Expatriados y no fiscalidad: los mejores destinos
Como era de esperar, los mejores destinos para evadir impuestos se encuentran en los países del Golfo y el Caribe. En los Emiratos Árabes Unidos (EAU), los expatriados están exentos del impuesto sobre la renta. Tampoco pagan el impuesto sobre las plusvalías ni el de sucesiones. Bahréin, Kuwait, Qatar y Omán tienen políticas similares, y en Arabia Saudí los expatriados no pagan impuesto sobre la renta.
Al igual que en los países del Golfo, los expatriados que viven en Bahamas están exentos del impuesto sobre la renta y de otros impuestos sobre plusvalías o sucesiones. Lo mismo ocurre con los que viven en Bermudas, siempre que tengan permiso para trabajar allí. Las Islas Caimán también eximen a los expatriados de cualquier impuesto personal.
En Europa, destaca una única jurisdicción: Mónaco. Situado no lejos de la ciudad de Niza, al sur de Francia, se encuentra el peñón monegasco, famoso por eximir de impuestos personales a sus expatriados ultra adinerados. Otros destinos que ofrecen ventajas fiscales a los expatriados son Antigua y Barbuda, Brunei, Luxemburgo y los Países Bajos. En Estados Unidos, Florida, Texas, Washington o Alaska no recaudan impuestos sobre la renta.
La polémica de los paraísos fiscales
Un paraíso fiscal se define como un Estado que ofrece ventajas fiscales a los no residentes que invierten en su territorio. En 2023, las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán, Luxemburgo y algunos estados estadounidenses se consideran paraísos fiscales. Sin embargo, esta lista varía según el país. Por ejemplo, Suiza, Emiratos Árabes Unidos o incluso Mónaco se encuentran en una zona gris. Algunos siguen considerándolos paraísos fiscales, mientras que otros no.
Por ejemplo, en 2019, Suiza fue eliminada de la lista de paraísos fiscales de la Unión Europea (UE). Pero en noviembre de 2022, una delegación del Parlamento Europeo que visitó Suiza consideró que, a pesar de sus esfuerzos, la Confederación Helvética sigue siendo "un paraíso del secreto fiscal". Para la OCDE y la UE, Mónaco ya no es un paraíso fiscal en sentido estricto, sino una jurisdicción "sin imposición directa" que ofrece importantes ventajas a sus expatriados ricos. Sin embargo, muchos siguen considerando a Mónaco un paraíso fiscal, al igual que a los Emiratos Árabes Unidos, aunque a estos últimos les encantaría darse una nueva imagen. En competencia directa con Arabia Saudí, los EAU quieren erigirse en polo de atracción de expatriados ricos. Pero al mismo tiempo, el país también necesita ser visto como un Estado cumplidor y, en consecuencia, a partir de junio de 2023, los EAU cobrarán por primera vez un impuesto a las empresas. Sin embargo, ese impuesto será tan bajo como el 9% para seguir atrayendo a los inversores extranjeros.
¿Impuestos sobre las ganancias de los expatriados?
En Egipto, una controversia fiscal se extendió tan rápidamente que el gobierno tuvo que emitir rápidamente un comunicado de desmentido. El debate se inició a principios de mes, cuando los medios de comunicación locales se hicieron eco de una propuesta del Vicepresidente del Senado, Abu Shoka. Al parecer, el político sugirió que el Estado podría deducir un porcentaje de los salarios de los egipcios que viven y trabajan en el extranjero. La noticia conmocionó a la comunidad egipcia en el extranjero y, ante la magnitud de tal polémica, Shoka tuvo que retractarse de la propuesta ese mismo día. Sin embargo, ya era demasiado tarde para detener la ola de ansiedad que se apoderó de los expatriados egipcios. Muchos se preguntan por qué deben pagar un impuesto en Egipto por trabajar en el extranjero. Para ellos, la medida es tanto más injusta cuanto que contribuyen a la economía egipcia enviando de vuelta parte de su salario (sobre todo en forma de fondos enviados a sus familias).
La ministra de Emigración y Expatriados, Soha El-Gendy, reaccionó al día siguiente del incidente: "No, el gobierno no tiene intención de gravar los salarios y ganancias de los expatriados egipcios". Abu Shoka también confirmó que el país no mermará los ingresos de sus expatriados. Al contrario, Egipto seguirá protegiéndolos, ya que se consideran un "activo nacional".
De hecho, entre 12 y 14 millones de egipcios trabajan en el extranjero y aportan mucho dinero. Según el Banco Central de Egipto, en 2021-2022 inyectaron de nuevo en el país 31.900 millones de dólares. Aunque el Banco Central observa un ligero descenso de las remesas para el ejercicio 2022-2023, confirma la importancia vital de este flujo financiero. Las reservas del país van en aumento; alcanzaron los 34.300 millones de dólares el pasado mes de febrero.
¿Los impuestos bajos o nulos suponen un ahorro para los expatriados?
La crisis inflacionista de 2022 ha disparado los precios de los bienes y servicios de consumo. Incluso en los países que no cobran IVA y en algunos países de fiscalidad favorable, el coste de la vida se encarece y alcanza nuevos máximos. Para vivir en las Islas Caimán, Mónaco o las Bahamas, hay que tener unos ingresos sólidos.
Otros Estados imponen condiciones estrictas: para residir en Bahréin, los expatriados deben poseer propiedades por valor de 530.000 dólares como mínimo. Los expatriados jubilados deben tener unos ingresos mensuales de al menos 10.500 dólares. Otros países pueden imponer tasas; no se consideran impuestos, pero no dejan de ser un coste adicional. Qatar, por ejemplo, no impone un impuesto sobre bienes inmuebles, pero el gobierno puede cobrar una tasa de registro por la propiedad adquirida.
En el juego de la optimización fiscal, primero hay que asegurarse de tener las cartas adecuadas en la mano. Los ganadores son, sobre todo, los que tienen un cierto nivel de ingresos. Cuando invierten en el extranjero, no apuestan por unos ingresos indispensables para su supervivencia, sino por unos ingresos que están dispuestos a perder. Ésta es una de las reglas básicas para invertir protegiendo el capital. Por lo tanto, no es necesariamente necesario trasladarse a países de baja fiscalidad para ahorrar dinero. Aunque los campeones de la fiscalidad, como Dinamarca, Francia o Bélgica, se esfuerzan por atraer a los expatriados ricos, sigue siendo posible ahorrar allí, sobre todo aprovechando las medidas de exención fiscal establecidas.