¿Plata o dinero? ¿Bus, micro, camión, guagua? ¿coger o tomar? ¿realmente nos entendemos entre hispanohablantes? El español es el idioma de uso para casi 500 millones de hablantes nativos en todo el mundo, siendo la lengua oficial en más de 20 países, lo que le otorga el segundo puesto a nivel mundial después del chino. No es de extrañar que encontremos un gran número de variantes que se manifiestan principalmente en el acento, la elección del léxico y las expresiones.
Es cierto que una conversación entre hispanos puede parecerse en muchas ocasiones a una torre de Babel, mucho más si están preparando la comida juntos o si están hablando sobre vulgaridades. Las diferencias se acentúan si hablan de comida, vestimenta, jerga o expresiones. Un mosaico lingüístico vivo y repleto de colores y formas.
Cierto es que la música, las producciones tanto de cine como de televisión, la literatura y sobre todo las redes sociales han favorecido que todas esas palabras que si bien conocemos pero no usamos (o usamos en otro contexto) no nos resulten tan extrañas. El popular reggaeton, las telenovelas, aclamadas series de Netflix como La casa de papel o Narcos, nos ayudan a actualizar nuestros conocimiento sobre el español de otras partes del mundo e incluso han favorecido que un término se convierta en global.
Si hablamos del noble arte culinario, encontraremos casi tantas diferencias como países para un mismo producto. Lo que en Cuba es maní, en España es cacahuete. ¿Pimiento o chile, frijoles o habichuelas?. O ¿cómo referirse a uno de los animales más apreciados en la cocina hispana? ¿Puerco (México), cerdo (España), chancho (Perú), o marrano (Colombia)?
Si vamos de compras con un hermano o hermana hispana quizás nos cueste adivinar qué prenda quiere comprar. Una argentina buscará una pollera y su amiga española no comprenderá que se refiere a lo que ella conoce como una falda.
En las profesiones, ocupaciones u oficios también hay muchas diferencias, si en la República Dominicana y en muchos otros países del caribe se utiliza camarero para referirse a la persona que sirve en un bar o restaurante, en México prefieren llamarle mesero. ¿Contador o contable? ¿Chófer o conductor?
En lo que se refiere a las palabras de uso más corriente como los tacos (y no hablo de comida) o expresiones de la jerga, el crisol que vamos a encontrar es un verdadero jardín botánico. Para referiste a una persona de inteligencia limitada, vamos un tonto de toda la vida, los mexicanos usan pendejo, los paraguayos nabo y los chilenos huevón. Pero atención nabo es una hortaliza, que en España se usa para referirse a las partes nobles del hombre.
Expresiones y acentos: una lengua casi infinita
Guay, bacano, chido, buena onda, chévere,... y solo son unos ejemplos de cómo traducir cool (para referirse a una persona o situación que nos gusta) según el país en el que nos encontramos. Y un amigo muy amigo, puede ser un parcero (Colombia), un carnal (México) o huachito (Chile).
Pero las diferencias no solo dependen del país, sino de la región del país y de la ciudad y es que no habla igual uno porteño (Buenos Aires) que alguien de Rosario, sobre todo en el acento. Lo mismo pasa con un andaluz y un asturiano, a un no hablante del español le costaría creer que están hablando el mismo idioma.
Sin duda uno de los aspectos más delicados puede ser las palabras que en un país pueden tener una significación, llamémosla literal o inocente, y en otro el uso de esta misma palabra nos puede poner en una situación bien embarazosa por tener una connotación grosera. Seguro que conocen unas cuantas.