A partir de abril de 2021, los estudiantes extranjeros podrán viajar a Nueva Zelanda de nuevo. Ante la creciente demanda, el gobierno de Nueva Zelanda ha puesto en marcha un proyecto piloto para acogerlos en varias etapas. Los primeros 300 estudiantes serán puestos en cuarentena hasta que puedan comenzar su programa universitario. ¿Qué hace de Nueva Zelanda un destino tan atractivo, incluso durante la crisis?
Educación de calidad
Nueva Zelanda dispone de uno de los mejores sistemas de educación del mundo con universidades y escuelas técnicas de prestigio internacional. La Universidad de Auckland, la Universidad de Otago, la Universidad Tecnológica de Auckland y la Universidad de Canterbury son las instituciones con mayor número de estudiantes internacionales. Graduarse en una de estas universidades facilita entrar en el mercado laboral nacional después de tus estudios. La reapertura de las fronteras del país a los estudiantes extranjeros tiene por objeto principalmente hacer frente a la escasez de mano de obra calificada en varios sectores. Nueva Zelanda dará la bienvenida a más de 117.200 estudiantes internacionales en 2018, en comparación con los solo 1.000 que se esperan este año. No obstante, un extranjero que desee proseguir sus estudios en Nueva Zelanda debe presentar ahora una prueba de fondos de 20.000 dólares neozelandeses para obtener un visado de estudiante, frente a los 15.000 dólares neozelandeses anteriores a la crisis.
Un país lleno de oportunidades
Como en la mayoría de los países del mundo, la crisis sanitaria mundial ha tenido un impacto significativo en el mercado laboral. La tasa de desempleo se sitúa ahora en torno al 6,2%. Sin embargo, las autoridades neozelandesas esperan que esta tasa disminuya por lo menos al 5,4% para 2022 gracias a la contribución de la mano de obra local y extranjera. También se espera un crecimiento anual del empleo del 1,8% después de 2021, una vez que la crisis sanitaria sea cosa del pasado. Nueva Zelanda actualiza periódicamente su lista de escasez de conocimientos para satisfacer la demanda del mercado. Como resultado, el país necesitará al menos 47.000 trabajadores adicionales cada año. Hoy en día, existen oportunidades en diversos sectores como la tecnología de la información y las comunicaciones, la ingeniería, la salud, así como la construcción, los servicios empresariales, las finanzas y la ciencia, entre muchos otros. Se anima a los profesionales extranjeros a presentar su solicitud ahora, en espera de la reapertura de las fronteras. Tener un visado de trabajo en Nueva Zelanda abre la puerta a la residencia permanente.
Más derechos para los expatriados
Los residentes permanentes en Nueva Zelanda no necesitan permisos o visados para volver a entrar en el país cuando viajan al extranjero, a diferencia de los trabajadores temporales. El documento de residencia permanente autoriza a su titular a vivir, estudiar o trabajar en Nueva Zelanda indefinidamente. La residencia permanente le da acceso no sólo al sistema de atención médica y a la educación pública, sino también al derecho de voto en las mismas condiciones que los ciudadanos neozelandeses.
Paridad de género
Nueva Zelanda es uno de los pocos países del mundo que concede mayor importancia a la paridad entre los géneros. Por lo tanto, no es sorprendente que se encuentre entre los 10 primeros en el informe del Foro Económico Mundial sobre la paridad entre los géneros. Hoy en día, la brecha salarial entre mujeres y hombres es de alrededor del 9%, aunque esta cifra varía de una industria a otra. No obstante, el país está dando a las mujeres una participación justa en todos los niveles, incluso en la política, como lo demuestra la llegada de Jacinda Ardern al cargo de Primer Ministro en 2017. Otros puestos clave, como el de Gobernador General y Presidente del Tribunal Supremo, también han sido ocupados por mujeres. Así que si eres una mujer que quiere impulsar su carrera en Nueva Zelanda o empezar un negocio aquí, no tengas miedo de dar el paso.
Calidad de vida
Gracias a una semana laboral reducida, recientemente reducida a cuatro días por muchas empresas, y a un alto grado de flexibilidad en los horarios de trabajo, los expatriados en Nueva Zelanda disfrutan de un mejor equilibrio entre trabajo y vida privada. Esto les permite disfrutar de su vida familiar y social. Además, el país tiene un clima subtropical, ideal para las actividades al aire libre. Nueva Zelanda también cuenta con una riqueza gastronómica sin igual, que combina la tradición occidental y la maorí.
En lo que respecta al costo de vida en Nueva Zelanda, sigue siendo más bajo que en muchos países occidentales. Los alquileres y los precios de las propiedades, por ejemplo, son más baratos en las ciudades neozelandesas que en las grandes ciudades europeas, lo que permite ahorrar dinero mientras se disfruta de un alto nivel de vida. La atención médica, que cumple con las normas internacionales, está subvencionada por el gobierno.
Si tienes un empleo y deseas formar una familia en Nueva Zelanda, te complacerá saber que la baja por maternidad o paternidad es una ventaja. En 2020, el número de permisos parentales concedidos ha aumentado de 22 a 26 semanas, lo que permite a los nuevos padres disfrutar de más tiempo con sus hijos. Además, como Nueva Zelanda es un país angloparlante, no tendrá dificultades para adaptarse si tiene un buen dominio del inglés. En el país conviven comunidades de expatriados de Estados Unidos, Canadá, Francia, China e India, entre muchas otras. Todas estas nacionalidades hacen de Nueva Zelanda un país multicultural donde predomina la seguridad y la armonía.