Cada vez más numerosa, cada vez con más peso, la comunidad latinoamericana saca músculo y exhibe su capacidad de adaptación en Canadá.
Una comunidad que no deja de crecer
Cada día son más los latinoamericanos residentes en Canadá y es una de las comunidades más dinámicas, aportando generación tras generación más al gigante norteamericano. A día de hoy no se disponen de cifras oficiales, en 2016, la cifra oficial era de 640.000 pero tras un reajuste del censo, se estimó que superaban el millón.
La comunidad latinoamericana no ha dejado de crecer desde las primeras olas migratorias importantes en los años 80 del pasado siglo. El periodo entre 2001 y 2006 ha sido hasta la fecha el de mayor incremento de población latina, con una subida del 40,2% respecto al censo realizado entre 1996 y 2001, donde se registró una aumento del 22,6%.
Un crisol de nacionalidades
Según el censo de 2016 los mexicanos conforman la comunidad más numerosa (80.585 residentes), seguidos de cerca por Colombianos (70.035). A una cierta distancia se sitúa la comunidad salvadoreña (48.075), la peruana (29.620) y la chilena (26.705). La cominidad que más ha crecido en el último decenio es la venezolana que pasó de 16.005 a solo 5 años (un crecimiento del 30%). El número de argentinos residentes es de 19.425.
Las principales características de la comunidad latina
La mayoría ha nacido fuera de Canadá, apenas el 20% forman parte de la primera o segunda generación ya con nacionalidad canadiense por nacimiento. La inmensa mayoría de los latinoamericanos residen en Ontario (251.875), provincia a la que sigue Quebec (110.595), y Alberta (56.535), también hay una gran comunidad en British Columbia. Por lo general optan por las grandes ciudades, principalmente Toronto, Montreal, Vancouver, Calgary, Edmonton y Ottawa. Otra de las características es que es una población más bien joven, siendo la franja de 25 a 44 años la que repunta en la curva demográfica. Con respecto al sexo, son ligeramente predominantes las mujeres a los hombres.
Una de las características definitorias es su diferenciación lingüística. En su inmensa mayoría conservan el español como lengua, incluso en la segunda y tercera generación, lo que no les impide tener excelentes competencias en alguna de las lenguas oficiales del país (inglés o francés). Esta ductilidad lingüística está detrás de su rápida integración tanto social como laboral. Nada tiene extraño el hecho de que la religión preponderante en la comunidad es la católica, pero se ha observado una tendencia a la baja en los últimos años.
Si bien la mayoría viven en familia, cada vez son menos los que manifiestan voluntad de casarse y formar una, o al menos este deseo llega más tarde. Destaca también el hecho de que son muchos los que disponen de diploma universitario, un porcentaje que es mayor al de la media del país.
Con respecto a su inserción en el mercado laboral, son sin duda un modelo de éxito, ya que los porcentajes de integración y desempleo son muy similares a los globales. Sin embargo sus ingresos son inferiores, debido a que en muchos casos, deben optar por trabajos menos remunerados. Principalmente los encontramos en el sector servicios, en las industrias y el sector primario.
Problemas para establecer un censo fidedigno
Y es que se ha constatado que los censos de población hacen frente a una importante dificultad a la hora de revelar el número exacto de latinoamericanos (y descendientes) residentes en el país. Los problemas de definición de comunidad en los cuestionarios del censo representan el principal obstáculo para disponer de cifras fieles a la realidad.
En este sentido, los métodos de autoidentificación plantean un desafío para la medición de la población. Según la encuesta sobre los latinoamericanos canadienses (Armony, 2014) las comunidades latinas de Canadá tienden a definirse en función de la ascendencia, el idioma y el lugar de origen.
Aunque los latinoamericanos siguen estando infrarrepresentados en las estadísticas oficiales canadienses, algunos cambios recientes fueron de vital importancia para empezar a corregir las cifras canadienses. Una reclasificación del censo de 2016 adoptó la definición del Congreso Hispano Canadiense, incluyendo a aquellos que tienen un solo padre hispano. Tras la reclasificación, la población total que rondaba los 640.000 habitantes aumentó a más de un millón. Sin embargo, el mayor reto que queda por delante, es debatir las categorías de raza y etnia en el censo canadiense.
Enlaces de interés: