Adaptarse a la vida en el extranjero significa adaptarse no sólo a una nueva cultura, sino también a un nuevo entorno natural, incluidos sus riesgos. ¿Cómo prepararse cuando al mudarse a un país que suele sufrir catástrofes naturales? ¿Dónde buscar información y ayuda en caso de catástrofe?
Evalúe la vulnerabilidad de su país de expatriación
A medida que el cambio climático se acelera, muchos lugares de destino para expatriados son cada vez más vulnerables a las catástrofes naturales. Antes incluso de coger el avión, deberías investigar sobre la vulnerabilidad de tu nuevo país al cambio climático y la frecuencia de las catástrofes naturales. Así sabrá qué medidas de precaución debe tomar.
Los países del Cinturón de Fuego del Pacífico (Asia oriental, la costa occidental del continente americano, Nueva Zelanda y las islas del Pacífico) son vulnerables a las erupciones volcánicas, los terremotos y los tsunamis. Las islas pequeñas, como las Maldivas y Mauricio, son vulnerables a las inundaciones, especialmente a lo largo de la costa, donde los expatriados pueden elegir vivir para estar cerca de la playa. Una gran parte de Australia es vulnerable a los incendios forestales, que se vuelven incontrolables por el cambio climático. Europa, China y otras partes del mundo han sufrido en los últimos años intensas olas de calor, también provocadas por el cambio climático. Estos son sólo algunos ejemplos de riesgos climáticos en diferentes partes del mundo.
Cómo prepararse para una catástrofe natural
Los países vulnerables a las catástrofes naturales suelen contar con un sistema de gestión de catástrofes para minimizar los daños y permitir que la vida vuelva a la normalidad lo antes posible tras la catástrofe. Por ejemplo, las escuelas y ciudades japonesas organizan periódicamente simulacros de terremotos: la gente, incluidos los niños, aprende a agacharse para refugiarse cuando suenan las alarmas, a organizar a los compañeros para que salgan de los edificios de forma segura, a utilizar los extintores y a prestar primeros auxilios. La mayoría de los edificios del país, incluso los rascacielos, también se construyen a prueba de terremotos: es más probable que las estructuras se balanceen que se derrumben.
Por citar otro ejemplo de preparación ante las catástrofes, las autoridades australianas han creado Emergency WA (Australia Occidental), un sitio web que muestra en un mapa la información más reciente sobre cualquier peligro en la región, ya sea natural o provocado por el hombre, incluso señales tempranas como pequeños incendios forestales. La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) de Estados Unidos tiene una aplicación similar que se puede descargar y que no sólo hace un seguimiento de los fenómenos meteorológicos en tiempo real, sino que también te muestra los refugios de emergencia de tu zona. Debería comprobar si su país de expatriación dispone de recursos tecnológicos similares. Por supuesto, también debería seguir siempre de cerca la información meteorológica de su país de expatriación a través de canales tradicionales como la televisión y la radio.
Al comprar o alquilar una casa en una región de riesgo, debe contratar un seguro de hogar o de alquiler que cubra las catástrofes naturales que puedan ocurrir allí. Los incendios, los tornados y los daños causados por la nieve suelen estar cubiertos por los planes de seguro estándar, según Investopedia, pero los terremotos y las inundaciones no. Los daños causados por el agua en caso de rotura de una tubería están incluidos en un plan estándar, pero eso se considera diferente de las inundaciones como desastre natural. Por tanto, deberías contratar una póliza adicional de inundación o terremoto además de tu seguro estándar. Estas pólizas son costosas, pero algunas están subvencionadas por el Estado en regiones de alto riesgo. Por ejemplo, el Programa Nacional de Seguros de Inundación de Estados Unidos subvenciona algunos seguros de inundación. En Japón, el seguro contra terremotos puede adjuntarse a su plan de seguro contra incendios.
También es importante tener un kit de emergencia en tu casa y en tu coche. ¿Qué debe haber en ese kit? La Cruz Roja y la campaña "Ready" del gobierno estadounidense recomiendan tener agua potable, una semana de alimentos listos para comer y no perecederos (por ejemplo cecina, comida en conserva), un abrelatas, una navaja suiza y otras herramientas como llaves inglesas, una linterna, un teléfono móvil con cargadores, una radio portátil a pilas, pilas de repuesto, un botiquín de primeros auxilios, la medicación esencial para una semana, ropa de abrigo y calzado resistente, una manta, máscaras contra el polvo (para filtrar el aire contaminado), un silbato (para pedir ayuda), láminas de plástico y cinta adhesiva (para crear un refugio), toallitas húmedas (higiene personal), bolsas de basura, un mapa de la zona, una copia de los documentos personales (p. ej. g., pasaporte, comprobante de domicilio, documento de identidad, pólizas de seguro), información de contacto de la familia y de emergencia, y algo de dinero extra en su kit de emergencia.
Lo mejor es tener un segundo kit de emergencia en el coche por si no es posible entrar en la casa para recuperar el primero. Deberías tener ya localizadas las vías de escape dentro de tu casa en caso de incendio o inundación. Tu familia también debe decidir un punto de encuentro (localizable en el mapa de emergencias) en caso de que os separéis durante la catástrofe.
