Preséntate a ti misma, ¿de dónde vienes?, ¿dónde vives? y lo que haces en Israel.
Me llamo Ducel (Así, Ducel, no Dulce, para los que crean que es "error de dedo", jajaja). Soy de la Ciudad de México. Terminé mi carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas hace poco más de un año, y en septiembre de 2012 me lancé a la aventura de venir a probar la vida a Israel, porque tenía interés en la cohesión de culturas y religiones de esta área del mundo. Llegué a estudiar un curso en Tel Aviv para aprender a enseñar español a extranjeros, y vivía con una familia, les ayudaba a cuidar a los niños y con la casa, pero dicho modo de subsistir no me hacía muy feliz, para ser honesta. Empecé una relación con un chico israelí al que conocía por Internet de hacía mucho tiempo: cuando nos conocimos en persona nos enamoramos y ya llevamos varios meses juntos. Después de 6 meses de estar en Tel Aviv tuve la oportunidad de mudarme a Jerusalén, en donde actualmente resido, con mi novio. Estoy tomando clases intensivas de hebreo, y estoy en medio del proceso para obtener la residencia temporal con permiso de trabajo. También fui aceptada en la Universidad Hebrea de Jerusalén, pero ahora mismo no sé qué será de eso, ya que estoy esperando respuestas de la multitud de becas que necesito para poder entrar ahí. Actualmente llevo ya casi 10 meses en este país.
La vida aquí en Jerusalén es un contraste al que, de alguna manera, ya estaba familiarizada, por venir de un país en el que también hay una gama de mezclas culturales enorme. Lo antiguo (tanto aquí, como en México) se mezcla con lo moderno casi en cualquier rincón. Toda la ciudad es color arena, porque hay leyes que prohíben construir edificios de cualquier otro color. Como es relativamente pequeña, uno puede encontrarse en un momento en un área bulliciosa, llena de gente, autos, cafés, restaurantes, música y vida nocturna, y 5 minutos después, estar en la Ciudad Vieja, caminando por las mismas calles por las que, según la tradición cristiana, caminó Jesús. O estar a sólo unos metros del sitio en el que, según la tradición judía, Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac, o en el que, según la Islámica, Mahoma se elevó al cielo. Los paisajes son muy bellos. La variedad cultural es inmensa, y la vida cotidiana es tranquila (a diferencia de la imagen que los medios masivos de comunicación suelen dar con respecto a Israel).
¿Cómo fue tu instalación? (A desarrollar: pasos, procedimientos, búsqueda de empleo, vivienda)
Llegué a Israel con visa de estudiante, ya que me inscribí a un curso de enseñanza del español como lengua extranjera en Tel Aviv, y conseguí que la coordinadora del programa me mandara una carta en donde confirmaba que estaba matriculada en el programa. Llegué a vivir con una familia a la que ayudaba con sus hijos y la limpieza de la casa a cambio de un lugar en dónde vivir, comida, y algo de dinero. Me parece que en este ámbito mi experiencia fue muy particular, ya que debido a dicho acuerdo con esa familia, tuve asegurado un lugar a donde llegar desde antes de salir de México.
¿Ha tenido dificultades de adaptación (las barreras del idioma, las costumbres)?
Sí he tenido, pero no han sido tan graves como pensé que podrían llegar a ser. Al principio el hebreo me sonaba a chino, y no era capaz de leer cosas tan simples como nombres de calles o estaciones de bus. Pero después de prácticamente 10 meses de vivir aquí, y luego de 2 meses y medio de estudio intensivo del idioma, ahora leo con facilidad, y me puedo comunicar mejor en la vida cotidiana, aunque regularmente todavía necesito del inglés para poder comunicarme con fluidez.
¿Lo que más te sorprendió?
La mezcla de culturas: Hay gente de todos los países. A veces voy por la calle y oigo hebreo, árabe, inglés, español, francés, tagalo (hay muchos filipinos) y algunas otras lenguas que no reconozco (y todo en un solo día). Israel es un país que recibe migrantes constantemente y eso hace que su población sea muy diversa.
¿La gente es amable / abierta? ¿Es fácil instalarse y hacer nuevos amigos? ¿Cuál es tu consejo para encontrar nuevas personas...?
La gente en Israel suele tener fama de groseros o rudos. Y... ¿para qué mentir? La "Jútzpah", que es como ellos llaman a su "atrevimiento" o "descaro" (por buscarle traducciones cercanas) es parte de la cultura. En muchos casos sí suelen ser bruscos, pero no es porque busquen ser groseros, sino que esa es la manera de ser de la gente acá (por alguna misteriosa razón). Sin embargo, en la mayoría de los casos son buenas personas, dispuestas a ayudar. Creo que la cuestión de qué tan fácil o difícil es instalarse y hacer amigos por aquí dependerá mucho del carácter de la persona, y de si es capaz de adaptarse a la cultura, de sobrellevar los pequeños baches culturales y acercarse más al "modo de ser israelí". No es ni complicado, ni imposible, sólo hay que estar abierto ;).
Cuando se supera esta "barrera", hay muchas dulzuras con respecto a la gente local. Yo he tratado, principalmente, con israelís de origen ruso (al decir "ruso", generalizo orígenes de los diferentes países que eran parte de la Unión Soviética) porque mi novio pertenece a este grupo y de vez en cuando pasamos tiempo con sus amigos. Los ruso-israelís (al menos jóvenes, rayando en lo que va de los 20 a los 25) tienen un gran sentido del humor y suelen ser personas muy abiertas. Sin embargo, puedo decir que a mí me ha ayudado mucho conocer personas de mi misma cultura (cultura Latina pues) que ya llevan tiempo acá, porque fungen, de algún modo, como "traductores culturales". Por ejemplo, mi primera amiga hispana aquí fue una colombiana que vivía muy cerca de mí cuando estaba yo en Tel Aviv. Ella tenía ya 16 años viviendo en Israel, y me ayudó mucho en el proceso de entender el contexto sociocultural local. Así después conocí a otras personas: españoles, Sudamericanos e incluso de mi país: México, que me ayudaron a lidiar con los "choques culturales" cotidianos.
Un rasgo característico de Tel Aviv que te gusta mucho + un aspecto negativo...¿y para Jerusalén?
De Tel Aviv me gusta mucho la mezcla de ciudad luminosa que está activa todo el tiempo, con la playa y la belleza de sus tonalidades azules y doradas. Hay muchos lugares para comer y pasarla bien. Sin embargo, no me gusta el clima. Si bien todo Israel suele ser caliente en verano, Tel Aviv es un SAUNA. No diré que es el lugar más caliente del país: nunca he estado en el sur, pero sé que ahí las temperaturas a veces superan los 40 grados, Tel Aviv, andará por debajo de los 40, pero la humedad de la playa lo hace insoportable.
De Jerusalén me fascina la mezcla entre antiguo y moderno. Uno puede estar caminando por calles llenas de ruido, cafés, bares, restaurantes, música, etc., y unos minutos después encontrase en algún sitio histórico, como la Ciudad Vieja, y otros lugares en los que incluso, según las diferentes tradiciones, se desarrollaron hechos narrados en la Biblia. No se me ocurre algo que pueda decir, ahora mismo, que no me guste de Jerusalén.
Un prejuicio sobre la ciudad / país que resultó totalmente equivocado...
La mentira del "Apartheid" entre los judíos y los árabes. En Israel viven muchos judíos y árabes que, a diferencia de lo que los medios publicitarios hacen ver, están en paz los unos con los otros, y no se desean ni se provocan ningún mal. Los árabes israelís tienen los mismos derechos que los judíos, y ciudadanos de cualquier otra etnia y religión: votan, usan el mismo transporte público que cualquier otra persona, tienen posiciones en el gobierno, profesiones importantes (por ejemplo, mi médico familiar es árabe). La propaganda anti-Israel deja mucho que desear cuando se vale del término "Apartheid". No digo que no haya injusticias ni discriminación (¿en qué país no las hay?), pero valerse de una palabra que remonta a una época en la que realmente la gente de color en Sudáfrica era considerada como de segunda, sin tener derecho a cosas tan básicas como atención médica de calidad, votar o casarse con la persona de su elección si esta era blanca, me parece un recurso barato, ya que ahora, después de haber visto la realidad con mis propios ojos, reafirmo que los medios masivos de comunicación a veces, irónicamente, son el peor medio para tratar de conocer el mundo.
<br>¿Qué es lo que más extrañas de tu país?
La comida, definitivamente. En Israel hay comida muy buena, pero creo que jamás en mi vida he probado nada que supere la variedad, la riqueza y el sabor de la comida mexicana. También extraño mucho el calor de la gente. Acá a veces son medio fríos.
