Cómo adaptarte a tu nueva vida en Fráncfort
Establecerse en un nuevo lugar con su propia tradición y cultura conlleva muchos desafíos. Por suerte, no suele ser muy difícil para los expatriados adaptarse a Fráncfort, ya que es una ciudad bastante internacional. Sin embargo, tiene su propia personalidad, y para una integración exitosa, hay cosas que uno debe conocer. Sobre todo si estás planeando continuar tus estudios o trabajar allí. Afortunadamente, vivir en Frankfurt también es divertido.
Fráncfort no es una gran ciudad, pero tiene una fuerte dinámica empresarial. Esto es especialmente cierto para quienes trabajan en el sector financiero, pero se extiende a todas las industrias que dominan el estado alemán de Hesse. De hecho, la ciudad es un importante centro comercial y económico. Es la sede del Banco Central Europeo, de la Bolsa internacional de Fráncfort y del aeropuerto más concurrido de Alemania (y uno de los cinco más concurridos de Europa), que está a sólo 14 km del centro de la ciudad. Dado que Fráncfort es un centro tan importante para las relaciones transnacionales, la lengua inglesa es ampliamente utilizada, y los frankfurtianos no miran con malos ojos a los expatriados que no hablan alemán.
El transporte público en Fráncfort es muy eficiente, y debería ser útil para los futuros expatriados saber que conducir en Fráncfort o poseer un coche no es necesario. Otra cosa que hay que tener en cuenta es el clima de Fráncfort, que se caracteriza por nevadas suaves en enero, pero nada demasiado extremo. En principio, si le gusta la naturaleza, le encantará vivir en Fráncfort porque hay muchas aventuras al aire libre cerca de la ciudad, como rutas de senderismo, bosques y vistas. Ten en cuenta que los habitantes de Fráncfort trabajan mucho pero también les gusta tomarse tiempo libre, y este equilibrio es la clave de su alto nivel de calidad de vida.
Bueno saber:
El nombre completo de Fráncfort es Fráncfort del Meno, que significa Fráncfort en el río Meno. Fráncfort deriva de la tribu germánica de los francos y de la palabra furt, que significa un lugar poco profundo en un río que permite cruzarlo a pie.
Arquitectura y cultura en Fráncfort
Fráncfort tiene una arquitectura impresionante, que es una mezcla de altos rascacielos y naturaleza. Toda la ciudad da la sensación de ser muy moderna y ofrece un sinfín de divertidas atracciones e instalaciones. El casco antiguo de Fráncfort (Altstadt) es un hermoso comienzo de una visita a la ciudad, en cuyo centro se encuentra una pintoresca plaza de forma irregular, conocida como Römerberg. Además, la iglesia de San Nicolás refleja gran parte del pasado de la ciudad. Fráncfort cuenta con 39 museos de gran importancia, como el Museo Histórico, el Museo del Cine y numerosos museos de arte. Una de las personalidades más eminentes de Fráncfort es el escritor romántico Johann Wolfgang von Goethe, cuyo lugar de nacimiento fue precisamente Fráncfort. De ahí que sea justo que Goethe tenga su museo dedicado, la Casa Goethe de Fráncfort
Bueno saber:
Todas las instituciones culturales están interconectadas, y es posible verlas con una sola Museumsufercard.
Enlaces de interés:
Historical Museum of Frankfurt (Museo de Historia de Fráncfort)
Film Museum (Museo del cine)
Stӓdel Museum (Museo Städel)
Frankfurt Goethe House (Casa de Goethe en Fráncfort)
Gastronomía de Hesse
Si de verdad quieres vivir como cualquier habitante de Fráncfort, el Kleinemarkthalle es parada obligada. Este mercado gastronómico tiene algunos de los mejores productos de Alemania, además es el lugar perfecto para probar algunas de las especialidades regionales, como por ejemplo la Grüne Soße (una salsa de hierbas verdes, con mayonesa o yogur natural), las salchichas, los quesos y los postres (como el Frankfurter Kranz). Si la cerveza es la bebida nacional, en Fráncfort prefieren la Apfelwein (cidra de manzana). En fechas navideñas, no te puedes perder el Glühwein, el famoso vino caliente.
Restaurantes y bares en Fráncfort
La mayoría de los lugares para comer y restaurantes informales no invitan a los clientes a sentarse. Es evidente que un lugar está libre a menos que se indique que está reservado. La mayoría de los camareros hablan y entienden inglés, y los menús tienen versiones en inglés. Además, es bastante común que los camareros (si su turno está a punto de terminar) te pidan que pagues antes de terminar tu comida o bebida. Los alemanes suelen dejar una propina del 10-15% por una comida servida. A menudo redondean la cuenta o dejan efectivo en la mesa.
La comunicación en Fráncfort
La mayoría de la gente en Fráncfort habla inglés, pero esto no significa que no debas aprender alemán. El ambiente en los bares y discotecas es muy agradable, podrás conocer gente muy simpática (sobre todo después de algunos Apfelweins), pero no te dejes engañar, el personal es más reservado, se concentran en dar un servicio de calidad.
En cuanto al método de pago, no se aceptan tarjetas de crédito en todas partes, así que acuérdate de llevar dinero encima.
Qué es mejor no hacer en Fráncfort para estar
Fráncfort no es una ciudad popular para todos, y no solo porque carece de parte del encanto de otras ciudades y está un poco más orientada hacia los negocios. También es una de las ciudades más peligrosas de Alemania y tiene una tasa de criminalidad relativamente alta. Esto es especialmente cierto en torno al distrito de luces rojas y la estación central por la noche. Cuando estés en lugares concurridos, como los mercados de pulgas, ten cuidado con tus pertenencias personales y mantén a los niños cerca de ti. Barrios de Fráncfort como Gallus y Gutleutviertel se consideran inseguros. Aunque la belleza se puede encontrar en todas partes de la ciudad, es mejor no correr riesgos, especialmente si no estás familiarizado con tu entorno. Aparte de los lugares con mala reputación, moverse por lugares abiertos en la ciudad es seguro y agradable en cualquier momento del día, por lo que es posible visitarlos y disfrutar del estilo de vida de Fráncfort.
También es importante tener en cuenta que, aunque es más peligroso en comparación con otras ciudades alemanas, Fráncfort sigue siendo un lugar seguro para vivir siempre y cuando sigas procedimientos básicos de seguridad.