Mudarse a un nuevo país puede ser una aventura emocionante para un niño. Pero esta transición a menudo viene acompañada de un conjunto único de desafíos que influirán en su vida cotidiana. Los niños expatriados a menudo tienen que enfrentarse a un mundo que es muy diferente al suyo. Además de las complejidades propias del crecimiento, tendrán que adaptarse a nuevas situaciones sociales.
Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, "uno de cada cinco estudiantes reporta haber sido acosado". Y un niño expatriado en una nueva escuela, rodeado de personas nuevas y diferentes normas sociales, puede estar en un riesgo aún mayor.
Entendiendo el acoso en el contexto de expatriados
El acoso escolar es, desafortunadamente, un problema universal. Dicho esto, sin embargo, algunos niños pueden terminar estando en mayor riesgo de ser acosados en comparación con otros.
Gelya Bend, educadora, psicóloga y terapeuta de arte con sede en Hong Kong, explica: "Los niños que tienen habilidades de liderazgo no necesitan hacer nada para volverse populares. Un acosador usualmente quiere establecer algún tipo de poder o autoridad, y en la mayoría de los casos está motivado por la búsqueda de atención de sus compañeros. Algunos niños están tratando de obtener la atención de sus padres causando problemas en la escuela. Al mismo tiempo, irónicamente, los niños acosados, en la mayoría de los casos, se destacan entre la multitud y son fácilmente notados. Pueden ser diferentes en su apariencia, manera de hablar y vestirse, o su estatus social o cultural podría diferir. Llaman más la atención y a veces se convierten en un objetivo para bromas o travesuras."
Desafíos para los niños expatriados en el extranjero
Uno de los desafíos más inmediatos que un niño expatriado puede enfrentar en el extranjero es la barrera del idioma. No ser fluido en el idioma local puede hacer que la comunicación básica sea frustrante, no solo en las interacciones sociales, sino también al seguir las lecciones en la escuela o las instrucciones en lugares públicos. Esto puede ser difícil para un adulto, pero imagina ser un niño rodeado de cosas nuevas y sin poder expresarte o entender a los demás.
Las diferencias culturales complican aún más las cosas. Cada país y cultura tiene su propio conjunto de reglas no escritas. Esto puede incluir cómo se viste la gente, lo que se considera apropiado, cómo expresar tus emociones, y mucho más. Para un niño pequeño, tratar de navegar tales diferencias en un nuevo entorno puede ser abrumador. Y luego, sus reacciones y respuestas naturales a ciertas situaciones pueden ser percibidas como extrañas o incluso inapropiadas por sus compañeros.
Muchos niños expatriados lidiarán con sentimientos de aislamiento o de ser diferentes. Y es el "ser diferente" lo que a menudo hace que las interacciones sociales sean muy difíciles para los niños que viven en el extranjero. Incluso algo tan pequeño como verse diferente de sus compañeros de clase puede hacer que un niño sea un objetivo de acoso o aislamiento. La sensación de que no encajan del todo puede ir desgastando lentamente su autoestima y hacer que no quieran participar en actividades sociales. Con el tiempo, este aislamiento puede volverse más profundo, afectando su salud emocional y mental.
Cómo reconocer que tu hijo expatriado está siendo acosado
El acoso escolar a menudo puede ser una fuerza insidiosa en la vida de un niño. Y sus signos, especialmente en las etapas iniciales, pueden ser bastante sutiles. Dicho esto, hay varias cosas que los padres deben tener en cuenta:
Cambios en los hábitos: Si un niño que antes era extrovertido y enérgico de repente se retira de las interacciones sociales y se vuelve tímido e inseguro, esto podría ser una señal de alerta de que algo está ocurriendo.
"Presta atención a los cambios de humor. Si tu hijo, que antes era alegre y hablador, se vuelve gruñón y callado sin razones aparentes, es un buen momento para preguntar sobre la escuela. Si se niega a hablar o intenta evitar responder, podría ser una buena idea contactar al maestro para asegurarte de que todo esté bien. Algunos niños quieren resolverlo por sí mismos o se sienten humillados al hablar sobre ello, incluso con sus padres. Consultar con el maestro podría ayudar a entender mejor la situación", dice Gelya Bend, psicóloga.
Bajas calificaciones: Si notas que tu hijo, que antes era diligente con las tareas escolares, comienza a parecer desinteresado en sus estudios, descuidado con las tareas y con dificultades para concentrarse, esto podría ser otra señal de acoso.
