Muchos expatriados se trasladan al extranjero no sólo para tener una nueva experiencia en una cultura diferente, sino para ahorrar dinero. Sin embargo, la vida como expatriado puede suponer muchos gastos, sobre todo para los que vienen de países del Sur donde la moneda está devaluada en comparación con el dólar, el euro y la libra, por ejemplo.
Aunque es una tarea difícil, ahorrar dinero también es posible para los expatriados dispuestos a salir de su zona de confort intentando reducir sus gastos. Asafe Kerven, expatriado brasileño que vive en Londres desde hace años, comenta la crisis del coste de la vida en el Reino Unido y cómo organizarse para ahorrar. "Yo vivo en un hostal, pero los expatriados deben ser conscientes de que la clave es el alojamiento, los que planifiquen con antelación y encuentren una buena ubicación con un precio que puedan pagar estarán bien". Aparte de eso, menciona que el transporte es el segundo mayor gasto en el Reino Unido, especialmente si los expatriados tienen coche, ya que los precios del petróleo y la gasolina están subiendo. "Los expatriados pueden ir en bicicleta; eso les hará la vida más sencilla, dependiendo del tiempo, claro", aconseja.
Ahorrar dinero como expatriado
Hay diferentes maneras de ahorrar. Los expatriados pueden ahorrar directamente, si tienen negocios, pueden ahorrar por beneficios, y también pueden ahorrar indirectamente en acciones. La tasa de ahorro nacional incorpora todos estos tipos de ahorro. Según Investopedia, los diez primeros países por tasa de ahorro en 2021 fueron Macao, la República del Congo, Qatar, Irlanda, Brunei, Singapur, Luxemburgo, Gabón, los EAU y China. El análisis ve una conexión entre el crecimiento económico, la renta y las tasas de ahorro. La riqueza petrolera también está asociada a tasas de ahorro más elevadas. Una posible explicación es que, a medida que aumentan los ingresos, la gente tiene más dinero para ahorrar. Aunque muchos países con altas tasas de ahorro también tienen altos ingresos, algunos no los tienen. El alto crecimiento económico, más que los altos ingresos, podría ser una mejor explicación de las altas tasas de ahorro en algunos países.
Los impuestos relativamente bajos parecen ser otro factor de las altas tasas de ahorro interno bruto. En teoría, unos impuestos más bajos deberían conducir a una mayor rentabilidad para los ahorradores, lo que aumentaría la tasa de ahorro. En la práctica, los expatriados que estén interesados en ahorrar deberían comprobar el tipo de interés, el salario y el coste de la vida del país para tener una visión general de lo que pueden ahorrar.
¿Cuáles son los retos?
Alojamiento y gastos de manutención
Los expatriados gastan la mayor parte de su dinero en gastos de alojamiento y manutención, como internet, facturas de electricidad y agua, gas, gasolina del coche, transporte, etc. Puede ser muy difícil ahorrar dinero con todas estas responsabilidades que cubrir. En España, aunque la comida no es demasiado cara, la electricidad sí lo es. Mitchel, un expatriado de Francia, comparte su experiencia: "El mes pasado pagué 200 libras por un piso de 40 metros, donde vivo con mi novia. Fue una gran sorpresa para nosotros; en París, por ejemplo, solía pagar menos". Por lo tanto, es importante buscar con cuidado el coste de la vida, las tasas, el transporte y otros. Val, una expatriada de Bolivia que vino a estudiar a Madrid, buscó el nombre de su universidad en Internet y pensó que estaba en el centro de la ciudad, ya que el edificio de la administración estaba allí. Consiguió un alojamiento cerca de ella, pensando que podría ir a pie. Un mes antes de ir, se dio cuenta de que la facultad de sus estudios ni siquiera estaba en Madrid, sino en otra ciudad a 40 minutos de su alquiler. Ahora tendrá que pagar más por el transporte, algo que no esperaba y que quizá no pueda ahorrar.
Crisis
Aunque usted sea el tipo de expatriado preparado que tiene un plan financiero para ahorrar dinero y ha buscado todos los detalles sobre su país de acogida, todavía puede tener una sorpresa y no poder ahorrar. Las crisis económicas, la inflación, las pandemias y las guerras, como la ruso-ucraniana, pueden llevar a los países a cambios drásticos y a un aumento del coste de la vida. Los precios del petróleo, el gas natural, el trigo, el maíz, el aceite de girasol, los fertilizantes, la madera, el gas de neón, el aluminio, el níquel, el titanio, el paladio, el hierro y el acero (junto con todos los productos fabricados con estos materiales) han aumentado a nivel mundial en los últimos meses. Las sanciones a los oligarcas rusos que intentan detener la guerra también han afectado a algunas empresas y, con ello, a los expatriados que trabajan. Además, los expatriados en Rusia o Ucrania sienten fuertemente el daño económico. A través de las sanciones, las políticas comerciales y las decisiones de inversión privada, Rusia quedará aislada durante años. Ucrania debe soportar el desplazamiento masivo de personas y la destrucción de propiedades.
