Si acaba de jubilarse o está a punto de hacerlo, es posible que se haya planteado un cambio de aires para el resto de su vida. Pero jubilarse en el extranjero no consiste sólo en elegir un destino en función del estilo de vida que desee tener. En esta época de pandemia, he aquí algunos pasos cruciales en los que probablemente no haya pensado.
Evalúe sus necesidades sanitarias
Probablemente ya haya investigado los incentivos para los jubilados extranjeros, el bajo coste de la vida, el clima agradable, las opciones inmobiliarias, etc. ¿Pero ha pensado en su salud, por ejemplo? Obviamente, es necesario que contrate un seguro médico para expatriados antes de mudarse, pero asegúrese de obtener la mejor oferta en caso de que necesite atención de urgencia. ¿Son accesibles las instalaciones sanitarias de su nueva ciudad y cumplen sus expectativas? ¿Puede acogerse al sistema sanitario local, o tendrá que volver a su país de origen o trasladarse al extranjero para obtener una asistencia sanitaria más asequible? ¿Cubre su seguro médico la atención sanitaria que pueda necesitar en el extranjero? Además, tanto si se muda solo como con su pareja, asegúrese de tener a mano una lista de contactos de emergencia. Más vale prevenir que curar.
Evalúe sus compromisos financieros y fiscales
Si piensa pasar el resto de su vida en el extranjero, asegúrese de contar con el presupuesto adecuado. Por ejemplo, si recibe una pensión del extranjero, asegúrese de que será suficiente, según su situación, si se muda solo o con su pareja. Preste especial atención al tipo de cambio y al coste de la vida en el país de acogida. Compruebe si tiene alguna obligación financiera o fiscal en su país de origen o en el de acogida. Seguramente no querrá tener sorpresas desagradables en el futuro, como penalizaciones en los préstamos bancarios o en cualquier crédito.
¿Comprar o alquilar una vivienda?
¿Cuáles son sus medios y expectativas en cuanto al alojamiento? ¿Tiene más sentido comprar una propiedad que alquilarla a largo plazo, teniendo en cuenta que es posible que no pueda pedir un préstamo bancario en su país de acogida una vez que se haya jubilado? ¿Es más rentable comprar que alquilar? ¿Cuáles son las ventajas de comprar una propiedad en el país de acogida? Por ejemplo, algunos países ofrecen la residencia permanente o incluso la ciudadanía a cambio de una inversión inmobiliaria, así que asegúrese de informarse. ¿Y la propiedad que posee en su país de origen? ¿Está pensando en alquilarla o venderla para poder comprar su nueva casa o conservarla como legado para un ser querido? En el caso de las transacciones inmobiliarias, ya sea en su país de origen o en el extranjero, tenga en cuenta que puede haber impuestos y otros gastos además de los notariales.
Planificación de la herencia
Tener una propiedad en el país de acogida es bueno, sobre todo si se traslada con su cónyuge o pareja. Pero, ¿ha pensado en el futuro? La herencia es algo que la gente tiende a pasar por alto cuando se jubila en el extranjero, especialmente si se muda sola. Asegúrese de conocer las leyes de su país de acogida sobre la herencia. Si tiene familia en su país de origen, tal vez sea más conveniente redactar un testamento. Compruebe si existe algún impuesto de sucesiones en su país de acogida para evitar molestias a sus herederos. Si tiene propiedades tanto en el extranjero como en su país de origen, compruebe si le basta con un solo testamento o si necesita hacer más testamentos en función de los países de propiedad.
Planificar el fallecimiento en el extranjero
La muerte no es una cuestión agradable a abordar pero que es mejor planificar. A no ser que se traslade con su pareja o cónyuge o se haya vuelto a casar en el extranjero, es buena idea pensar en cómo quiere que sean sus funerales. ¿Prefiere que se celebren en su país de acogida o prefiere que le repatríen? En cualquier caso, asegúrese de haber encargado esta delicada tarea a alguien de confianza: la familia, su cónyuge o pareja, o un amigo muy cercano. Si prefiere ser repatriado, asegúrese de que su seguro lo cubra, porque ese procedimiento puede suponer un coste considerable. Si quiere que su funeral se celebre en su país de acogida, asegúrese de conocer los ritos y costumbres y las leyes y protocolos relativos a la muerte de expatriados.
Tenga a mano sus documentos esenciales
Asegúrese de informar a una persona de confianza de dónde ha guardado sus documentos de identidad, como el pasaporte, el justificante de domicilio, el permiso de residencia, el contrato de seguro, el testamento y el plan funerario, si lo tiene, por si acaso. Además, asegúrese de que sus seres queridos tengan los datos de contacto de la embajada o consulado más cercano a su domicilio para que puedan informarse más fácilmente sobre los siguientes pasos.
La emoción de empezar una nueva vida en el extranjero puede hacer que te olvides de estos pasos que pueden ser cruciales a largo plazo. Incluso es mejor pensar en ellos antes de retirarse al extranjero. Por ello, le aconsejamos que busque asesoramiento jurídico si tiene dudas o simplemente al planificar su jubilación en el extranjero.