Preséntate. ¿De dónde eres? ¿Cuánto tiempo hace que vives en North Wales, Gales? ¿Cómo te ganas la vida?
Soy una veterinaria de Coruña que, cansada de lo que venía haciendo hasta entonces (clínica) y ante la imposibilidad de cambiar de rama o encontrar otro trabajo en España pasados los treinta, decidí venirme a Reino Unido a trabajar como veterinaria oficial de mataderos.
Llevo ya año y medio aquí, pero previamente ya había estado otro año en Inglaterra, en el 2013. Luego volví a España y, al no ser capaz de encontrar un trabajo medianamente estable, aquí estoy de vuelta. ¡Qué le vamos a hacer!
¿Por qué decidiste cambiar de país?
Lo de decidirme por Gales en vez de por Inglaterra otra vez no tuvo nada que ver con el país en sí, sino con las condiciones laborales que podía tener en uno y otro lado haciendo lo que hago. ¡El sur de Inglaterra me encanta! Pero económicamente Gales me compensa, al menos de momento. Y cada vez me va gustando más a medida que lo voy descubriendo.
¿Qué trámites y formalidades has tenido que hacer para instalarte?
Pues como ya había estado antes en Reino Unido, lo traía ya todo hecho: NIN, cuenta bancaria, colegiación en el colegio de veterinarios de aquí, etc. La vivienda, aunque tuve que pagarla yo, me la buscó la empresa para el primer mes, pero aún así, no es difícil encontrar una habitación en casas compartidas. Lo que me dio más quebraderos de cabeza esta vez fue importar mi coche español, pero era prácticamente nuevo, así que me pareció la mejor opción. En su día escribí un post detallando todo el proceso paso a paso, por si a alguien le sirve de ayuda.
¿Cómo fue tu instalación?
Muy muy sencilla, porque venía ya con trabajo y vivienda ya buscados, así que más fácil, ¡Imposible! Además empecé con un montón de gente más o menos de mi edad y en la misma situación que yo, lo que ayudó mucho también.
¿Has tenido dificultades para adaptarte: la gastronomía, las costumbres, el clima...?
Uffff… El que no haya restaurantes británicos por el mundo no es casualidad. ¡Ni siquiera una merluza con patatas fritas (el infame Fish&Chips) les queda comestible! Ya no digamos bien. Algunos aceites de motor huelen mejor. Pero bueno, que no cunda el pánico, que en el supermercado puedes encontrar casi de todo. Casi; pescado bueno y variado no, pero por lo demás… La fruta no es para tirar cohetes tampoco.
En cuanto a la gente y sus costumbres, las únicas diferencias que se me ocurren son que los galeses me parecen en general más humildes y cercanos que los ingleses (al menos los ingleses del sur, que son con los que yo más he tratado). Les pirra el rugby y se sigue y se practica más que el fútbol y, por supuesto, que aunque el inglés es cooficial, tienen su propio idioma: el galés. Aunque cada vez con menos gente que lo tenga como lengua materna. ¡Me sorprendió muchísimo que haya bastantes galeses que no sean capaces de hablarlo! ¿Pero cómo no vas a hablar o al menos entender sin problemas el idioma de tu tierra? Curioso… Y triste, desde mi punto de vista. Afortunadamente, en el noroeste aún sigue siendo fuerte y es el primer idioma.
Dificultades como tal para adaptarme no, pero al principio sí que estaba siempre comparando esto con el suroeste de Inglaterra, donde las comunicaciones son mucho mejores, hay bastante más densidad de población y todo es más dinámico, y me daba un poco de bajón. Ésta me parecía una región recóndita y solitaria, que en realidad de recóndita no tiene nada, ya que estoy a una hora de Liverpool y Manchester y a hora y media de Birmingham. Pero es que empecé en un pueblo muy pequeño y se me hacía “demasiado pueblo”, por así decir.
¿Lo que más te sorprendió?
La cantidad de ovejas que hay por todas partes. Millones. Entran por los ojos. Pero me sorprenden aún cosas que voy descubriendo sobre el país y su cultura a medida que voy aprendiendo y explorando. Me parece muy interesante su pasado minero y posterior declive, por ejemplo. También me llama mucho su geología. Y me sorprendieron bastantes nombres galeses, que no había oído nunca y aquí son muy comunes, como “Arwyn”. Si combinamos los nombres y el acento con el que los pronuncian, casi suena como el Élfico (del Señor de los Anillos). Jaja.
¿Cómo has conseguido trabajo?
Conocía la empresa de oídas y contacté con los jefes de zona a través de Linkedin.
¿Cómo has encontrado alojamiento?
La empresa me lo buscó al principio, luego ya tuve yo que sacarme las castañas del fuego. Pero fue muy fácil, porque hay mucha oferta. Cara para la calidad que tiene, pero de haberla, la hay.
¿Es fácil hacer nuevos amigos? ¿Algún consejo?
