¡Enhorabuena! Aquí estás, en Lisboa, la capital portuguesa a la que ahora llamas tu hogar. Esperamos que hayas leído nuestro artículo sobre cómo ampliar tu red de contactos profesionales y hayas conseguido empleo. Aquí encontrarás unos consejos adicionales sobre cómo lidiar con las diferencias culturales que te podrás encontrar en el mundo laboral.
Reuniones de negocios
De modo que alguien muy interesante te dió su tarjeta en un evento de networking y quiere programar una reunión. ¡Excelente noticia! En primer lugar, tienes que saber que los portugueses son tradicionales – pueden llegar a ser un tanto anticuados – y prefieren tener reuniones en persona, en vez de por teléfono o Skype. Debes empezar por enviar un correo electrónico a la persona recordándole donde tu nombre, donde se conocieron, y el porqué estáis en contacto. Te contestarán por email, pero no dudes en hacer un seguimiento con una llamada telefónica si no recibes respuesta (ya sabes, la gente está ocupada).
Lo más seguro es que recibas una respuesta positiva. ¡Bien! Solo quedará fijar día y hora para vuestra cita, ten en cuenta que los almuerzos de negocios son muy comunes, pero las cenas pueden ser vistas como algo inapropiado. Si se programa una reunión por la tarde, significa algo entre las 15:00 y las 18:00.
Puntualidad
Los portugueses no son precisamente conocidos por ser puntuales. De hecho, no se considera maleducado llegar 5 minutos tarde, ya que da la oportunidad al anfitrión de preparar y dar los toques finales al encuentro. Aunque las reuniones de trabajo se retrasen unos 20 o 30 minutos, se recomienda no llegar con más de 5 minutos después de la hora marcada – por supuesto, avisa si vas a llegar más tarde, no seas desconsiderado. Nunca se sabe, ¡puede que los demás sean puntuales!
Recibir regalos
Los portugueses son increíblemente hospitalarios y orgullosos de su país, y también lo demuestran a menudo en el entorno laboral – especialmente cuando se trata de negocios con expatriados con otras culturas. No te sorprendas si te ofrecen un regalo al final de una reunión o al cerrar un trato, probablemente algo muy portugués, como una botella de vino de Oporto o una cesta de queso nacional. Aunque te coja por sorpresa, ¡no lo rechaces! Esto se consideraría muy grosero, por no hablar de la ofensa personal a la cultura portuguesa. Agradécelo y tómalo.
Si quieres ir más allá de la etiqueta, escribir una nota de agradecimiento será muy bien recibido. No te olvides, en portugués, la mujeres dicen obrigada y los hombres dicen obrigado. ¡De nada!
Hacer regalos
Sigue el ejemplo portugués y regala algo relacionado con tu país de origen. No hagas regalos demasiado caros (es decir, algo superior a 50 euros), y asegúrate de que tus opciones son suficientemente flexibles: una botella de una bebida tradicional de tu país de origen, o prendas de vestir como un pañuelo para una señora, o una corbata para un caballero.
Regalos a evitar: flores y perfume. Estos se consideran íntimos y ¡pueden dar la impresión equivocada! Sin mencionar que es peligroso si la persona tiene algún tipo de alergia y acabas terriblemente avergonzado.
Controversias en Lisboa
No importa lo relajado que parezca todo entre las personas, hay ciertos temas que se deben evitar en una reunión de negocios. Estos suelen incluir la política o la religión, así como temas que puedan llevar a disturbios sociales. Ten en cuenta que la mayoría de los debates son contraproducentes y no llevan a ninguna parte, por lo que definitivamente son temas que no debes usar para iniciar una conversación.
Usa tu sentido común para elegir temas de conversación. ¡Verás que es mucho más fácil de lo que parece!
¡Buena suerte haciendo networking y en tus negocios en Lisboa!
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