Milán es la ciudad del trabajo por excelencia en Italia. Fue reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial para guiar la recuperación económica del país y desde entonces ha encontrado su lugar como líder indiscutible. Es una ciudad dinámica y emprendedora en la que sus habitantes parecen incansables. Los milaneses llevan una vida acelerada y la cultura del trabajo ocupa un lugar importante en su día a día. Y sin embargo, la moda, el diseño y la gastronomía siguen encontrando su lugar en esta agitada vida que puede parecer un poco caótica para algunos expatriados.
Adoptar la cultura del trabajo en Milán
Pronto se dará cuenta de que a los milaneses les encanta hablar de su trabajo, incluso cuando no están allí. Hablan de negocios, iniciativa empresarial, inversiones y temas candentes de la actualidad nacional e internacional. Milán no es una excepción a la reputación italiana de debate y confrontación verbal.
Por eso, en su lugar de trabajo, aunque el protocolo sea importante, a los milaneses les gusta "hablarlo", normalmente tomando un café, para relajar el ambiente y hacer más informal la relación laboral. Esto suele hacerse en italiano, aunque su empresa sea internacional. Es una parte esencial de la cultura laboral milanesa e italiana en general. A los milaneses les gusta describirse a sí mismos como dinámicos, curiosos, exigentes e incluso un poco esnobs.
Las relaciones comerciales en Milán suelen ser más amistosas y espontáneas que en el norte de Europa. Los compañeros de trabajo se saludan, se dan la mano y bromean, una forma italiana de hacer que cualquier situación parezca menos dramática y más natural.
Sin embargo, los milaneses son muy cuidadosos con la ropa que visten, así que elija su atuendo con cuidado. Hay ciertos tipos de vestimenta que sólo se llevan en el lugar de trabajo. Por ejemplo, es habitual ver a hombres vestidos con trajes (a menudo hechos a medida), corbatas y camisas personalizadas con sus propias iniciales y gemelos en las mangas. Para el tiempo libre, el vestuario es más informal pero sigue siendo pulcro.
Es bueno saberlo:
El networking y las relaciones profesionales son muy importantes. No es raro que un milanés se tome generosas pausas para comer con el fin de "cultivar" su agenda de contactos. Además, la jerarquía y los títulos honoríficos son importantes. Los italianos llaman "Dottore" (literalmente Doctor), con deferencia, a una persona con un título universitario y un cargo directivo.
Vestir para impresionar
Milán tiene el horario laboral más largo de Italia: los milaneses piensan y viven en función de su carrera profesional, lo que retrasa o incluso dificulta la vida familiar o el matrimonio. Los negocios son los negocios. Dicho esto, la moda es parte integrante de la cultura laboral milanesa, ya que la vestimenta es esencial si se quiere causar una buena impresión en una entrevista de trabajo. Para hacer como los milaneses, hay que encontrar el justo equilibrio entre el estilo personal y el código de vestimenta clásico, sencillo pero elegante, todo ello llevado con cierta despreocupación. Milán es una ciudad liberal y cosmopolita, pero sus dos puntas de lanza son el gusto y la elegancia.
Para tener éxito en una entrevista en Milán, he aquí algunas sencillas reglas a seguir:
- Evalúe el entorno de trabajo: en finanzas, el enfoque es más clásico, mientras que en diseño, puede permitirse ser creativo;
- Evite los conjuntos desparejados o demasiado informales, que pueden dar la impresión de descuido;
- Evite la ropa provocativa, ya que el estilo milanés es sencillo, con colores neutros,
- Evite los tacones muy altos, que no dan buena impresión y no son cómodos para caminar por los adoquines de la ciudad. Lo mejor son unos zapatos de cuero clásicos y limpios, porque en Italia no hay nada como unos zapatos bonitos para causar buena impresión,
- Invierta en un impermeable y un abrigo elegantes, que resaltarán su aspecto cuidado.
Después del trabajo en Milán
En Milán se habla mucho de negocios, sin embargo, existe un equilibrio entre la vida privada y la profesional que no está estrictamente compartimentado. Esto le permite socializar con sus colegas y hacer amigos en Milán. El aperitivo milanés, es una tradición a la que ningún milanés renuncia. Después de un largo día de trabajo, en vez de irse a casa, prefieren relajarse con una copa. Los bares ofrecen aperitivos al pedir una bebida, normalmente en forma de bufé o servidos en la mesa. Es una ocasión perfecta para charlar con los colegas, siempre que se respeten algunas normas, ya que los milaneses son adeptos al decoro:
- No se deje abrumar por la cantidad de comida: coma lo justo.
- Las bebidas típicas milanesas son cócteles famosos como el Spritz Aperol o Campari, el Americano y el Negroni, este último creado en el Bar Basso en versión "Sbagliato" y que se distingue del Negroni ordinario por el vino espumoso que sustituye a la ginebra;
- El otro lugar preferido hoy en Milán para terminar la jornada laboral con una nota alta son los restaurantes de sushi "todo lo que puedas comer". De nuevo, es aconsejable no comer demasiado;
- El italiano/milanés no bebe "por beber", siempre preferirá comer algo para acompañar su bebida.
Un último aspecto muy importante en Milán es la sostenibilidad. Este tema se discute en cada ocasión, a veces durante un aperitivo informal, hasta el punto de que se ha convertido en una forma de vida. No es raro que te pregunten por las iniciativas ESG o de residuo cero de la empresa para la que trabajas. La energía renovable, la ropa sostenible y la reducción del desperdicio de alimentos no sólo son beneficiosas, sino que también se promueven y son muy respetadas en la sociedad y en el lugar de trabajo. Comprendiendo esto, tendrás la clave para integrarte con éxito en la cultura laboral y en la cultura milanesa e italiana en general.
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