Pues desde que me he mudado más al norte, alguno hice, pero no es que me esté resultado muy fácil, la verdad. Aunque creo que también tiene que ver con mi edad (35) y no tanto con el sitio. Ya que a estas edades la gente tiene su vida más o menos encaminada y asentada y, con niños, ya no les apetecen los mismos planes. Sobre todo aquí, que se casan y tienen críos súper jóvenes. De todas formas, me da la impresión de que los nativos son bastante “aburridos” en cuanto a ocio. A la mayoría, si les preguntas que qué han hecho el fin de semana, aparte de ir en familia a comer fuera o salir por la noche los que salen, no han hecho nada; “just relax”, como dicen ellos. Yo voy a algún sitio o quedo con alguien todos los fines de semana. ¡Los findes son mi vitamina! No podría no aprovecharlos.
Consejos: a mí lo que me ha funcionado son los grupos de extranjeros que hay por Facebook y luego ir conociendo a amigos de amigos. Me he apuntado al coleg, pero la gente que vamos a la última clase es porque trabajamos, así que nadie está por la labor de quedar un rato a tomar algo o charlar.
Venga mójate: lo mejor y lo peor.
Lo mejor de Gales son las condiciones laborales que tengo ahora mismo. Y lo peor, lo mismo que al principio: sigue pareciéndome un sitio un tanto solitario y poco dinámico. Echo en falta el tener más variedad de gente alrededor, más extranjeros de todo tipo. Hay demasiados galeses que jamás han trabajado o vivido fuera de Gales y eso se nota (y pesa).
Un prejuicio que te resultó totalmente equivocado.
Me habían dicho que era un sitio feo y eso es completamente falso. Tiene zonas muy bonitas e interesantes, pero hay que moverse e ir a conocerlas. Es muy mala idea eso de trabajar en una ciudad y no salir de ella más que para ir a otra. Hay que explorar el campo y descubrir los rincones geniales que el país tiene. Vayas a donde vayas, creo que es muy necesario y saludable meter una buena dosis de curiosidad en la maleta.
¿Qué es lo que echas más de menos de España, tu país de origen?
A mi familia lo primero, claro. Pero también echo en falta la forma de ser de la gente, el poder entenderme a otro nivel más profundo con cualquiera por tener el mismo contexto y los mismos referentes culturales, echo de menos los paisajes. (Gales es bonito, pero Galicia… ¡es mucha Galicia!), las comidas de casa, que a mí, por mucho que lo intente, ¡Nunca me salen igual! Jaja. Me frustra lo caro y poco variado que es aquí el pescado. Y también echo de menos el tener perro, pero trabajo muchas horas y sería un castigo para el pobre animal el tenerle tanto tiempo sólo. Quizá cuando me cambie de trabajo...
¿Cómo es tu vida cotidiana?
Entre semana soy de estar en casa porque mis amigos no viven en el pueblo. Así que aparte de cocinar, escribir/leer, bichear un poco por internet y charlar un rato con la gente con la que comparto casa, no hago mucho más. ¡Empiezo a trabajar muy temprano! Pero bueno, también termino temprano, así que no me quejo. En verano lo aprovechaba mucho, que me daba para ir al río a nadar o al parque o a dar una vuelta por el centro o a cualquier lado después del trabajo. Pero ahora ya hace frío y además a las cuatro y media es de noche, así que no hay mucho que hacer Los fines de semana sí que siempre vamos a algún sitio o, por lo menos, nos reunimos y pasamos el día(s) juntos.
¿Con qué frecuencia te ves o comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?
Verles, les veo mucho menos de lo que me gustaría. ¡Es un contra bastante importante de vivir donde vivo! Ya que lo tengo bastante mal para volar a casa (Santiago o Coruña). Tengo tres aeropuertos grandes cerca (Liverpool, Birmingham y Manchester) y ninguno tiene vuelos asequibles y que no tengan horas y horas de escala en otros sitios. Así que al final para perder un día al ir y otro al volver igualmente, para eso vuelo desde Londres; mejor pasarme esas horas en trenes y entretenida que muerta del asco en un aeropuerto esperando mi conexión. ¡Perder dos días de mis vacaciones cada vez que quiero ir a casa es algo que me fastidia mucho de vivir en Gales! Con los de casa me escribo casi a diario por Whatsapp, que mi madre, desde que descubrió las posibilidades de internet, ¡Está enganchada! Me envía todo tipo de cosas. Jaja. Y les llamo por Skype una vez por semana.
Sobre tu blog Musarañas y Otras Cosas, ¿Qué te llevó a empezarlo? Y ¿Qué representa para ti escribirlo?
Empecé el blog justo a finales de 2011, después de varios meses en paro, en casa y muy frustrada por no encontrar trabajo. Necesitaba hacer algo que me “aportase” a la vez que me entretuviese, hacer algo “creativo”. Fue una vía de escape al aburrimiento y a la frustración. En aquél momento casi fue una necesidad. Ahora simplemente me divierte y me sirve para comunicarme y compartir con más gente.
¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse allí?
Deberían tener coche, por salud mental. No es un sitio demasiado dinámico, así que el poder “escaparte” de vez en cuando resulta de lo más terapéutico. El que venga sólo, que procure ir a un sitio lo más grande posible donde las posibilidades de trabajar y socializar son mayores. Una persona sola en un pueblo galés puede agobiarse mucho muy pronto.