¿Con qué frecuencia te comunicas con tu familia? ¿Qué medios de comunicación utilizas?
Hablo casi todos los días con mi mamá: Facebook, Skype (ya sea videollamada, o teléfono, ya que, también en Skype, tengo un plan de llamadas ilimitadas a números fijos en México) y Whatsapp.
¿Cómo es tu vida cotidiana?
Me levanto a las 7 de la mañana, y generalmente preparo un desayuno rápido, si tengo tiempo, para mí y mi novio, si no, algo verdaderamente express para mí sola. Salgo alrededor de las 7:40 para tomar el bus de las 7:45. Me hago como 25 minutos al Centro de Jerusalén, en donde está mi Ulpán, que es como se llama acá a las escuelas de hebreo. Mi clase empieza a las 8:30, pero regularmente llego como 20 minutos antes. Termino a las 12:45, y regreso a casa. Ahora que el calor está aumentando no se me antoja mucho salir, para ser honesta. Aquí en Jerusalén, a diferencia de Tel Aviv, el calor es más seco, más de desierto. Hago mi tarea de hebreo, y regularmente en las tardes platico con mi madre, o con otros amigos. Leo mucho. Ya en la noche veo películas o series con mi novio antes de irnos a dormir.
¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Cuáles son las actividades más populares en Jerusalén..?
En mi tiempo libre a veces voy a la Cineteca de Jerusalén (tengo membresía), o a la Ciudad Vieja, al área del Muro Occidental. Otras veces nada más salgo a comer. ¡Curioso que las mejores hamburguesas y pizzas (sí, ¡ambas!) que he comido en mi vida, han sido aquí, en Jerusalén! Justo en un par de sitios en el Centro que recomendaré gustosa a quien quiera probar.
¿Qué consejo le darías a aquellos que quieren instalarse en allí?
La vida en Israel es cara en comparación con ciertos países (en mi caso, al menos, puedo comparar con México). Si llegan con afán de vivir aquí, deben considerar esto de entrada. La renta de un departamento de tamaño regular (al menos para que una pareja viva con suficiente espacio), aquí en Jerusalén, oscila entre los 2,000 y 3,000 shekels mensuales, dependiendo de la zona. En Tel Aviv me parece que es más caro.
En cuanto lleguen consigan una Rav Kav, que es una tarjeta magnética en donde pueden cargar sus viajes en transporte público, ya que si compran los viajes de 10 en 10 (lo que cuesta 52.80 shekels), o pase mensual, si van a usar mucho transporte (235 shekels) es más barato que si compran de viaje en viaje cada vez que usen bus o tren. La Rav Kav se consigue en centros autorizados para esta finalidad y es gratis. Si no quieren gastar tiempo en ir a que les tomen la foto y les pidan datos, pueden comprar una directo en el bus, que cuesta (no estoy segura) entre 5 y 15 shekels (doy estos precios porque han sido las aproximaciones que otras personas me han dado, yo nunca la compré en el bus).
Aquí hay que ser amable, pero no "dejado". Los israelís suelen ser toscos (y me refiero a israelís en general: cristianos, judíos, musulmanes), y eso a veces suele ser extraño cuando se viene de una cultura en la que el "por favor", el "gracias", y las maneras suaves (a veces honestas, a veces no, pero qué le vamos a hacer) para pedir las cosas son algo crucial en casi cualquier intercambio social. Cuando digo que no hay que ser dejado, es, en primera, no espantarse cuando alguien te alce la voz, y luego, responderle igual. No me refiero a que haya que armar una guerra de "vamos a ver quién habla más fuerte", sino de demostrar que no te amedrentas por los modos locales. Cuando la gente se da cuenta de ello, de inmediato se suavizan, y lo respetan más a uno.
Dependiendo de la época del año en la que planeen venir, tomen en cuenta el tipo de ropa que van a necesitar. El invierno, créanlo o no, al menos en Tel Aviv y en Jerusalén, es cruento. En Jerusalén es mucho más frío, tanto así que a veces llega a nevar. En verano, muy por el contrario, hace muchísimo calor, por lo que ropa ligera y bloqueador solar (de buen rango de protección) son altamente recomendados.
Cuando estén aquí, ya sea de manera permanente o en una visita turística... ¡Disfruten! Israel, pese a ser un país tan chiquito, tiene una inmensa riqueza natural, cultural e histórica. De norte a sur hay lugares interesantes y bellos a los que ir.