Jacobo, un joven neoyorquino en República Dominicana, nos cuenta un poco sobre cómo está la situación en el país durante el brote del coronavirus y por qué no siente miedo.
Jacobo es un joven neoyorquino quien vive en la República Dominicana hace apenas unos meses. Vino como misionero, pero ahora se ha visto encerrado en su casita en un pequeño pueblo, lejos de las ciudades grandes. Pero está de muy buen humor e incluso está disfrutando de la cuarentena hasta cierto grado. Y no siente que está solo.
"Como soy parte de una comunidad muy estrecha, no siento que estoy solo. Tengo muchos amigos aquí, por lo cual me siento más en casa que en mi Nueva York natal. Además, nos estamos apoyando. Aunque no nos acercamos los unos a los otros, si alguien de más edad necesita una compra u otra ayuda, estoy dispuesto a hacerlo y ayudarle con lo que se pueda. Poder así asistir socialmente es una buena manera de mantener mi propia sanidad.”
Jacobo también siente que la situación ha mejorado su relación intra-familiar con sus familiares en los Estados Unidos. "Gracias al Internet, siento que tengo relaciones más estrechas con mis familiares, mis padres, hermanos, tíos y abuelos. Normalmente solo hablo con ellos de vez en cuando, pero ahora por estas circunstancias que compartimos globalmente, paso mas tiempo en linea hablando con ellos. Diría que la situación ha estrechado nuestra relación y estamos más unidos como familia aunque vivo muy lejos de ellos."
Viviendo en un país que tiene un alarmante número creciente de infectados y un sistema de salud precario, Jacobo no siente ni preocupación ni miedo. "Me siento seguro. Aún con todo, el país tomó precauciones antes que los Estados Unidos. Cuando en los Estados Unidos todavía estaban debatiendo qué hacer, aquí ya estábamos en cuarentena. También ahora siento que están haciendo lo que pueden con las pruebas y los toques de queda, tratando de mitigar la situación. También siento que por lo menos las personas en mi comunidad están tomándolo en serio, y eso demuestra el éxito del gobierno tratando de limitar el esparcimiento del virus. Claro, hay muchos que no respetan nada, pero eso es una minoría, por lo menos aquí."
También no siente ningún pesar en haberse mudado al extranjero, tomando en consideración la situación actual. "Me siento aquí igual de seguro como si me hubiese quedado en Nueva York, y así como esta la situacion ahora en Nueva York, hasta más. Mudarme a otro país y llegar a ser expatriado fue una de las mejores decisiones en mi vida, aún con la pandemia."