Síntomas físicos: Tu hijo puede comenzar a quejarse de dolores de cabeza, dolores de estómago u otras dolencias inexplicables. Estos pueden ser usados como excusa para no ir a la escuela o enfrentar al acosador. O bien, podrían ser síntomas psicosomáticos que señalan estrés emocional.
Pérdida de dinero y objetos personales: Si tu hijo de repente comienza a perder juguetes, ropa o dinero, esto podría ser otro indicio de acoso.
Lesiones inexplicables: Finalmente, si el acoso se vuelve físico, podrías notar que tu hijo llega a casa con lesiones repetidas e inexplicables como moretones y rasguños. Es probable que se muestren reacios a explicar las lesiones e intenten cambiar de tema.
Cómo apoyar a un hijo expatriado que está siendo acosado o que podría ser acosado
Saber o incluso sospechar que tu hijo está siendo acosado será difícil para cualquier padre. Lo que puede ayudar es estar preparado. Tener una estrategia de acción en marcha permitirá a los padres sentirse más en control y ofrecer apoyo a sus hijos de inmediato.
La psicóloga y educadora Gelya Bend explica que hay una serie de cosas que los padres pueden hacer para prevenir que sus hijos sufran acoso y para manejar situaciones de acoso si ya han ocurrido.
Qué deben considerar los padres
En la escuela: "Intenta conocer la cultura escolar y el ambiente del aula. ¿Qué tan diferente será tu hijo del resto del grupo? ¿Tus expectativas y valores coinciden con la política de la escuela? ¿Te sentirás cómodo llevando a tu hijo a esta escuela? ¿La administración de la escuela parece accesible?"
Después de la escuela: "Conoce a los padres y trata de organizar citas de juego con los compañeros de clase de tu hijo para que tengan la oportunidad de conocerse mejor y hacer nuevos amigos. Ser diferente puede ser difícil, pero cuando las personas (adultos o niños) se acercan, se dan cuenta de que hay más similitudes que diferencias. Unirte a un grupo de padres podría ser una buena oportunidad para conocer a otras familias y permitirles conocerte mejor."
En casa: "Es más probable que los niños compartan lo que sucede en la escuela si se sienten escuchados. Asegúrate de tener suficiente tiempo y espacio para escuchar lo que tu hijo tiene que decir y trata de no minimizar sus sentimientos o sus problemas. Su experiencia de vida no es grande; muchas cosas son nuevas para ellos y están aprendiendo a lidiar con las frustraciones y diferentes situaciones sociales. Es importante que tu hijo se sienta seguro para compartir contigo y pedir ayuda cuando la necesite."
¿Qué pasa si tu hijo es el acosador?
"Si resulta que tu hijo es el acosador, revisa tu rutina diaria y verifica cuánto tiempo de calidad pasas con él. ¿Pasan suficiente tiempo de calidad juntos? ¿Hablas con él sobre tu día y le preguntas sobre el suyo? Otra razón para el comportamiento agresivo podría ser que las necesidades del niño estén siendo descuidadas o que haya violencia en el hogar (incluyendo violencia verbal y un estilo de comunicación pasivo-agresivo). En algunos casos, se necesita ayuda profesional para examinar los patrones familiares y ayudar a lidiar con este problema."
Cuándo buscar ayuda profesional
"En algunos casos, cuando un niño ha sido acosado durante un largo período de tiempo, su comportamiento y rasgos de personalidad pueden cambiar. Si se vuelve ansioso, evita las interacciones sociales, experimenta pesadillas, se niega a ir a la escuela, se vuelve agresivo hacia hermanos o mascotas, y parece diferente de lo que solía ser, es momento de considerar buscar ayuda profesional."
La ayuda profesional puede tomar muchas formas y depende principalmente de dónde te encuentres. Algunos países tienen organizaciones dedicadas a combatir el acoso que ofrecen recursos, líneas telefónicas de ayuda y asesoramiento para padres y niños que enfrentan el acoso. Por ejemplo, si estás en Estados Unidos, puedes visitar StopBullying.gov (EE.UU.), y en el Reino Unido, Kidscape.
Algunos países tienen centros juveniles u organizaciones no gubernamentales (ONG) que se centran en los derechos y el bienestar de los niños. Aquí, podrás obtener asesoramiento y otras formas de apoyo para tu hijo.
El acoso es un problema complejo. Ayudar a tu hijo a superarlo puede ser una tarea realmente desafiante, especialmente si tanto tú como tu hijo tienen que navegar un entorno nuevo y extranjero. Por esta razón, es muy importante no rechazar la ayuda en cualquier forma en que esta pueda llegar: apoyo comunitario, red de expatriados, escuela, otros padres y más.