Formalidades para viajar a Francia
Tanto si se trata de una expatriación corta como larga, viajar a Francia es sumergirse en un país caracterizado por su diversidad, su cultura y su historia. En los últimos años, el acceso a Francia se ha facilitado gracias al desarrollo de visados específicos para empresarios y a la profusión de oportunidades profesionales para personas altamente cualificadas.
¿Lo sabías? Un visado único para Francia te permite descubrir un sinfín de destinos europeos, entre ellos Alemania, Italia, España y Portugal. Es lo que se conoce como espacio Schengen. Es una zona de libre circulación en Europa que permite a los ciudadanos de los países miembros viajar y cruzar las fronteras interiores sin necesidad de pasaporte ni pasar por la aduana. Toma su nombre de la ciudad de Schengen, en Luxemburgo, donde se firmó el acuerdo inicial en 1985.
¿Cómo llegar a Francia?
Desde la Unión Europea (UE), y más concretamente las autopistas, puede viajar a Francia en diversos medios de transporte.
Las carreteras que atraviesan la UE son modernas y están muy bien mantenidas, gracias a la recaudación de los peajes. Además, ya no están sujetas a controles aduaneros.
También puedes viajar a Francia en tren. En los últimos años, operadores de distintos países se han unido para unificar los viajes entre países europeos. Por ejemplo, puedes viajar fácilmente en tren de París a Turín, Ámsterdam, o Bélgica. Algunas de las principales ciudades europeas son incluso accesibles sin conexión.
También puedes viajar desde y hacia el Reino Unido en Eurostar. Aunque ya no existe la oferta Eurostar snap (que ofrecía billetes de última hora a precios atractivos), Eurostar ha introducido una nueva oferta de billetes de tren baratos. Para viajar al Reino Unido, te aconsejamos que compruebes las condiciones de entrada al país tras su salida de la UE.
Los jóvenes europeos pueden comprar billetes de tren con un número ilimitado de paradas para descubrir la belleza histórica y cultural del continente.
Si viajas a Francia desde muy lejos, o si tu presupuesto es limitado, el avión es la mejor opción. Las compañías de bajo coste están bien implantadas en Europa. Ryanair, Easyjet, Air Berlin, Norwegian, Vueling y Transavia (entre otras) ofrecen billetes de bajo coste a muchos destinos europeos, incluidas ciudades francesas.
La mayoría de las grandes ciudades francesas cuentan con aeropuertos internacionales. Además, en los últimos años han surgido muchos aeropuertos en ciudades más pequeñas gracias a la llegada de compañías de bajo coste, como es el caso de París Beauvais con Ryanair. Pero cuidado con las nuevas medidas que podrían poner en peligro estos pequeños aeropuertos, a menudo poco rentables. El Gobierno francés quiere desarrollar aún más el transporte ferroviario.
Francia cuenta con multitud de compañías de servicio completo, y es muy fácil llegar a cualquier aeropuerto importante utilizando muchas de las principales aerolíneas. Algunas compañías ofrecen tarifas muy económicas, como Air Transat o Corsair.
Documentos necesarios para viajar a Francia
Los ciudadanos de la UE, del Espacio Económico Europeo (EEE) y de Suiza pueden vivir y trabajar en Francia si disponen de un documento de identidad y un pasaporte válidos. En otras palabras, estos nacionales pueden instalarse en el país, ya sea para trabajar o para crear una empresa, sin tener que solicitar un permiso de trabajo o residencia. Al cabo de cinco años, pueden solicitar el estatuto de residente permanente. Ten en cuenta que existen normas específicas sobre el seguro de enfermedad o el subsidio de desempleo para los nacionales de la UE y el EEE.
Si no vienes de la UE, el EEE, Suiza, Croacia, Andorra, Mónaco, el Vaticano o San Marino, necesitarás un pasaporte válido y un permiso de larga duración para viajar a Francia. Ten en cuenta que deberás solicitar el visado antes de viajar.
La lista de documentos necesarios para solicitar un visado varía según el motivo de tu estancia. Es aconsejable informarse previamente en la embajada o consulado francés de tu país de origen. Los extranjeros que hayan residido en Francia durante cinco años legales ininterrumpidos pueden solicitar un visado europeo de larga duración.
Los ciudadanos de países no pertenecientes a la UE, el EEE, Suiza, Andorra, Mónaco, el Vaticano o San Marino pueden beneficiarse de una exención siempre que estén en posesión de un permiso de residencia, un documento de identidad o un documento de circulación para extranjeros (DCEM).
El visado de residencia está destinado a los extranjeros que cumplen todas las condiciones para residir permanentemente en Francia. El DCEM está destinado a todos los menores residentes en Francia que deseen viajar al extranjero. Tiene una validez de 5 años y puede renovarse.
Para más información, consulte los artículos sobre visados para Francia.
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