The unbreakable bond between moving abroad and returning home
First, let's address a common misconception: returning home does not indicate failure. Living abroad can, in fact, include trips back to your home country. An expat is not obligated to leave their homeland forever. If homesickness becomes too intense or you long to reconnect with loved ones beyond just video calls, considering a trip home is sensible. This desire to return from vacation does not necessarily signal a problem. Sometimes, all is well, but the need to reconnect with your roots, memories, and loved ones becomes a new priority.
Sin embargo, es importante no apresurarse con tus planes de viaje. El momento es crucial. Recuerda que no estás solo en este viaje; considera los sentimientos de tu pareja sobre la mudanza. Las parejas a menudo experimentan la vida en el extranjero de manera diferente. Esto no es inesperado, ya que incluso las parejas que no son expatriadas enfrentan dinámicas similares. Puede que vivan juntos, pero tienen vidas, personalidades y enfoques distintos. Escucha tanto tus necesidades como las de tu pareja.
Sabes que es hora de regresar a casa por unas vacaciones cuando:
- Las conversaciones familiares de 10 minutos se convierten en charlas de 3 horas.
- La frecuencia de las llamadas aumenta de dos veces por semana a dos veces al día.
- Estás más al tanto de las noticias de tu país de origen que de tu país anfitrión.
- Has acumulado una fatiga que nada parece aliviar.
- Necesitas recargar energías con tus seres queridos.
- Sueñas con tu ciudad natal.
- Todos tus planes de vacaciones apuntan hacia tu país de origen.
- Quieres dar un paso atrás para apreciar mejor el viaje.
- Quieres reevaluar tu decisión de mudarte al extranjero.
- Extrañas a tu familia y amigos.
Equilibra las expectativas al planear tus vacaciones
Considera los compromisos necesarios antes de partir hacia unas vacaciones de regreso a casa. Has decidido visitar la casa de tu familia, pero ¿cómo se organizará el viaje? ¿Te acompañará tu pareja? ¿Ambos son libres para ir en las fechas elegidas? ¿Tendrás la oportunidad de visitar tanto a tu familia como a la familia de tu pareja? Ten en cuenta que puede que no sea posible tener las vacaciones ideales en el momento que prefieras. Revisa tu contrato de trabajo en el extranjero y comprende tus derechos de vacaciones y los de tu pareja.
¿Cuánto tiempo planeas quedarte? Los compromisos son esenciales, dependiendo de lo que tu empleador en el extranjero permita. También considera el horario de tu pareja. ¿Podrían retrasarse tus planes de vacaciones unos meses? ¿Preferirías salir inmediatamente por un corto período, incluso si es solo, o esperar para disfrutar de un descanso más largo en casa? Todas estas consideraciones requieren una comprensión clara de tus objetivos y escuchar tus propias necesidades. Algunos expatriados se sienten cómodos esperando años para organizar unas vacaciones largas con su pareja en su país de origen, mientras que otros, abrumados por la nostalgia, optan por viajes más cortos y inmediatos, a veces viajando solos si los horarios no se alinean. No hay una solución única; el mejor plan será el que funcione tanto para ti como para tu pareja.
Cómo lidiar con la nostalgia como pareja expatriada
Sadness, discomfort, fatigue, feeling melancholic – no one is immune to homesickness, but outsiders often fail to understand this feeling. Living abroad is still widely perceived as an invariably idyllic adventure, laden with persistent stereotypes about the expat lifestyle. Yet expats often face the same daily routines as everyone else – commuting, working, sleeping – just in a different environment. Rest assured, feeling nostalgic can be comforting as you remember the “good old days” fondly. But when nostalgia turns to melancholy, it can distort your perception of reality, making your expat life seem monotonous and joyless.
To combat homesickness, it's crucial to open up. You have one significant advantage: your partner. You are not alone, and discussing your feelings is vital. Communication is not only essential to maintaining a relationship, but it is particularly critical in expatriation. Share your emotions and seek support from your partner. Spend quality time together exploring new activities, socializing with friends, and meeting new people in your host city. Keep in touch with your loved ones back home. Use these experiences to assess your feelings of homesickness and, together with your partner, decide whether it's time to return home for a break.
Remember, returning home should not be seen as a failure. Feeling guilty will only diminish the enjoyment of your visit. Instead, see these trips as a celebration – a welcome return to your roots that provides the perspective needed to continue your expatriation journey.