La Unión Europea va a poner en marcha a partir del 1 de julio el nuevo certificado COVID digital que facilitará la movilidad de los ciudadanos europeos gracias al reciente acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo.
En el marco de una estabilización en la situación de la pandemia en la mayoría de los países de la Unión Europea y con el fin agilizar los desplazamientos un nuevo mecanismo de acceso rápido a la información relevante de cada viajero con respecto al COVID
El certificado COVID digital (anteriormente denominado «certificado verde digital») revelará si se ha sido vacunado, realizado recientemente un test y su resultado o si la persona se ha repuesto del virus. Estará disponible en papel y en formato digital (mediante una aplicación) y garantizará el respeto de los derechos fundamentales, incluido el de la protección de datos personales.
Su acceso, preconizan las instituciones europeas, será gratuito, seguro y universal. Así se pretende que para el verano se pueda relanzar los desplazamientos dentro del espacio europeo, salvar la campaña turística veraniega y propiciar una vuelta a la normalidad en la movilidad interna.
Para todas aquellas personas que están planeando sus vacaciones más allá de sus fronteras o que proyectan instalarse en otro país de la Unión Europea, obtener el nuevo certificado es un trámite que ineluctablemente tendrán que afrontar si desean atravesar con mayor facilidad los controles fronterizos aéreos.
Enarbolando el derecho fundamental a la libre circulación el Parlamento Europeo ha diseñado este nuevo protocolo de acceso a la información médica de sus ciudadanos y permitirá de de esta manera que “las personas puedan ir a ver a sus familias y a sus seres queridos o para que puedan disfrutar del merecido descanso.”
En España será el Ministerio de Sanidad el encargado hacer operativo el certificado COVID digital y visto que las competencias en sanidad están cedidas a las comunidades autónomas, serán estas últimas las que realizarán su despliegue y puesta en marcha efectiva.
Su versión digital, que muy probablemente será la privilegiada, funcionará a través de los terminales telefónicos móviles gracias a una aplicación que incluirá un código QR firmado electrónicamente. También podrá ser utilizado por cualquiera de los estados miembros y de manera interna en el caso de repuntes de la pandemia como mecanismos de control en los desplazamientos nacionales.
Otro punto importante del dispositivo legal que acompaña al nuevo certificado es que los estados miembros no podrán imponer otras restricciones en el tránsito de viajeros. Se busca así salvaguardar una cierta reciprocidad en el trato que se presta a los ciudadanos sea cual sea su procedencia dentro de la Unión Europea.
Una noticia que ha sido recibida por muchos sectores productivos con esperanza por los que supondrá una dinamización de sus actividades. También para muchas personas que viajan frecuentemente dentro de los países de la Unión significa una garantía de poder moverse con algo más agilidad. Los que planean mudarse en breve a un país miembro ya pueden anotarlo en la lista de trámites.
Otras voces críticas se levantan frente a la idea de un pasaporte sanitario y la perspectiva de la implantación de mecanismo de control e identificación cada vez más estrictos. El acceso a la salud y a la tecnología tampoco es simétrico en la Unión Europea y esta medida pueda generar un nuevo agravio a los sectores menos favorecidos de la población.