Las formalidades administrativas al llegar a un nuevo país pueden ser bastante tediosas, especialmente cuando deben realizarse en un idioma desconocido. Aunque algunos países ofrecen servicios en inglés, estos a menudo son más superficiales que realmente útiles.
Países donde no deberías esperar usar inglés
Nuestra información proviene de un estudio de Alta (servicios de traducción), diversos testimonios en foros y el Índice de Competencia en Inglés de EF. Este índice clasifica a los países según su nivel de inglés, un recurso común para quienes no dominan el idioma local.
Japón
Aunque los formularios administrativos estén disponibles en inglés, no esperes que tus solicitudes se gestionen en este idioma, especialmente en interacciones verbales. Una encuesta reciente indica que solo entre el 15 % y el 28 % de la población japonesa habla inglés, ubicando a Japón en el puesto 92 de 116 países en competencia en inglés. Por ejemplo, al abrir una cuenta bancaria en Japón, es crucial contar con ayuda local. El proceso comienza con la obtención de un sello personal (印鑑, Inkan), necesario para sellar los documentos bancarios como firma. Este sello está disponible en tiendas, pero la práctica puede resultar confusa para muchos expatriados sin habilidades lingüísticas.
¿A qué se debe el uso limitado del inglés en Japón, un país reconocido por su excelencia educativa según la OCDE? Una razón puede ser que los métodos educativos se enfocan en la gramática más que en habilidades prácticas de comunicación. Por ello, es recomendable buscar ayuda local o aprender suficiente japonés para manejar estos procedimientos.
China
La situación en China es similar a la de Japón en algunos aspectos. La educación en inglés está creciendo, especialmente en grandes ciudades como Pekín, Shanghái y Cantón, que albergan numerosas escuelas internacionales que también atienden a estudiantes chinos. Sin embargo, esta tendencia está limitada principalmente a áreas urbanas. Se estima que solo entre 10 y 25 millones de personas, menos del 5 % de la población, hablan inglés, ubicando a China ligeramente por delante de Japón en el puesto 91 de 116 países. Las tareas administrativas se realizan predominantemente en mandarín, un idioma que no se habla uniformemente en varias provincias de China, donde prevalecen vibrantes dialectos locales usados entre familiares y amigos.
América Central y del Sur: Brasil, Ecuador, Colombia, México
En estos países sudamericanos, probablemente necesitarás español o portugués, particularmente en Brasil, para gestionar tareas cotidianas. El creciente interés turístico en estas regiones está comenzando a tener un impacto. Colombia, por ejemplo, está dejando atrás su reputación como un destino peligroso, con ciudades como Cartagena volviéndose populares entre los visitantes. A pesar de estos cambios, la región aún se encuentra en una etapa predominantemente turística, y el dominio del inglés no es lo suficientemente generalizado para manejar procedimientos administrativos sin problemas.
India
Curiosamente, India se clasifica con una "baja competencia" en inglés, aunque es el idioma oficial del antiguo colonizador. En algunas regiones, un tercio o más de la población habla inglés con fluidez; sin embargo, esto se limita típicamente a las áreas más urbanizadas como Bombay y a los grupos de ingresos más altos. En el resto del país, solo alrededor de uno de cada diez indios puede expresarse con fluidez en inglés. En cuanto a procedimientos administrativos, podrías arreglártelas en inglés, siempre que te adaptes a las diversas formas de "inglés indio", que tiene características fonológicas propias y un vocabulario ligeramente diferente.
Otros países donde necesitarás usar el idioma local
Según el índice mencionado, otros destinos populares entre expatriados con niveles bajos o muy bajos de competencia en inglés incluyen Vietnam, Indonesia, Turquía, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y varios países africanos como Senegal, Ruanda y Costa de Marfil. En algunos de estos lugares, el francés podría ser una alternativa viable. Es importante señalar que, incluso en países altamente calificados en competencia en inglés, el idioma no necesariamente se utiliza para procedimientos oficiales. Su uso a menudo depende de normas culturales, hábitos y la experiencia local con migrantes y expatriados.
Mantener el idioma local para formalidades administrativas: Explorando las razones
La competencia variable en inglés en diferentes países es solo uno de los muchos factores.
Posible complejidad en las traducciones
¡Traducir términos legales y administrativos puede ser un desafío! Algunos conceptos están estrechamente relacionados con el marco legal específico de un país, y traducirlos a otro idioma podría perder matices cruciales, como las diferencias entre "declaración jurada" y "afidávit" o "residencia" frente a "residencia fiscal". Las formalidades administrativas exigen un lenguaje preciso. Por ello, a menudo se prefiere usar el idioma local para minimizar malentendidos y mantener la consistencia en la documentación.
Fomentar la integración
Alemania cuenta con una fuerza laboral altamente internacional, y su población en general tiene un buen dominio del inglés. No obstante, a menudo se requiere el alemán para formalidades oficiales y empleo. Un informe reciente de la plataforma Indeed señaló que, de los millones de ofertas de empleo en Alemania entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, solo el 2,7 % indicaba que el alemán no era un requisito. En contraste, en los Países Bajos, el 7,8 % de las ofertas no requerían el idioma local, seguido por España con un 5,8 %, Francia con un 4,1 % e Italia con un 3,9 %. Estas estadísticas sugieren un esfuerzo deliberado por fomentar la rápida integración de migrantes y expatriados. En el ámbito laboral, exigir el idioma local también puede garantizar la claridad de los procedimientos y el cumplimiento de las normas locales.
Pragmatismo y orgullo nacional
En algunos países, existe la percepción predominante de que los recién llegados deben adaptarse al idioma local en lugar de esperar que los habitantes locales se adapten a otro. Este punto de vista a menudo está arraigado en una profunda apreciación del idioma nacional como un emblema de identidad.