Preséntate. ¿De dónde eres? ¿Cuánto hace que vives en tu nuevo país? ¿Cómo te ganas la vida?
Soy Thelma, nací en Buenos Aires (Argentina), y vivo en Paris desde hace tres años. Trabajo como guía turística y como consultora para inmigrantes y expatriados en Descubriendo Paris, y en mi tiempo libre diseño juguetes y artículos de decoración en crochet que vendo en forma independiente.
¿Por qué decidiste cambiar de país?
Me mudé por motivos personales, pero París es la ciudad de mis sueños. Y si bien nunca voy a ser "parisina" aquí estoy muy bien y lo agradezco cada día.
¿Qué trámites y formalidades has tenido que hacer para instalarte?
Como europea (italiana) los trámites principales, en los que se basó todo lo demás, fueron: solicitar una atestación de EDF (electricidad) para poder probar mi domicilio e inscribir a mi hijo en la escuela publica; abrir una cuenta bancaria para tener mi RIB y administrar mis finanzas; tramitar mi seguro social en cuanto entré a mi primer trabajo, para tener cobertura médica y además formar parte del sistema francés. Después hice muchísimos otros trámites, todos tendientes a mejorar la calidad de vida.
¿Cómo fue tu instalación?
La instalación fue lenta y complicada. A veces sentía que daba dos pasos adelante y uno atrás, pero al principio es así, prueba y error y siempre tratar de seguir adelante.
¿Has tenido dificultades para adaptarte: la gastronomía, las costumbres, el clima...?
Lo que más me costó fue descubrirme a mí misma en este nuevo contexto. No voy a decir que renací porque sería bastante exagerado, pero cambié de ciudad, de idioma, de estado civil y de trabajo, y todo en tan poco tiempo, que tuve que aprender a volver a caminar en mis zapatos.
¿Lo que más te sorprendió?
Lo que más me sorprendió fue la reacción de la gente ante mi mudanza. Mucha gente se tomó de forma personal que yo viniera a París e hiciera mi vida acá. No puedo meter a todos en una misma bolsa, pero hubo reacciones realmente sorprendentes.
¿Cómo has conseguido trabajo?
Empecé trabajando como periodista y community manager, actividades que venía desarrollando desde antes de mudarme a Francia. Pero con el tiempo empecé a especializarme en París, tanto hacia el turista como hacia inmigrantes y expatriados. Fue así que surgió la idea de organizar tours en la ciudad, en lo que finalmente me profesionalicé creando recorridos que combinan los lugares famosos, que son los íconos de París, con detalles insólitos y callecitas desconocidas que tienen un encanto secreto o alguna leyenda para ofrecer.
¿Cómo has encontrado un alojamiento?
Gracias a mi experiencia anterior en el rubro inmobiliario pude ajustar mis parámetros de búsqueda a lo que ofrece el mercado en Paris, que no tiene nada que ver con el de Buenos Aires. Concretamente armé un buen dossier y busqué sobre todo en seloger.com
¿Es fácil hacer nuevos amigos? ¿Algún consejo?
No es fácil pero tampoco es imposible. Hay que estar abierto, generar uno mismo las situaciones y ser muy perceptivo en cuanto a las costumbres y los códigos propios de cada grupo.
Venga mójate: lo mejor y lo peor.
Lo mejor es la gente, aunque claro que París es HER-MO-SA y no me canso de recorrerla. Lo peor, la carne. Ya sé que parece un lugar común pero la carne en Francia, si bien es muy buena, no se compara con la carne argentina. En los platos elaborados es riquísima y me encanta, pero cuando la carne es la única protagonista es incomible. El secreto es que no esté muy cocida (de hecho casi cruda) y esté bien condimentada. Sobre todo nunca intenten preparar un churrasco a la plancha.
Un prejuicio que resultó totalmente equivocado.
Que los franceses fueran románticos.
¿Qué es lo que echas más de menos de tu país?
Gente. Mi familia y amigos.
¿Cómo es tu vida cotidiana?
Es una vida bastante normal, excepto que tengo la oportunidad de recorrer muchísimo París mientras guío los tours, además de aprender todo el tiempo cosas nuevas. Me gustan las cosas simples, como cuando a la tarde voy a buscar a mi hijo a la escuela y nos contamos lo que hicimos durante el día mientras volvemos a casa, o llevarlo a un museo y verle la cara mientras descubre las maravillas expuestas.
¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son las actividades más populares allí?
En mi tiempo libre tejo, especialmente cuando estoy sola o en camino hacia algún lado. También leo mucho, voy al cine y me gusta el origami. Con amigos lo más común es que salgamos a comer, en especial para el clásico "brunch" del domingo, o que vayamos a visitar alguna exposición o a pasear por las afueras de Paris. En primavera y verano se hacen muchos picnics y en otoño e invierno más reuniones en casas o encuentros en algún bar.
Sobre tu blog descubriendo París ¿qué te ha llevado a empezarlo? y ¿qué representa para ti escribirlo?
Toda mi vida sentí la necesidad de escribir, ya fuera para otros o para mí. Tuve un blog sobre arte, luego otro más ecléctico, después uno sobre moda y finalmente decidí acompañar mi experiencia como expatriada en un blog donde pudiera contar aquello que iba descubriendo sobre la ciudad y la vida en París.
¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse allí?
Mi primer consejo para quienes quieran instalarse en Francia es que aprendan francés e intenten hablar francés siempre. Que no tengan vergüenza, que hagan su mejor esfuerzo pero que también se arriesguen a cometer errores. Es fundamental para poder integrarse a la vida en la ciudad. Leer el diario francés y estar al tanto de las noticias locales. Y, sobre todo, no intentar aplicar la lógica del país de origen, sino ser abierto y permeable a los códigos y costumbres francesas.
¿Con qué frecuencia te ves o comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?
Me comunico con mi familia todos los días. Tanto en redes sociales, donde los tengo como contactos, como en forma directa a través de whatsapp, skype o llamadas telefónicas (tengo un plan por el que puedo llamar a cualquier teléfono de Argentina y de otros 99 destinos en forma ilimitada). Gracias a las nuevas tecnologías se puede mantener un contacto permanente.