Regresar a casa es un paso tan complejo como mudarse al extranjero, particularmente en la era de la pandemia del COVID-19. De hecho, según una encuesta realizada por Expat.com y April International, el 38% de los expatriados tienen la intención de regresar a su país de origen una vez que la crisis de salud mundial llegue a su fin. ¿Cuál es su motivación para hacerlo y cómo planean hacerlo? Aquí hay algunos consejos para una repatriación sin problemas.
¿Cómo empezar?
En primer lugar, enumera todas las razones por las que deseas regresar a casa. ¿Es para reunirte con tu familia después de experimentar esta crisis de salud mundial sin precedentes? ¿Es que tu visa expiró? Si este es el caso, considera consultar con tu embajada y las autoridades de tu país de acogida la posibilidad de renovar o extender tu visa hasta que las cosas mejoren. ¿Has perdido tu trabajo y ya no puedes permitirte perseguir tu sueño de vivir en el extranjero? ¿O es que no te sientes seguro, estar solo en tu país anfitrión y lejos de todos? Independientemente de la razón, no te apresures. Asegúrate de consultar con tu embajada sobre los trámites de repatriación, ya que podrías necesitar algún tipo de autorización. Además, ¿serás puesto en cuarentena a tu llegada? ¿Hay alguna tarifa que pagar? ¿Qué hay de tus pertenencias personales? ¿Planeas enviarlas de regreso a casa, venderlas o donarlas? ¿Qué hay de tu apartamento? En caso de incumplimiento de contrato, ¿recuperarás el depósito que le habías proporcionado al propietario? Asegúrate de encontrar las respuestas a todas estas preguntas antes de reservar tu viaje.
¿Qué hay de tu carrera?
¿Has pensado en lo que vas a hacer en tu carrera una vez que vuelvas a casa? ¿Ya has encontrado un trabajo o vas a buscar trabajo una vez que te hayas establecido? Puedes ser más afortunado si tu compañía te hubiera transferido al extranjero, pero si este no es el caso, no dejes que tu tiempo se pierda. Comienza a buscar nuevas oportunidades en este momento, teniendo en cuenta que podría ser bastante complicado dada la actual recesión económica y la crisis laboral. No dudes en consultar con tu red profesional y tu círculo social. ¿Has pensado en trabajar independientemente? Si todavía estás empleado, trata de ver si el trabajo remoto es una opción para tu empleador. Además, dado que probablemente hayas adquirido muchas habilidades y experiencia en el extranjero, ¿has considerado convertirte en tu propio jefe? Iniciar un negocio podría ser la respuesta a tus preguntas si te resulta difícil encontrar un trabajo en tu país de origen.
¿Dónde te vas a quedar?
¿Ya tienes un lugar para vivir en tu país de origen? ¿Tal vez en la casa de tus padres, de tu familia o con tus amigos hasta que encuentres un buen lugar para instalarte? La pandemia de coronavirus tuvo un impacto significativo en el mercado inmobiliario mundial, especialmente en los precios. De hecho, las salidas en muchos países significan que el alojamiento está disponible más fácilmente. Tal vez te gustaría alquilar un apartamento o una casa para ti y tu familia. Pero si tienes el presupuesto, considera invertir en bienes raíces. Según un estudio de Knight Frank, cada vez más expatriados buscan comprar propiedades en sus países a medida que bajan los precios y las tasas hipotecarias.
¿Qué pasa con la seguridad social?
¿Qué sucede si has sido despedido en tu país anfitrión y aún no has encontrado trabajo en tu país de origen? Puedes ser elegible para beneficios de desempleo a tu regreso. Sin embargo, asegúrate de preguntar sobre tu elegibilidad y las condiciones que debes cumplir con la embajada de tu país de origen. ¿Qué pasa con el cuidado de la salud? ¿Necesitas un seguro de salud? Obviamente, se recomienda que obtengas un seguro de salud privado tanto al mudarte al extranjero como al repatriarte.
¿Qué hay de tus hijos?
Repatriarte con tu familia puede no ser tan simple como crees. ¿Has pensado en tus hijos y su educación? Claro, es posible que hayas optado por la educación internacional para ellos, pero en términos de adaptación, no tomes las cosas a la ligera. Comienza explicándoles la situación de manera amable para que comprendan que la decisión que has tomado es de interés para todos. Los niños pueden tener dificultades para adaptarse a un entorno completamente nuevo y a nuevas personas. Con respecto al sistema educativo de tu país de origen, haz todo lo posible para garantizar una transición sin problemas para tu hijo que podría necesitar aprobar los exámenes de ingreso.
¡Finalmente en casa!
Una vez que te hayas repatriado con éxito, todavía tendrás que completar algunos trámites, como los procedimientos de aduana a la llegada o el envío de tus pertenencias. Además, recuerda registrarte en el departamento de impuestos para evitar multas. ¡Pero eso no es todo! La repatriación no significa necesariamente que las cosas volverán a ser como solían ser. Probablemente estés súper emocionado de reunirte con tus seres queridos después de atravesar la crisis del COVID-19 tan lejos por tu cuenta. Sin embargo, infórmales antes de visitarlos. Estarás de acuerdo en que esta experiencia en particular ha sido diferente para cada uno de nosotros, por lo que puede ser un poco difícil volver a conectar de una vez.