Aunque Francia se ha apoyado durante mucho tiempo en su sector servicios, en los últimos años ha reinvertido en su industria. También se proyecta hacia el futuro, impulsado por las nuevas tecnologías. El ambicioso plan de inversiones France 2030 pretende acelerar la transformación económica del país, fomentar el empleo y la innovación. El plan también pretende combatir el desempleo estructural que, a pesar de los numerosos intentos de reforma, sigue sin bajar.