Imposible permanecer insensible ante desastre ecológico que sufre la isla que la acoge. Mauricio, una pequeña isla del Océano Índico, ha tenido que hacer frente a una enorme marea negra en su costa sudoriental vertida por un buque japonés. Lucy, una expatriada sudafricana que lleva tres años viviendo allí nos habla sobre la tragedia.
Cuéntanos un poco sobre ti.
Soy cineasta y aficionada al kite-surf, vivo en Mauricio desde hace 3 años. Mis pasiones son el océano y la naturaleza.
¿Qué te impulsó a mudarte a Mauricio?
La razón por la que me mudé aquí fue porque mi marido (un ciudadano francés) fue trasladado. La isla parecía corresponder a nuestro estilo de vida y filosofía. También nos pareció un lugar idóneo para criar nuestra hijas.
¿Qué sabes sobre la marea negra?
El buque Wakashio encalló el 25 de julio y unos 12 días más tarde (alrededor del 6 de agosto) comenzó a verter grandes cantidades de petróleo en la laguna de Pointe D'Esny. Desde entonces ha sido una locura contener el petróleo y drenar el barco. La respuesta del gobierno a esta tragedia ha sido increíblemente lenta, y lo que más me ha sorprendido, ha sido como los mauricianos se han movilizado para intentar salvar sus playas y su patrimonio. El lugar donde se ha producido la catástrofe es uno de los enclaves más bellos y alberga una reserva marina de increíble valor ecológico.
¿Ha estado sobre el terreno para ayudar?
He estado tanto en la playa de Pointe D'Esny como en el muelle de Mahebourg, donde la mayoría de los voluntarios se dan cita para fabricar barreras contra la progresión del petróleo vertido. He ayudado como he podido: donando mi pelo para las barrreras, material para los voluntarios, aportaciones en efectivo, subiendo vídeos para concienciar a la comunidad y he concedido una entrevista de radio de la BBC.
¿Cómo ha afectado el vertido de petróleo en las vidas de los mauricianos y los expatriados?
Creo que este vertido de petróleo nos afectará a todos durante muchos años. Todavía estamos tambaleándonos por el cierre de Covid-19, la economía se ha frenado considerablemente durante los últimos meses y ahora el turismo se verá aún más afectado por este desastre ecológico. Para los pescadores locales, el impacto va a ser mayor. Dependen para su sustento del equilibrio de un ecosistema que se ha visto alterado. Lo peor está por venir y es que aún no hemos visto la magnitud global de este desastre ambiental en el entorno marino. Por otro lado creo que la forma en que este vertido ha generado una ola de solidaridad y compromiso en la sociedad mauriciana va a ser difícil de borrar de la memoria de todos.
¿Qué tan importante es para ti ayudar durante esta crisis?
Esta crisis ambiental ha sido una de las situaciones más importantes y urgentes que he afrontado en mi vida. La necesidad que he sentido por ayudar e involucrarme ha sido un impulso imposible de frenar. Creo que nunca en mi vida había sentido tanta determinación. El océano es mi pasión y Pointe D'Esny es mi playa favorita en Mauricio, me he sentido profundamente afectada por esta tragedia. Nunca olvidaré lo que sentí cuando el hedor del vertido invadió el muelle de Mahebourg y vi cangrejos completamente cubiertos de petróleo. Quedé devastada y aún me estoy recuperando...
¿Qué importancia tiene la implicación de los expatriados durante esta crisis en su país de acogida?
Es muy importante que los expatriados y los extranjeros se involucren en todo tipo de aspectos de la vida de su país de acogida. A veces tenemos la impresión como expatriados de ser un tipo de ciudadano de segunda, vivir de alguna manera a parte. La clave es ser útil para tu comunidad allá donde estés. Implicarte, aprender sobre la cultura local y el idioma es una muy buena manera de ganarse el respeto de los locales.
