Comparar Madrid y Barcelona es abrir la caja de Pandora. No menos fuerte que la rivalidad existente entre sus dos principales equipos de fútbol, las dos ciudades compiten sin tregua por ser la vedette española en todos los terrenos. Las diferencias son muchas, principalmente, en el clima, la cultura, el estilo de vida o en el temperamento de sus habitantes.
Hay muchas cuestiones que entrarían en esta comparativa son de apreciación y valoración subjetiva: la arquitectura, el carácter de sus habitantes, la oferta cultural o el club de fútbol, resulta difícil ser objetivo. En aras de la imparcialidad, mejor lanzar el debate con datos de algunos estudios realizados fuera de España.
Rankings internacionales: Barcelona por delante
A tenor del informe Cities for the Best Work-Life, Barcelona es la octava ciudad del mundo en lo que respecta a las mejores urbes para vivir y trabajar, solo por detrás de Helsinki, Munich, Oslo, Hamburgo, Estocolmo, Berlín y Zurich. Mientras que Madrid ni siquiera aparece en el ranking de las 40 mejores ciudades en este estudio.
Según la clasificación propuesta en el Innovation Cities Index, Barcelona es la cuarta ciudad de Europa, por detrás de Londres, París y Berlín, y la 21.ª a nivel mundial según. Madrid aparece en el puesto 28.
En su estudio Decoding Global Talent 2019, The Boston Consulting Group, sitúa a Barcelona como la quinta ciudad a nivel mundial, en lo que se refiere a la atracción de talento en el ámbito digital, solo por detrás de Londres, Nueva York, Berlín y Amsterdam. Madrid está fuera del top 20. En esta misma línea de análisis la StartUp Heatmap Europe, coloca a Barcelona como tercera urbe preferida de Europa.
Dos temas decisivos: el clima y la lengua
Fuera de las clasificaciones, uno de los aspectos que más influyen en nuestra vida cotidiana, y muchas veces en nuestro humor, es el clima. ¿Qué diferencias hay entre Madrid y Barcelona? Si no eres muy amigo del frío tienes que saber que Madrid tiene un invierno más largo, y más frío Barcelona. En Madrid puede nevar varias veces en invierno, no en Barcelona.
Por el contrario la lluvia es más frecuente en la capital catalana, y aunque tiene un promedio de horas de sol al año muy alto y cercano al de Madrid, los meses de octubre, enero y febrero suelen ser húmedos y lluviosos.
Hay un elemento geográfico que opone a las dos ciudades: el mar. Su impacto se hace sentir en el clima y en la fisonomía de las dos ciudades. Barcelona es una ciudad que vive de cara al mar, con un litoral de playas de varios kilómetros y barrios de marcado carácter marítimo, como la Barceloneta y el Port Olímpic. Sentarse frente al mar, hacer deportes náuticos o disfrutar de un atardecer en un terraza del paseo marítimo con amigos, sin tener que coger el coche, solo lo podrás hacer en Barcelona.
Madrid, situada en el centro de la península, se beneficia de mejores conexiones con el resto de ciudades del país. Desplazarse desde Madrid a cualquier otro punto de la geografía española tomará menos tiempo, por lo que descubrir el resto de España, teniendo como base Madrid, es más práctico.
Otro de los aspectos claves que diferencian las dos ciudades es la cultura y su elemento más significativo: la lengua. Barcelona es la capital de Cataluña, donde el catalán es, junto al español, lengua oficial. Si bien los habitantes de Barcelona no tienen por lo general ningún problema para usar el español cuando se dirigen a personas que no hablan o comprenden catalán, se debe estar predispuesto a hacer un esfuerzo, si es que uno desea integrarse, por aprender al menos en la compresión la lengua propia del país.
Madrid, la más fiestera y también la que manda
En lo que se refiere al ocio y la fiesta, por el contrario, solo hay buenas noticias. Las dos ciudades son conocidas por ofrecer una gran variedad de opciones. Restaurantes, bares y locales nocturnos, tantos y tan variados, que se necesitan varias vidas y mucho dinero para poder explorarlos todos.
Sin embargo, los que han vivido en las dos ciudades, coinciden en señalar, que Madrid no descansa ni una sola noche. Los madrileños no esperan al fin de semana para salir de copas con los amigos y la animación nocturna en los barrios de moda los días de la semana es mucho mayor que en Barcelona. Esto hace de los madrileños gente más abierta y propensa a entablar conversación con cualquiera que se encuentren en la barra.
Con todo lo anterior, no hay que olvidar que Madrid es la capital del estado, por lo que las principales decisiones políticas y económicas son tomadas allí. Alberga también las sedes de las principales compañías nacionales e internacionales. Concentra igualmente el grueso de la producción cinematográfica y audiovisual para el conjunto del país. En definitiva, Madrid, en comparación con Barcelona, tiene mucho mayor peso político y económico.