La gente, lo primero. Son muy amables y siempre están por agradarte. Aunque hay que saber interpretar sus gestos, pero son geniales.
Para un expatriado se vive bien. Los que trabajan no sienten el estres del ritmo de trabajo de España y los que no, tienen muchas y buenas cosas que hacer.
Hay mucho que ver, paisajes que descubrir, platos que degustar y playas que disfrutar. A buen precio, claro. Es el paraiso para submarinistas y aficionados al snorkel.
Oportunidades. Si eres un pelín lanzado y emprendedor tienes mucho que ganar en Filipinas. No olvidemos que Filipinas está en vías de desarrollo, así que hay mucho por hacer.
Para Familias con hijos es ideal, porque tienes acceso a muy buenos colegios internacionales y la inmersión en el inglés es total. Además aquí las yayas (nanis) hacen que todo sea más fácil.