![Wellington, Nouvelle Zelande](https://www.expat.com/images/upload/7/8/3/6/1670566295-wellington-news_item_slider-t1670566295.jpg)
Nueva Zelanda busca activamente emigrantes cualificados para impulsar su economía. Tras haber sufrido las consecuencias de su política de covacha cero, el país levantó oficialmente todas las restricciones el pasado mes de septiembre. El tiempo corre para reactivar el crecimiento a pesar de las presiones inflacionistas. ¿Por qué es esencial la inmigración para Nueva Zelanda? ¿Qué medidas ha tomado el gobierno para atraer a trabajadores extranjeros?
Buenas perspectivas para la inmigración en Nueva Zelanda
Kiwibank, filial bancaria del gobierno neozelandés, ha publicado recientemente un estudio que prevé un aumento significativo de la inmigración en 2023. Según Jarrod Kerr, economista jefe del banco, el país puede esperar importantes flujos migratorios de más de 30.000 personas el año que viene, y esto es una buena noticia para las empresas que se enfrentan a la escasez de mano de obra.
La inmigración es un importante motor del crecimiento de Nueva Zelanda. Desde el COVID, el desarrollo económico del país se ha visto sometido a fuertes tensiones, con una contracción del -0,3% en 2020. Según cifras del Gobierno, el país contaba con casi 500.000 inmigrantes en marzo de 2020, justo antes de la crisis del COVID y de los cierres mundiales. La cifra de crecimiento relativamente buena de 2021 (+3,7%) fue más bien una recuperación respecto a 2020. El número de inmigrantes ha seguido descendiendo hasta unos 360.000 inmigrantes en julio de 2022, antes de volver a aumentar. Este es precisamente el momento elegido por Nueva Zelanda para lanzar con éxito una serie de medidas para impulsar la inmigración. En octubre había algo más de 380.000 inmigrantes, lo que supone un aumento de 20.000 en tres meses.
Aumento de la inmigración e inflación
Por otra parte, el estudio plantea una cuestión crucial: "¿Se está interponiendo la inflación?". En julio, la inflación interanual subió al 7,3%, la tasa más alta observada en más de 30 años. Entre las razones, el aumento de los precios del combustible, la vivienda y los alimentos. Pero el Banco Central de Nueva Zelanda intenta apagar el incendio. Como muchos otros bancos nacionales, está subiendo su tipo de interés básico a su nivel más alto en seis años. Con escasos resultados, al parecer, sobre todo cuando la tasa de inflación observada en octubre alcanzó un máximo del 7,2% interanual.
En su estudio, Kiwibank destaca también el reto de la inmigración en tiempos inflacionistas. ¿Es el momento adecuado para recurrir a mano de obra extranjera cuando las cadenas de suministro siguen paralizadas y los precios de la vivienda se disparan? "Sí", concluye Kerr. La inmigración ha tenido y sigue teniendo un impacto positivo en Nueva Zelanda. El error que cometen muchos es fijarse sólo en el aspecto económico: la necesidad de trabajadores. Pero los expatriados en Nueva Zelanda son algo más que mano de obra de reserva. También son vitales para mantener la demografía neozelandesa.
La inmigración es crucial para el futuro de Nueva Zelanda
Como muchos otros países, Nueva Zelanda atraviesa una crisis demográfica. Según Stats NZ, la agencia de estadísticas del gobierno neozelandés, desde la década de 2000 el número de personas mayores de 65 años crece más deprisa que el de 0 a 14 años. Las curvas que predicen estos aumentos están ahora casi al mismo nivel: en 2022, el país tendrá 840.200 personas mayores de 65 años. Los de 0 a 14 años son sólo ligeramente más numerosos (964.300), y los de 40 a 64 años (1.589.500) y los de 15 a 39 años (1.730.100) están igualmente a la par. Son cifras preocupantes para una población estimada en 5,1 millones de habitantes.
Los jóvenes trabajadores son los que mantienen a los mayores. Una mano de obra joven reducida significa menos crecimiento, menos dinero para financiar las pensiones y el sistema sanitario. Los inmigrantes son una solución al envejecimiento de la población. El país busca, sobre todo, extranjeros activos (hay que tener menos de 55 años para solicitar la residencia), con buena salud y cualificados. De ahí los incentivos del gobierno para atraer a extranjeros cualificados.
¿Cómo atrae Nueva Zelanda a los extranjeros?
El Gobierno lleva desde 2021 haciendo varios anuncios para impulsar la inmigración y atraer talento extranjero. La política de cero covacha del país ha tenido un fuerte impacto en los extranjeros. Muchos volvieron a casa y no regresaron o eligieron otro país. Ante la previsión de una catástrofe, el país reabrió sus fronteras un poco antes de lo previsto.
Nueva Zelanda también se compromete a ofrecer mejores condiciones de vida a los extranjeros en su territorio. En noviembre de 2021, puso en marcha el "visado de residente único 2021", un nuevo visado que permite acceder a la residencia a las personas que ya se encuentran en Nueva Zelanda. Según las estimaciones del Gobierno en aquel momento, este visado afectaría a unas 165.000 personas, entre ellas más de 5.000 trabajadores sanitarios, 15.000 trabajadores de la construcción y más de 800 profesores. El ex ministro de Inmigración Kris Faafoi (ahora ministro de Justicia) dijo entonces: "Todas estas personas han desempeñado un papel importante para que nuestro país siga adelante, en los últimos 18 meses".
Nuevos visados de trabajo para impulsar la inmigración
Inicialmente prevista para entrar en vigor el 1 de noviembre de 2021, la reforma de los visados se retrasó hasta el verano de 2022. El Gobierno creó un nuevo visado de "empleador acreditado", en sustitución del visado de "competencias esenciales". En julio, el gobierno introdujo tres nuevas categorías de visado para facilitar a las empresas la contratación de trabajadores extranjeros para puestos cualificados pero difíciles de cubrir: "directo a residencia", "trabajo a residencia" y "altamente remunerado".
En septiembre, el gobierno se dirigió a los inversores extranjeros y lanzó el visado "Active Investor Plus", que sustituye a los visados de residencia "Investor 1" y "2". Este nuevo visado pretende estimular la productividad de las empresas mediante la inversión extranjera. Un mes más tarde, Nueva Zelanda restableció dos categorías de visado: el de "inmigrante cualificado" y el de "padre", y aumentó el salario medio de 27,26 a 26,66 dólares neozelandeses (en 2023). El objetivo sigue siendo el mismo: atraer inmigrantes cualificados y fomentar el crecimiento. Esto demuestra la importancia de la inmigración como futura solución a los retos demográficos y económicos de Nueva Zelanda.