Esta semana es la última de las vacaciones escolares para la mayoría de europeos. Tradicionalmente, los meses de julio y agosto se reservan para las vacaciones y los viajes de muchos países del viejo continente. Aquí algunos consejos para todo expatriado que tenga que volver a la rutina después de un período estival marcado por la crisis de la COVID-19.
En Europa, en las próximas semanas, niños y padres regresan a la escuela y al trabajo. El período que va de junio a agosto suele estar marcado por las vacaciones escolares y los padres suelen reservar unas semanas para estar con sus hijos y hacer viajes al extranjero. Aunque este año ha sido un poco difícil debido a la crisis sanitaria, padres e hijos han podido pasar algo de tiempo juntos y disfrutar en la medida de los posible del verano. A medida que se acerca el otoño y la mayoría de los países están entrando en la llamada “nueva normalidad” después de una crisis sanitaria mundial, es importante adaptarse a los nuevos hábitos, cuidarse y cuidar a las personas que nos rodean.
Adaptarse a las reglas que siguen vigentes después de la crisis de COVID-19
Ya son más de 50 países en los que es obligatorio el uso de mascarillas. Aunque las regulaciones son diferentes dependiendo del país, en la mayoría su uso es obligatorio para los estudiantes que asisten a escuelas secundarias y también en el lugar de trabajo. Por ejemplo, en Francia, los niños mayores de 11 años están obligados a usarla y son obligatorias también en las oficinas, a excepción de aquellas personas que tienen oficinas individuales.
Asegúrate de conocer la normativa vigente relativa al uso de mascarillas y el resto de medidas preventivas. Por ejemplo, las normas de distanciamiento social en los transportes públicos o los protocolos en restaurantes, cines y otras instalaciones de ocio. Estos suelen diferir dependiendo del país y la región.
Controlar la ansiedad y el estrés
El relax de las vacaciones de verano ha terminado y ahora toca volver al trabajo y la rutina. Además, no es un secreto para nadie que el virus sigue activo y puede provocarnos más estrés y ansiedad. Como expatriado, esto también puede provocar una sensación de nostalgia, especialmente si no tienes a tus seres queridos cerca para apoyarte.
Pero que las vacaciones hayan terminado no significa que no puedas tomarte un poco de tiempo libre para ti y rebajar tu nivel de ansiedad. No te ahogues en el trabajo, el cuidado de los niños o en la rutina. Intenta ir al gimnasio, camina 20 minutos si tienes la oportunidad en vez de tomar el bus lleno de gente y no trabajes durante la hora del almuerzo. Tómate el tiempo para leer, meditar o simplemente charlar con tus compañeros de trabajo en el tiempo de pausa.
Reinventa tu rutina
Un nuevo comienzo puede ser el momento ideal para desarrollar nuevos hábitos. ¿Sabes que siempre has querido beber más agua? ¿O hacer ejercicio antes del trabajo? Cómprate una botella nueva y déjala a mano en tu escritorio. Pon la alarma media hora antes. Este es el momento perfecto para una nueva rutina.
Este mes de septiembre quizás sea el momento perfecto para empezar una nueva actividad. Únete a un nuevo club o asociación, o apúntate a esa clase de gimnasia que siempre quisiste probar y a la que nunca te atreviste a entrar.
