioma utilizar, y aunque puede resultar confuso, eso forma parte de la diversión de vivir en una ciudad tan diversa.

Debido a las numerosas comunidades diferentes que viven en Bruselas, es un lugar muy multicultural para vivir, y todos los días se oye desde el árabe y el portugués hasta el suahili y el polaco. Como la UE y la OTAN tienen su sede en la capital, los expatriados tienen muchas oportunidades de encontrar trabajo en su lengua materna.

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Vida social en Bruselas

Debido a su composición internacional y al gran número de expatriados que ya viven en Bruselas, es bastante fácil integrarse en la vida de la ciudad. De hecho, siempre se organizan encuentros y eventos sociales para dar la bienvenida a los recién llegados al corazón de Europa.

Bruselas (y Bélgica, en general) tiene un excelente equilibrio entre la vida laboral y la personal, por lo que sin duda hay posibilidades de divertirse al mismo tiempo que se avanza en la carrera profesional. En este sentido, también es una ciudad muy familiar.

Además de una próspera escena artística y cultural, Bruselas cuenta con muchos bares y restaurantes fantásticos, y en la capital se celebran numerosos festivales y eventos durante todo el año.

Bruselas es un lugar muy relajado para una capital y, como tiene tantas facetas y tantos pueblos, idiomas y culturas diferentes, cualquiera puede sentirse como en casa.

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Clima

En lo que respecta al clima de Bruselas, lo único que se puede decir con seguridad es que es imprevisible. Si bien es cierto que la capital tiene su cuota de sol, incluso en los días más soleados, no se puede apostar por que llueva en algún momento.

Aunque puede llover durante semanas y el cielo puede estar siempre nublado, esto nunca impide la vida en la capital. Por eso se puede ver a la gente salir a correr o a montar en bicicleta por los alrededores, uno de los pasatiempos favoritos de los belgas.

Bélgica tiene veranos e inviernos suaves, y sólo en el sur del país nieva con regularidad. Sin embargo, en los últimos años el país ha tenido algunos de los veranos más calurosos de los que se tiene constancia.

Aunque los bruselenses saben disfrutar de todo lo que ofrece la capital, sea cual sea el tiempo, el verano es una época especialmente propicia, ya que todo el mundo se lanza a sus hermosos parques y cafés a pie de calle.

Naturaleza

Aunque nadie diría que Bruselas es una ciudad verde, la capital está rodeada de un bello paisaje, por lo que en poco tiempo se puede estar inmerso en la naturaleza. De hecho, como Bélgica es tan pequeña y cuenta con fantásticas conexiones de transporte público, nunca se encontrará lejos de la naturaleza durante su estancia en el país.

Además de sus magníficos paisajes, la capital cuenta con numerosos parques. El Parc Royal, por ejemplo, es el más cercano al centro de la ciudad y, además de estar rodeado por un hermoso palacio, acoge multitud de eventos culturales y festivales a lo largo del año.

El Parque del Cincuentenario es otro lugar popular para relajarse en la naturaleza y cuenta con un par de museos para disfrutar, además de todos sus espacios verdes. El Bois de la Cambre y el Parc de Forest son otros dos parques encantadores de Bruselas, y tienen un aire más salvaje, ya que están menos ajardinados.

Uno de los mayores espacios verdes de Bruselas está reservado en su totalidad a la familia real, que cada primavera abre sus fantásticos invernaderos de Laeken para que los bruselenses los visiten y se sumerjan en todas las hermosas flores y plantas.