Como en todo, existen personas con más o menos anhelo del pasado. Ya sea de tiempos más boyantes, amistades y relaciones felices, añoranza de costumbres, empleos y ocupaciones anteriores, gastronomía, climatología, etc.
También depende mucho de lo que nos haya llevado a salir de nuestro país para residir en otro: Búsqueda de trabajo, alejarse de problemas para intentar empezar de nuevo, carácter aventurero....
Personalmente en ningún país que he residido he sentido añoranza (me asusta porque quizás soy un insensible..).
Más bien he disfrutado de sus diferentes costumbres, me han atraído nuevas gastronomías, he descubierto nuevos productos, me he interesado por su naturaleza, observado maneras de trabajar diferentes a las mías, legislaciones también diferentes y chocantes, etc.. Más bien, cuando he venido a España por alguna obligación, me entraban ganas de regresar cuanto antes a los países que me han acogido.
No sabría decir porque, pero me da la impresión de que la añoranza se apodera más del individuo que se traslada a un país más rico, preparado y puntero que el suyo de origen.
Realmente con los pocos expats con que me he comunicado en Filipinas (ninguno español), solo añoran algún producto gastronómico, o de comodidad, ya sea un buen queso o una buena cortacesped.
Por otra parte, supongo que lo mejor contra la nostalgia es saber que tienes los medios económicos para viajar a España cuando apetezca (aunque no los utilices).