Tus pensamientos sobre mudarte al extranjero se vuelven más frecuentes, pero equilibrar las necesidades de tus hijos, tu familia y tú mismo/a es desafiante. Embarcarse en la expatriación solo/a es intimidante. ¿Cómo puedes manejarlo como padre/madre soltero/a?
Sentar las bases antes de la mudanza
Organizar de manera efectiva comienza con el punto de partida adecuado. No se trata de la lista de verificación estándar para expatriados, a la que llegaremos más adelante. Primero, evalúa tu situación actual y la de tus hijos:
¿Cómo te convertiste en padre/madre soltero/a?
¿Tu ex pareja todavía está involucrada? ¿Qué arreglos de custodia están establecidos?
¿Cuál es tu situación laboral actual? ¿Cuánto ganas? ¿Tienes ahorros?
¿Cuánto gastas tú y tus hijos mensualmente?
¿Cuánto tiempo has considerado mudarte al extranjero? ¿Por qué?
¿Cuántos hijos tienes y qué edades tienen?
¿Hablas frecuentemente con tus hijos sobre planes de viaje?
¿Has viajado con tus hijos antes? Si es así, ¿con qué frecuencia y a dónde?
¿Actualmente eres propietario/a o inquilino/a de tu hogar?
¿Qué tan cerca vives de tu familia? ¿Qué tan fuertes son esas relaciones?
¿Tienes un círculo cercano de amigos?
¿Cómo les está yendo a tus hijos en la escuela? ¿Tienen una red social sólida?
¿Has conseguido un trabajo en el país al que planeas mudarte?
¿Por qué elegiste este país en particular?
¿Tú y tus hijos hablan el idioma del país al que se van a mudar?
¿Esta mudanza es temporal o permanente?
¿Eres organizado/a y adaptable?
¿Cómo manejas las tareas administrativas?
Agrega cualquier pregunta adicional que te venga a la mente sobre salud, necesidades de formación, etc. Tómate tu tiempo para desarrollar estas respuestas. Mudarte solo/a al extranjero con hijos requiere una planificación cuidadosa, enfatizando la necesidad de estrategizar tu expatriación mucho antes de iniciar cualquier procedimiento administrativo.
Prepárate a ti mismo/a
Asegúrate de tener una comprensión clara del proyecto de expatriación antes de presentárselo a tus hijos. Si bien un plan completamente elaborado no es necesario, ya que tus hijos y seres queridos deben contribuir, la claridad de tu visión es crucial para tranquilizar a tus hijos. Por ejemplo, es posible que estés decidiendo entre varios países; discute los aspectos positivos y los desafíos potenciales de cada uno con franqueza, reservando cualquier incertidumbre para discusiones con tus amigos o familiares. Si te sientes abrumado/a, retrasar el debate podría ser mejor que precipitarse en decisiones.
Prepara a tus hijos
No es necesario finalizar el país de destino antes de hablar con tus hijos sobre la mudanza, especialmente si son mayores. Los niños en la escuela primaria en adelante pueden entender y adaptarse a cambios significativos y deben tener la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos. Considera seriamente sus opiniones; los niños mayores pueden ser particularmente perspicaces, aunque no siempre lo demuestren. Evita anuncios repentinos como "¡Adivina a dónde nos mudamos el próximo mes!" Los niños, al igual que los adultos, necesitan tiempo para adaptarse a la gran noticia. Tienen sus compromisos académicos, amistades y actividades que considerar, lo que convierte a la expatriación en una experiencia potencialmente estresante y disruptiva si no se maneja con cuidado.
Prepara a tus familiares
No hay un orden establecido para informar primero a tus familiares o a tus hijos; es tu decisión. Considera discutir tus planes con familiares y amigos primero para evaluar sus reacciones y recibir apoyo. Ser padre/madre soltero/a a veces puede sentirse como llevar el mundo sobre tus hombros, así que un poco de apoyo puede ser de gran ayuda. Evita darles la noticia en el último minuto; son una parte integral de tu red de apoyo, incluso si no se mudan contigo.
Proyecta a tus hijos en su nueva vida
Los niños necesitan detalles tangibles para comprender los cambios: ¿Qué pasará con sus juguetes? ¿Dónde vivirán y irán a la escuela? ¿Cómo mantendrán sus amistades? ¿Habrá alguien disponible para llevarlos a sus actividades extracurriculares?
Los niños entienden que estás haciendo lo mejor que puedes en ausencia del otro padre/madre. Ya sea que trabajes a tiempo completo o reduzcas los gastos para mantenerlos, pueden preocuparse por lo desconocido de mudarse al extranjero. Involucrarlos en el proceso de planificación y ayudarlos a visualizar su nueva vida puede aliviar algunas de sus preocupaciones.
Sé realista para mantener la motivación
Como padre/madre soltero/a, los primeros meses en el extranjero serán desafiantes sin la red de apoyo que tenías en casa. Es posible que anteriormente hayas dependido de los abuelos para ayudar a los niños durante los fines de semana. Reconocer y planificar la ausencia de este apoyo es crucial.
Haz contactos en el país anfitrión
Idealmente, conéctate con personas que ya se hayan mudado a tu nuevo país. Hoy en día, es fácil encontrar grupos de expatriados en redes sociales y asociaciones que ayudan a los extranjeros a instalarse. Participa en estas comunidades mucho antes de tu partida para ayudar a suavizar tu transición durante los primeros meses.
Sé justo/a con tu empleador
Discute abiertamente tu situación con tu posible o actual empleador. Ya sea que pretendas trabajar a tiempo completo o parcial, explica tus circunstancias. Considera solicitar arreglos laborales flexibles, como horarios ajustados o trabajo remoto parcial. Muchos empleadores valoran el bienestar de su personal, lo que puede mejorar la productividad y la satisfacción laboral en general.
Cómo gestionar la custodia con el padre/madre que se queda
Tu relación con tu ex pareja y el tipo de custodia que tienes son cruciales para planificar tu mudanza a un país extranjero. Mantenlos informados sobre tus planes, especialmente si la mudanza aumentará la distancia física entre ellos y sus hijos. Dependiendo de la naturaleza de tu relación y los arreglos de custodia, mantener una sólida relación de coparentalidad es esencial para el bienestar de tus hijos.
Mantén la conexión con los familiares
Mantener el contacto con tu familia y amigos en casa es vital. Involucra a tus hijos en la creación de formas de mantener una comunicación regular, como a través de un diario familiar en línea, grupos de redes sociales o videoll
amadas semanales. Compartir los detalles de tus nuevas vidas puede ser tan enriquecedor como escuchar sobre las vidas en curso de quienes te importan. Esta conexión también es un aspecto crucial para adaptarse bien a la vida en un nuevo país.