Jubilarse en el extranjero es una idea atractiva para un número cada vez mayor de personas mayores que buscan una mejor calidad de vida. Pero, ¿puede uno jubilarse en su país de acogida después de haber pasado años trabajando en él? ¿Cuáles son sus opciones como expatriado?
¿Qué opciones tiene para jubilarse en el extranjero?
En principio, los profesionales extranjeros que hayan cotizado a la seguridad social en su país de origen pueden percibir sus prestaciones de jubilación en el extranjero. Sin embargo, depende de las disposiciones del país de origen, de lo que permita el país de acogida y de la presencia (o ausencia) de acuerdos de seguridad social en materia de jubilación entre el país de origen y el de acogida.
En un contexto internacional de escasez de mano de obra cualificada, cada vez más países adoptan medidas para retener a los profesionales extranjeros al final de su carrera. Estas medidas pretenden tranquilizarles sobre su futura jubilación en el país de acogida donde han trabajado durante un largo periodo. Dubai, por ejemplo, ha introducido su visado de jubilación (válido durante 5 años, con posibilidad de renovación) para personas mayores de 55 años. Entre los criterios de elegibilidad están invertir en bienes inmuebles, poseer 1 millón de AED o tener unos ingresos anuales de al menos 180.000 AED.
Otros países ofrecen visados de jubilación, como Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas, Portugal (visado D7) y España. Estos países también son populares entre los expatriados que quieren jubilarse en el extranjero. La validez de estos visados oscila entre 1 y 5 años, con posibilidad de renovación. Tailandia ofrece un visado de 10 años para determinadas nacionalidades. Malasia y su visado de Segunda Residencia permiten a los extranjeros (bajo ciertas condiciones) permanecer allí durante 10 años. Filipinas, por su parte, ofrece un visado sin límite de tiempo.
Cuestiones importantes a tener en cuenta antes de tomar una decisión
Permanecer en el país de acogida o regresar al de origen dependerá de muchos factores. El primero es la posibilidad de convertir un visado de trabajo en uno de jubilación. No todos los países ofrecen esta opción, y los que lo hacen suelen tener unos requisitos de elegibilidad elevados, sobre todo en lo que respecta a los ingresos. Los Estados se inclinan más por atraer a expatriados adinerados que no sólo puedan asegurar su estilo de vida una vez finalizada su carrera, sino también seguir contribuyendo a la economía mediante inversiones o consumo. Además, hay que tener en cuenta los costes sanitarios, sobre todo porque tienden a aumentar con el tiempo.
También es importante consultar con el fondo de pensiones para conocer la cobertura y las condiciones de pago. Esto lleva a otras preguntas:
- ¿Ha estado cubierto durante toda la carrera internacional?
- ¿Qué nivel de prestaciones de jubilación puede esperar?
- ¿Cómo se abonarán las pensiones?
- ¿A qué cobertura sanitaria tiene derecho?
- ¿Existen cotizaciones a la Seguridad Social para los jubilados en el extranjero?
- ¿Tiene derecho a cobertura sanitaria?
- ¿Cuáles serán las implicaciones fiscales para los jubilados expatriados? Preste especial atención a este punto porque los jubilados expatriados pueden estar sujetos a doble imposición en ausencia de un acuerdo de no doble imposición entre el país de acogida y el de origen.
Cómo planificar su jubilación en el extranjero
Para disfrutar plenamente de la jubilación en el extranjero, hay que tener en cuenta otros factores. Se supone que, como expatriado, ya está acostumbrado a su país de acogida tras haber trabajado en él durante varios años. La vida de jubilado es una nueva aventura que debe prepararse con el mismo nivel de atención que la mudanza inicial. La familia, el círculo de amigos, la distancia geográfica, etc., son factores que no deben descuidarse. Es posible que haya creado fuertes vínculos y redes con personas que conoció en el país de acogida. Sin embargo, la jubilación también invita a la reflexión. Por un lado, las personas se sumergen en una nueva vida en un país extranjero, pero por otro, tienen pensamientos para los seres queridos que viven lejos.
¿Cómo reacciona tu familia ante tu idea de quedarte en el país de acogida al final de tu carrera internacional? ¿Esperaban este anuncio o esperaban tu regreso al país de origen? La opinión de la familia también desempeña un papel y puede influir en la decisión de permanecer en el extranjero o elegir otro país de acogida (uno más cercano a los seres queridos, por ejemplo). Aunque en última instancia los jubilados toman las riendas de su elección, la familia también forma parte de la nueva aventura.
Contrariamente a los estereotipos, los jubilados siguen activos y contribuyen a la economía local. Sin embargo, el cambio de estatus también implica un cambio en el ritmo de vida. Uno puede pasar más tiempo en su barrio o, por el contrario, más tiempo viajando o dedicándose a nuevas actividades (deportes, aficiones, inversiones, etc.). En la primera opción, uno descubrirá su barrio bajo una luz diferente: antes sólo lo conocía antes y después del trabajo, ahora lo experimenta durante las horas de menor afluencia. Estos son factores adicionales que hay que tener en cuenta a la hora de preparar la jubilación en el extranjero.
Enlaces útiles:
Dubaï : visado de residencia para jubilados
