Hace 17 años que llegué a Camboya y entonces la gente asociaba al país con las minas anti-personales, dejadas por la guerra... el país estaba infectado con ellas, dejando centenares de personas mutiladas. En la actualidad ese ya no es un problema relevante pues se ha hecho un gran esfuerzo en limpiar el país. Cuando vine esa idea hacía que la gente tuviera temor de venir.
Ahora el estereotipo es que Camboya es un país muy pobre. En efecto lo es, pero muchas personas pueden pensar en una gran miseria. Pero la realidad es que Camboya crece económicamente y se ve de alguna manera un desarrollo. Cuando yo vine no habían carreteras, el 70 % de los niños no iban a la escuela y había hambre y enfermedades por doquier. Aún hay mucho qué hacer, pero las cosas van progresando mal que bien y el turismo ha contribuido mucho. Lo que no parece mejorar es la actitud de la gente de tirar basura doquier.