¡Enhorabuena! Has hecho la mudanza a Lisboa y, además, has asegurado tu primer trabajo en la capital portuguesa. Ya sea como nómada digital, profesor de español como lengua extranjera o empleado de oficina, el primer día siempre viene cargado de emoción y ansiedad. ¡Pero no te preocupes! Estamos aquí para orientarte y ayudarte a descubrir las condiciones laborales en Lisboa.
Horarios
A diferencia de otros lugares europeos como el Reino Unido o Alemania, se espera que la mayoría de los trabajadores terminen sus tareas y obligaciones antes de irse a casa – es muy inhabitual que los trabajadores se vayan a las 18:00 o 19:00 en punto. En Portugal se percibe como pereza y falta de compromiso: se espera que te quedes un poco más tarde de lo que dice tu horario oficial, para demostrar que estás cumpliendo con tu trabajo. Esto es particularmente común en empleados de oficina como contadores, agentes de RRHH, y asistentes personales o secretarios. La mayoría de personas no se irán nunca de la oficina antes que sus superiores por lo mismo, si ellos se quedan más tarde, tú también deberías hacerlo.
Código de vestimenta en el trabajo
Como te vistes para ir a trabajar mucho tiene que ver con tu trabajo y tu entorno laboral, por supuesto. En general, el lugar de trabajo en Lisboa es bastante conservador, con un atuendo arreglador pero informal. Se espera que los hombres lleven pantalon y camisa – hasta traje y corbata, dependiendo del puesto – y que las mujeres vistan de forma elegante, con una camisa o blusa, o un vestido (debajo de la rodilla) y medias. No se debe llevar demasiadas joyas (¡ten en cuenta también que los portugueses son demasiado tradicionales para los complementos masculinos!), y los tatuajes deben permanecer cubiertos. Obviamente, se requiere una perfecta higiene personal: manicura y pedicura para las señoras, barba recortada y pelo cuidado para los caballeros. Y sí, hace muchísimo calor en verano. No te olvides de tener siempre un desodorante tamaño viaje a mano!
Puntualidad
Una vez más, las costumbres portuguesas difieren bastante de las del resto de países europeos. En la mayoría de casos, los superiores te pedirán ser puntual (aunque ellos mismos no lo sean), y si un retraso de 5 a 10 minutos debido al tráfico se tolera, no sería muy bien visto. Trata de anticipar estos contratiempos, porque te pedirán explicaciones por cada retraso. Cuando se trata de una reunión de negocios, en cambio, es al revés: ¡llegarán tarde!
¿Qué hay de las vacaciones?
Portugal es un país tradicionalmente católico, así que prepárate a disfrutar de unos cuantos días festivos nacionales si trabajas en el sector público. Depende de la empresa, por supuesto, pero en general, los trabajadores tienen al menos una semana libre entre Navidad y Año Nuevo, unos tres días para Carnaval, y unos cinco días para Semana Santa.
Si eres empleado de una empresa, los detalles de los días de vacaciones remuneradas que te pertenecen deberían aparecer en tu contrato de trabajo, pero suelen ser de unos 28 días.
Quedar después de trabajar
En la cultura tradicional portuguesa, la familia es lo primero, así que los compañeros de trabajo con hijos raras veces quedan después de trabajar para tomar una imperial (cerveza), algo tan común en otras culturas. De hecho, las relaciones profesionales poco se mezclan con lo personal después del horario laboral: los compañeros de trabajo portugueses pueden almorzar o tomar un café juntos, pero nada más personal que eso. Una vez fuera de la oficina, es el momento de disfrutar de su familia y de sus amigos.
¡Te deseamos que lo pases maravilla en tu nuevo trabajo!
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