A quién dirigirse para obtener información o ayuda
También puedes informarte en la embajada de tu país y en la empresa (sobre todo si te destinan al extranjero con un paquete para expatriados) sobre sus planes de evacuación. Debes dejar tu dirección e información de contacto en la embajada para que sepan dónde encontrarte en caso de emergencia.
Además de tener el número de la policía local y de los servicios de bomberos, guarde también en su kit de emergencia el número de organizaciones de ayuda como la Cruz Roja y UNICEF. La organización de la comunidad también es crucial: únete a grupos de ciudadanos en las redes sociales que puedan ayudarse mutuamente durante las emergencias. La experiencia de otros expatriados puede ser una rica fuente de información, sobre todo cuando las autoridades locales no proporcionan directrices suficientemente claras.
Por ejemplo, en el foro de Expat.com, Camie127, un haitiano-estadounidense que buscaba información sobre cómo mudarse a la República Dominicana, pidió consejo sobre cómo elegir una zona en la que sea menos probable que se produzcan terremotos. Camie127 había sufrido un TEPT (trastorno de estrés postraumático) tras el terremoto de 2010 en Haití y no le gustaría revivirlo. Otros expatriados en la República Dominicana le aconsejaron que se trasladara al norte de la isla, así como que eligiera una casa de reciente construcción, ya que las casas antiguas no se construyeron de acuerdo con las (relativamente nuevas) normas de protección antisísmica.
En otro hilo del foro de Expat.com, los expatriados en Filipinas comparten sus experiencias para aprender a reconocer las señales de un terremoto. Por ejemplo, Nz0, un expatriado francés que vivía en Filipinas en 2016, dice que al principio pensó que los leves temblores eran su propia migraña o indigestión. Este tipo de relatos de primera mano aportan información matizada que es difícil de encontrar en las guías generales, como prestar atención a temblores que en un principio podrían parecer banales.
Recuperación de una catástrofe natural
Experimentar catástrofes naturales puede ser muy traumático, hasta el punto de provocar TEPT (trastorno de estrés postraumático), ansiedad y depresión. Esto ocurre especialmente si una persona ha perdido a su familia, amigos o propiedades importantes durante el desastre o si ha tenido una experiencia cercana a la muerte.
Los expatriados suelen plantearse volver a casa o mudarse a otro país (o región) tras estas experiencias. Por ejemplo, en el foro de Expat.com, pby92, un expatriado francés en Filipinas, dice que despertarse con su cama temblando "como en un remake del Exorcista" durante un terremoto le hizo considerar seriamente la posibilidad de mudarse a Tailandia. Otro expatriado en Filipinas, coach53, originario de Suecia, dice que ha elegido vivir en Palawan en lugar de en las otras islas/provincias del archipiélago porque ha experimentado terremotos menos intensos.
Las memorias Wave: Life and Memories after the Tsunami, de la economista de Sri Lanka Sonali Deraniyagala, es una lectura recomendada para conocer el proceso de duelo tras sufrir una catástrofe natural. Deraniyagala sufrió una pérdida extrema: perdió a sus padres, a su marido y a sus dos hijos, a toda su familia, durante un tsunami en la costa de Sri Lanka en 2004. Si se experimenta un TEPT tras una catástrofe natural, se recomienda buscar ayuda profesional de un terapeuta. Tras las grandes catástrofes naturales, las autoridades estatales y las ONG suelen ofrecer terapia de forma gratuita.
En cuanto a la financiación, después de haber sido afectado por una catástrofe natural, es probable que tenga derecho a recibir subsidios, subvenciones y préstamos. Por ejemplo, en Australia, si puede demostrar que sus ingresos se han visto afectados por una catástrofe natural a corto plazo, puede recibir un subsidio de recuperación por catástrofe (DRA) durante 13 semanas.
En Estados Unidos, puede recibir un préstamo con tipos de interés bajos -llamado préstamo para catástrofes de la Administración de Pequeñas Empresas (SBA)- para reconstruir su pequeña empresa después de una catástrofe natural, así como una desgravación fiscal cuando presente sus formularios anuales del IRS. Es decir, si su región ha sido declarada zona de gran catástrofe por el gobierno federal de EE.UU., podrá deducir sus pérdidas estimadas en su próxima declaración de la renta.
Tras el desastroso terremoto y tsunami de 2011, el gobierno japonés puso en marcha el plan de creación de empleo "Japón como uno" para ayudar económicamente a los afectados. Las víctimas fueron empleadas en proyectos públicos de reconstrucción y las empresas recibieron subvenciones para contratar a las víctimas, entre otras medidas. También se amplió la prestación del seguro de empleo, que proporciona un subsidio a las personas que han perdido su trabajo por razones ajenas a su voluntad (en este caso, una gran catástrofe natural).
Aunque una catástrofe natural es una experiencia difícil de vivir, con el sistema de apoyo adecuado, y dependiendo de la magnitud de las pérdidas/daños sufridos, a menudo puedes recuperarte de ella tanto emocional como económicamente. Y en los casos en los que no se puede recuperar del todo, lo más importante es conseguir al menos reanudar una vida bastante normal.