En 2020, la pandemia tomó a todos por sorpresa. Científicos y médicos aunaron esfuerzos para encontrar una vacuna. Esto se convirtió en una prioridad mundial. Las campañas de vacunación comenzaron tan pronto como se desarrollaron las primeras vacunas. En aquel momento, los países se centraron en la vacunación progresiva, empezando por los ancianos y las personas de riesgo, pero las poblaciones tenían prisa por vacunarse. Dos años después, las cosas han cambiado. La vacunación contra el Covid se dirige a nuevos grupos.
Campañas de vacunación en declive
Aunque el 60% de la población mundial está vacunada, existen fuertes disparidades, según los países. También hay disparidades entre grupos de población dentro de los países. En China, donde más del 88% de la población está totalmente vacunada (dos dosis), hay resistencia por parte de las personas mayores. Las situaciones son similares en Francia, Estados Unidos y Grecia. En enero, Grecia introdujo una sanción para los mayores que se negaran a vacunarse. En países como Indonesia, el Vaticano y Austria, donde la vacunación es obligatoria, hay multas. Mientras tanto, China optó por los incentivos económicos. Pero aunque los gobiernos están probando los incentivos y las campañas específicas, los resultados no son los esperados.
Sin embargo, parece que Covid-19 ya no da miedo. Las poblaciones vulnerables ya no se precipitan a los centros de vacunación. A pesar de las nuevas oleadas de Covid, la brecha entre los vacunados y los no vacunados es cada vez mayor. Además, las campañas de vacunación se están agotando a medida que se acerca el verano en muchos países. No olvidemos que el clima económico y geopolítico de un país también tiene un papel importante en la batalla contra el Covid. Hoy en día, son más las personas que se preguntan cómo hacer para llegar a fin de mes que las que se vacunan de refuerzo. Por tanto, los gobiernos tienen que adaptarse a este estado de cosas y centrar sus campañas de vacunación en los grupos más vulnerables, como las personas mayores, los niños, las poblaciones de riesgo y las zonas remotas donde las vacunas son menos accesibles.
Incentivos para convencer a los ancianos de que se vacunen
Encerrada desde finales de marzo, Shanghai llora a sus primeras víctimas del Covid. El lunes 18 de abril, las autoridades chinas anunciaron la muerte de tres personas de entre 89 y 91 años a causa del Covid. Según ellas, estas tres personas padecían comorbilidades. Pero en general, la mayoría de los casos de Covid registrados en la ciudad son asintomáticos. Aun así, el gobierno está preocupado por el bajo porcentaje de ancianos vacunados. Hasta la fecha, sólo el 60% de los mayores de 60 años están completamente vacunados (dos dosis). Apenas la mitad de los mayores de 80 años han recibido su dosis de refuerzo. Está claro que el gobierno no va a dejar de lado su "Covid cero" hasta que más personas mayores se vacunen.
Sin embargo, los científicos extranjeros señalan que las vacunas chinas no son tan fiables como otras, aunque el número de muertos se considera bajo. Mientras tanto, China destaca su ejemplar gestión de la crisis. Para impulsar la vacunación de los mayores de 60 años, se anuncian numerosos incentivos, como alimentos, dinero y vales. Pero parece que la gente ya no cree en la eficacia de la vacuna contra el virus.
En Francia, más de 450.000 personas mayores de 80 años no están vacunadas en absoluto, pero estas cifras no son oficiales. Aunque Francia era uno de los líderes de Europa en materia de vacunación (77,9% de personas totalmente vacunadas - dos dosis), actualmente es incapaz de vacunar a sus poblaciones más vulnerables. El jueves 7 de abril, el Ministro de Sanidad anunció la segunda dosis de refuerzo para los mayores de 60 años. Los mayores de 80 años tienen acceso a ella desde el 14 de marzo, pero es evidente que no tienen prisa por hacerlo, aunque la ministra de Sanidad recordó los beneficios de la vacuna. "Todos sabemos que a partir de los 60 años, una dosis de refuerzo reduce en un 80% el riesgo de hospitalización, reanimación y muerte".
Vacunación de los niños
En Japón, sólo el 6,1% de los niños de 5 a 11 años están totalmente vacunados. El 11,5% ha recibido una dosis. El gobierno lanzó oficialmente su campaña de vacunación infantil en febrero, señalando que muchos otros países han tenido efectos positivos. Sin embargo, los padres son reticentes y la población no parece confiar en las vacunas. Se preguntan sobre la utilidad de vacunar a los niños y el riesgo de efectos secundarios a medio y largo plazo, aunque el Ministerio de Sanidad está aportando pruebas como diagramas de apoyo, carteles, artículos de prensa, etc. Pero todos ellos señalan el beneficio de la vacuna simplemente para reducir el riesgo de contaminación. Además, la nueva variante XE fue descubierta el pasado jueves en Japón. Esta variante ya se ha detectado en el Reino Unido, Tailandia e Israel.
Estados Unidos está teniendo problemas similares en cuanto a la vacunación de los niños. Sin embargo, el CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades) insiste, con estudios de apoyo, en que la inmunización es necesaria. Por ejemplo, el 87% de los niños que contrajeron el virus y fueron hospitalizados entre diciembre de 2021 y febrero de 2022 no estaban vacunados. Israel, Austria y Dinamarca fueron los primeros países en permitir la vacunación de los niños de 5 a 11 años a partir de noviembre de 2021. Alemania, Francia y Portugal se dirigieron a los niños de riesgo, centrándose en la educación y el juego. En Alemania, los aviones que ya no están en circulación sirven como centros de vacunación para que los niños de 5 a 11 años tomen un falso vuelo. Como resultado, los niños olvidan el miedo a la inyección y dan un pisotón para recibir su diploma. Esta iniciativa tranquiliza a los padres.
¿Se puede vacunar a todo el mundo?
La principal preocupación de la OMS es vacunar a la población mundial para acabar con las variantes y la brecha de las vacunas. En África, no ha habido ninguna mejora. Al principio, faltaban vacunas, pero hoy el país recibe reservas de vacunas, muchas de las cuales ya han caducado. Esto demuestra claramente que el Covax (el programa de solidaridad internacional) ha fracasado en muchos frentes: retrasos en la entrega de vacunas, dificultades logísticas, etc. Cuando las vacunas llegaron, la redistribución a los centros de vacunación de todo el país antes de que caducaran fue otro problema. A principios de abril, Kenia tuvo que descartar 840.000 dosis de vacunas AstraZeneca de Covax, según informaron los medios internacionales. Nigeria y Sudán del Sur tuvieron problemas similares con las vacunas.
Al mismo tiempo, la tasa de vacunación en África sigue siendo muy baja: apenas el 16% de la población. También en este caso hay disparidades entre países: Marruecos y Ruanda están a la cabeza con, respectivamente, el 61,3% y el 62,5% de su población vacunada. Les siguen Túnez (53,2), Mozambique (41,11%) y Sudáfrica (30,3%). Sudáfrica también introdujo incentivos (vales de descuento, regalos, etc.) para impulsar la vacunación. Además, el país fabrica vacunas. Junto con Ruanda y Senegal, Sudáfrica se ha asociado con la alemana BioNTech (creadora de Pfizer), para producir su propia vacuna de ARN mensajero, que los gobiernos esperan que acelere la campaña de vacunación.
