Esperar un bebé en Nueva Zelanda puede ser una experiencia maravillosa, con un alto nivel de prestaciones maternoinfantiles, así como una cultura de apoyo a las nuevas familias. Sigue leyendo para descubrir algunas cuestiones clave que los expatriados deben saber sobre el embarazo y el parto en Nueva Zelanda.
El sistema sanitario público de Nueva Zelanda
El embarazo y el parto están cubiertos por la sanidad pública en Nueva Zelanda. El país cuenta con un sistema sanitario financiado con fondos públicos llamado New Zealand Public Health System (NZPHS), que ofrece servicios sanitarios gratuitos o de bajo coste a los residentes y ciudadanos que cumplan los requisitos. Esto incluye el acceso a servicios relacionados con el embarazo y el parto, como la atención prenatal, el parto y la atención posparto. Sin embargo, el acceso a estos servicios financiados dependerá de la situación de tu visado.
Embarazo e inmigración en Nueva Zelanda
El embarazo y la inmigración pueden ser temas complejos, sobre todo para las expatriadas que aún no son ciudadanas o residentes permanentes del país. Si estás planeando tener un bebé en el país, es importante que compruebes que tu visado neozelandés te permite permanecer en el país durante todo el embarazo e incluso después. Si estás embarazada y mantienes una relación con un ciudadano o residente permanente neozelandés, es posible que tu pareja pueda apadrinarte para que obtengas un visado. Esto puede permitirte permanecer en el país durante todo el embarazo y después del parto.
Si estás embarazada y has vivido en Nueva Zelanda durante cierto tiempo, puedes optar a solicitar la residencia. Esto puede proporcionarte un estatus de inmigración más seguro, permitiéndote permanecer en el país a largo plazo y dándote acceso a los servicios sanitarios públicos.
Dependiendo de tu visado, es posible que tengas que pagar algunos o todos los gastos asociados al parto. Si tienes derecho a los servicios de asistencia pública, la mayoría de los gastos deberían estar cubiertos, pero si no es así, puede que tengas que contratar un seguro médico privado o pagar los servicios de tu bolsillo.
Una cosa a tener en cuenta es que si tienes un bebé en Nueva Zelanda y no eres ciudadana o residente permanente, el estatus migratorio de tu hijo puede verse afectado. Es importante que pidas consejo a un especialista en inmigración para conocer tus opciones y las posibles implicaciones para tu familia.
Gastos de embarazo y parto
Si no tienes derecho a la asistencia sanitaria pública y tienes un visado temporal que te permite visitar, estudiar o trabajar en Nueva Zelanda, tienes que demostrar a Inmigración NZ que dispones de un mínimo de 9.000 NZ$ para pagar los gastos del embarazo y del parto. Puedes pagar estos gastos tú misma o aportar pruebas de un patrocinador que garantice la cobertura de dichos gastos. En la página web de inmigración de Nueva Zelanda encontrarás más información sobre cómo pagar estos gastos. Ten en cuenta que debes revelar tu embarazo cuando solicites un visado.
Si tienes que pagar los gastos del embarazo de tu bolsillo, los costes pueden variar en función de tu ubicación, el tipo de parto y cuanto tiempo te quedas en el hospital. Por un parto normal sin complicaciones ni cuidados secundarios, Birthcare Auckland cobra 4.500 NZ$. Una estancia posnatal en una habitación estándar cuesta 1.500 NZ$ por noche, y una estancia posnatal en una habitación privada, 1.800 NZ$ por noche. Estas cifras varían en función de una serie de factores, pero pueden considerarse una estimación aproximada.
Matronas en Nueva Zelanda
En Nueva Zelanda, el parto se aborda con el objetivo de proporcionar a las mujeres una atención segura, comprensiva y capacitadora. Las comadronas desempeñan un papel fundamental en este enfoque y son el principal proveedor de cuidados para muchas mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. A diferencia de otros países, donde un ginecólogo-obstetra puede ser el principal cuidador durante el embarazo, en Nueva Zelanda la atención dirigida por matronas es la forma más común de atención a las mujeres durante el embarazo y el parto. Esto significa que una comadrona te proporcionará una atención integral, que incluye cuidados prenatales, seguimiento del crecimiento del bebé, preparación para el parto y apoyo posparto.
Las comadronas de Nueva Zelanda son profesionales altamente cualificados y regulados que ofrecen una atención personalizada a las mujeres. Adoptan un enfoque holístico de la atención, teniendo en cuenta no sólo los aspectos físicos del embarazo y el parto, sino también el bienestar emocional y psicológico de la mujer y su familia. Las matronas trabajan en colaboración con las mujeres para que su experiencia del parto sea lo más positiva posible. Esto puede implicar trabajar con otros profesionales sanitarios, como obstetras o pediatras, cuando sea necesario para garantizar los mejores resultados posibles para la madre y el bebé.
El papel de las matronas en Nueva Zelanda es proporcionar cuidados y apoyo a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. Durante los cuidados prenatales, las matronas vigilan el crecimiento del bebé y comprueban si existe algún riesgo potencial. También preparan a la mujer para el parto, hablándole de las opciones para el parto y ayudándola a elaborar un plan de parto. Durante el parto, las matronas ofrecen apoyo y orientación práctica, ayudan a las mujeres a controlar el dolor y las animan a participar activamente en la experiencia del parto. Tras el parto, las matronas ofrecen cuidados y apoyo posparto, como comprobar la salud del bebé y ayudar a la mujer a adaptarse a su nuevo papel de madre.
¿Parto en casa o en el hospital?
