Enfrentarse al miedo de quedarse sin dinero en tu país de expatriación
El estrés financiero es completamente comprensible cuando te mudas al extranjero. Inicialmente, hay estrés durante la fase de preparación. Los gastos pueden acumularse, a veces obligándote a reconsiderar todo el proyecto. ¿Aspiraste demasiado alto? Los costos involucrados en una mudanza a un país extranjero pueden ser abrumadores. Además de las tarifas de visas, posibles costos escolares en el extranjero, boletos de avión, seguro de salud y alquiler en un país extranjero, ciertos gastos, como el alquiler, a menudo impactan fuertemente en tu presupuesto.
La situación económica del país anfitrión no facilita las cosas. ¿Cómo es el clima económico? ¿Es fácil encontrar trabajo? ¿Cuáles son las condiciones laborales para estudiantes internacionales? Incluso si te mudas con ahorros sustanciales, probablemente necesitarás encontrar un trabajo. Pasar varias semanas o meses en el país anfitrión sin asegurar un trabajo puede alimentar tus miedos, incluso si todavía tienes suficientes recursos para vivir sin trabajar. Después de todo, no te mudaste al extranjero para agotar tus ahorros, que no son ilimitados. Te sientes más vulnerable en el extranjero porque aún no estás familiarizado con las normas: aprender a contar en la moneda local lleva tiempo.
Aprender a contar en la moneda local al hacer compras
¿Cómo se ven tus finanzas en la moneda local? ¿Tu moneda es más fuerte o más débil que la del país anfitrión? Convertir tu dinero a la moneda local siempre es un momento significativo. Es recomendable tener algo de efectivo local para los primeros días. Las tarjetas bancarias, incluso las que tienen opciones internacionales, pueden ser impredecibles. Hay innumerables historias de expatriados atrapados con una tarjeta inutilizable en su nuevo país.
Pero, ¿cómo cuentas en la moneda local? Hacer compras puede convertirse rápidamente en una fuente de estrés. No entiendes las etiquetas, no sabes si el precio mostrado incluye impuestos y te cuesta comparar precios por kilogramo. Te preocupa cometer errores en tus compras, comprando un producto demasiado caro que se vende con descuento a 300 metros de distancia. A pesar de una exhaustiva investigación en línea, necesitarás tiempo para explorar la zona, encontrar tiendas de descuento, optar por métodos de transporte más baratos y quizás incluso mudarte si encuentras una vivienda de mejor valor.
Para aliviar el estrés de las compras y manejar la moneda local, deja de convertir precios a tu moneda de origen. Hacerlo solo te confundirá. Comienza con lo básico: 1 siempre es menos que 10 o 20. Examina las etiquetas: los precios pueden no incluir impuestos. En Japón, por ejemplo, los precios se muestran sin impuestos. Lo mismo aplica en Estados Unidos, donde cada estado establece sus propios impuestos sobre ventas.
¿Cómo enfrentas tu estrés financiero?
Para asegurar una mudanza serena, comienza evaluando tu situación: ¿cuánto dinero tienes? ¿Cuáles son tus gastos mensuales estimados en el país anfitrión? ¿Cuánto tiempo puedes vivir sin trabajar? Si tu presupuesto parece ajustado, no dudes en posponer tu mudanza. Es mejor partir unos meses más tarde, bien preparado financieramente, que embarcarte en una aventura en condiciones precarias.
Dependiendo de tu perfil (trabajador extranjero, estudiante), planifica tu mudanza cuidadosamente. Si planeas trabajar en el extranjero, ¿ya tienes una oferta de trabajo? ¿Cuáles son las condiciones de tu permiso de trabajo? ¿Te mudas al extranjero para encontrar trabajo? Si eres estudiante, investiga tus condiciones laborales, incluyendo horas permitidas, sectores laborales y tasas de pago.
Lleva un registro detallado de gastos desde el momento en que llegues a tu nueva ciudad. Registra todos tus gastos y guarda recibos si es necesario. La gestión financiera estricta te ayuda a visualizar tus gastos e ingresos, permitiéndote ajustar tu presupuesto si es necesario. Este registro también elimina el estrés innecesario: tienes suficiente dinero para vivir en el extranjero.
Tener un kit de emergencia financiera
Antes de mudarte al extranjero, prepara varios "kits de emergencia": el sobre "primeros días/semanas", el sobre de "gastos imprevistos" y el sobre de "retorno".
El sobre de "primeros días/semanas"
Esto asegura que tengas efectivo inmediatamente al llegar. Sigue las recomendaciones generales de dinero y ten moneda local a mano mientras configuras tu cuenta bancaria. Incluso si eliges un neobanco, asegúrate de llevar efectivo local para cubrir los gastos iniciales (transporte público, comida). Planifica al menos una o dos semanas de gastos, en caso de que encuentres problemas con tu tarjeta bancaria.
El sobre de "gastos imprevistos"
Una planificación adecuada evitará que te quedes sin dinero si tu trabajo anticipado no se materializa en los primeros meses. ¿Cuánto has ahorrado? ¿Cuántos meses puedes vivir cómodamente en el extranjero (alquiler, transporte, comida) sin trabajar?
El sobre de "retorno"
Pueden ocurrir eventos inesperados: pérdida de empleo, accidentes, problemas de salud, acumulación de trabajos mal remunerados y costos educativos más altos de lo esperado. La expatriación puede ser impredecible. Dependiendo de tu situación, podrías ser elegible para ayuda estatal (seguro de desempleo, por ejemplo). Pero si tu situación empeora (tus ahorros disminuyen significativamente), considera si puedes permitirte quedarte o si es más sabio regresar a casa. ¿Tienes suficiente para un boleto de avión? El sobre de "retorno" asegura un regreso sin problemas si la expatriación no sale según lo planeado. Si todo va bien (como suele suceder), este sobre puede aumentar tus ahorros.