En Nueva Zelanda, las mujeres tienen la opción de dar a luz en casa o en un hospital. Ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y la decisión sobre dónde dar a luz es personal y debe tomarse en consulta con un profesional sanitario.
Parto en casa
Dar a luz en casa es una opción popular para muchas mujeres neozelandesas que prefieren un entorno de parto más íntimo y relajado. Los partos en casa son atendidos por comadronas que prestan atención y apoyo durante el trabajo de parto y el parto. Los partos en casa suelen ser de bajo riesgo y se consideran seguros para las mujeres que cumplen ciertos criterios, como tener un embarazo sencillo y no presentar complicaciones médicas.
Parto hospitalario
En Nueva Zelanda, los partos hospitalarios suelen estar atendidos por comadronas u obstetras, según las necesidades y circunstancias de cada mujer. Los partos hospitalarios tienen la ventaja de contar con instalaciones y personal médico a mano en caso de emergencia. Algunas mujeres prefieren la seguridad de tener acceso a equipos e intervenciones médicas en caso de que fuese necesario.
Es importante tener en cuenta que, aunque en Nueva Zelanda se puede dar a luz en casa, no todas las mujeres pueden hacerlo. Factores como las enfermedades preexistentes, las complicaciones del embarazo y la posición del bebé durante el parto pueden hacer que sea más apropiado un parto hospitalario. Las mujeres deben hablar de sus opciones con su comadrona o médico para determinar qué tipo de parto les conviene más.
Clínica privada
Debido a la alta calidad de la asistencia gratuita a la maternidad financiada con fondos públicos, la mayoría de las mujeres de Nueva Zelanda darán a luz utilizando el sistema sanitario público. Sin embargo, si deseas o necesitas acudir a una clínica privada, existen algunas opciones, sobre todo en Auckland, donde las mujeres pueden elegir entre clínicas como Birthcare y MAMA Maternity. Los costes de dar a luz en estas clínicas varían en función de la complejidad del parto. Como ya se ha indicado, un parto sin complicaciones en Birthcare Auckland costará 4.500 NZ$.
Clases de preparación al parto en Nueva Zelanda
Las clases prenatales, también conocidas como clases de preparación al parto, son una parte importante de la preparación al parto en Nueva Zelanda. Estas clases están diseñadas para ayudar a los futuros padres a comprender los aspectos físicos, emocionales y prácticos del embarazo, el parto, el nacimiento y los primeros años de paternidad.
En Nueva Zelanda, las clases prenatales suelen estar dirigidas por matronas, educadoras de parto o doulas, y ofrecen una combinación de información práctica y formación práctica. Las clases pueden tratar temas como las técnicas de control del dolor, las fases del parto, las posturas para el parto y el nacimiento y la recuperación posparto. En algunas clases también se tratan temas más personales, como el impacto del parto en las relaciones, cómo afrontar los cambios de identidad y cómo prepararse para una nueva vida con un bebé.
En Nueva Zelanda, las clases prenatales están abiertas a todos los futuros padres, independientemente de dónde tengan previsto dar a luz o de quién sea su cuidador. Algunas clases pueden ser gratuitas, mientras que otras pueden ser de pago, dependiendo de su estatus migratorio. Muchas clases se imparten en centros comunitarios, hospitales o centros de maternidad, y pueden ser grupales o individuales.
Asistir a clases prenatales puede ser una forma excelente de prepararse para los aspectos físicos, emocionales y prácticos del parto. Las clases ofrecen un entorno educativo y de apoyo en el que los futuros padres pueden hacer preguntas, hablar de sus preocupaciones y ponerse en contacto con otros futuros padres. Las clases prenatales también pueden ayudar a fomentar la confianza y capacitar a los futuros padres para tomar decisiones informadas sobre su experiencia del parto.
Opiniones culturales sobre el embarazo en Nueva Zelanda
En Nueva Zelanda, el embarazo y el parto suelen considerarse acontecimientos naturales e importantes en la vida de una mujer. El país tiene una sólida cultura de atención obstétrica, y las matronas desempeñan un papel fundamental en el apoyo a las mujeres durante el embarazo y el parto. El sistema sanitario de Nueva Zelanda se basa en un modelo centrado en la mujer, lo que significa que las mujeres son el centro de su propia atención y se les anima a tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar.
En cuanto a las mentalidades, Nueva Zelanda es una sociedad diversa y multicultural, y puede haber algunas variaciones en las actitudes hacia el embarazo y el parto en función de las creencias y los valores individuales. Sin embargo, en general, el embarazo se considera un periodo de crecimiento y preparación, y se apoya y celebra a las mujeres mientras se preparan para la maternidad.
La perspectiva maorí sobre el embarazo y el parto está arraigada en las tradiciones y creencias de la cultura maorí. En la sociedad maorí, el embarazo y el parto se consideran acontecimientos sagrados y significativos, y están rodeados de un rico tapiz de costumbres y rituales.
Lactancia en Nueva Zelanda
En Nueva Zelanda se apoya y fomenta ampliamente la lactancia materna. El país tiene una sólida cultura de la lactancia materna y dispone de muchos recursos para apoyar a las madres que deciden dar el pecho. Por ejemplo, hay asesores de lactancia, grupos de apoyo entre iguales y salas dedicadas a la lactancia en muchos espacios públicos.
En términos de valores culturales, la lactancia materna se considera un aspecto natural e importante de la maternidad en Nueva Zelanda. Se anima a las mujeres a dar el pecho en público, y hay leyes que protegen su derecho a hacerlo. Por ejemplo, la Ley de Derechos Humanos de Nueva Zelanda protege a las mujeres que deciden dar el pecho en público, y es ilegal discriminar a una mujer por dar el pecho.
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