Me llamo Mateo Rouco, tengo 23 años y aunque nací en Santiago de Compostela, Galicia, vivo desde hace más de un año en Oriente Medio, Israel.
¿Es la primera vez que vives en el extranjero?
Sí, es la primera vez.
¿Hace cuanto tiempo que te has ido? ¿Y por qué has decidido marcharte?
Hace un año y dos meses que llegué a una ciudad perdida en el medio del desierto del Negev llamada Beersheba. Me marché de España asustado por la falta de oportunidades, la depresión general de los ciudadanos y las malas noticias. El futuro en mi país de origen pintaba muy negro e Israel representaba para mí un gran reto y a la vez una atractiva aventura. En España estaba cansado de que no se valorara el potencial de los jóvenes.
¿Cómo se pasó la adaptación?
Adaptarse a Israel fue una gran locura y un proceso duro en el que aún me encuentro. No conocía a nadie, no entendía hebreo y estaba en pleno estado de shock al llegar a un país en conflicto. Mis primeros días fueron intensos. Recuerdo que al poco tiempo de llegar comenzaron a caer cohetes desde la franja de Gaza y muy pronto la Universidad decidió evacuarnos al medio del desierto. Totalmente perdido ante esa situación y a cinco horas de vuelo de mi casa ya sabía que esto de estar en Israel era otra historia.
A día de hoy esa adaptación continúa, la amenaza de una posible guerra con Irán planea sobre el pensamiento de cada persona que vive en Israel y yo sigo adaptándome a los pequeños detalles de la convivencia con los israelíes.
¿Cuáles son las principales diferencias con España, tu país de origen?
Hay muchas diferencias entre ambos países pero también muchas similitudes. Uno de los aspectos que me ha impactado aquí es la gran importancia de la religión. Me gustó vivir el día del Yom Kippur y observar como un país entero se paraliza por completo.
Otro aspecto que me ha impactado respecto a España es lo que yo denomino ‘la mala educación israelí', una forma de comportarse característica de los israelíes que les hace saltarse las colas de espera del supermercado con gran descaro y ser extremadamente directos en las formas. En algunos casos esta falta de modales es más que incómoda. Como puntos comunes tenemos la gastronomía, la cultura mediterránea y formas similares de comportamiento.
¿Cuál es tu mejor experiencia en Israel?
Mi mejor experiencia en este país ha sido pasar un fin de semana en el desierto con mi mejor amigo francés, Théo Flechais. En ese momento pude vivir la tranquilidad del desierto y la sensación de estar al margen del mundo. Viajar de norte a sur en autostop y conocer las historias del conflicto también han sido momentos increíbles. En Israel siento que cada viaje que inicio puede convertirse en una gran aventura.
¿Cuáles son las cosas que más te gustan de vivir en Israel?
Siempre he pensado que una de las maravillas de Israel es la gente que te puedes encontrar por las calles de Jerusalén, Tel Aviv o Beersheba. El país es muy multicultural y un foco de atracción para periodistas, estudiantes, diplomáticos, ejecutivos y por supuesto inmigrantes de todo el mundo. Me gusta que aquí haya un gran espíritu emprendedor, que se valore el potencial de la gente joven y que se sepa aprovechar las oportunidades.
¿Has tenido algún problema o dificultades durante tu experiencia (culturales, de idioma, de comprensión…)? Cuéntanoslas.
Parte de la mala educación de la que hablaba antes me ha jugado malas pasadas durante mi estancia en Israel. El idioma ha sido desde el principio una barrera superable porque aquí todo el mundo habla inglés y en cuanto a las amistades he de reconocer que me ha sido difícil encontrar un buen amigo o amiga israelí. No sé si es la experiencia que da el ejército o la huella que deja crecer viviendo entre guerras pero veo que es complicado estrechar lazos con los israelíes. Es muy fácil conectar e ir a tomar algo pero es más complicado llegar a un grado mayor de confianza. Y eso, estando en el extranjero, se nota porque estás tú ante un mundo totalmente desconocido.
¿Has echado de menos a tu país de origen, tu familia, tus amigos algunas veces? ¿En qué ocasión?
La vez que más he echado de menos a mi familia ha sido las navidades pasadas. Las pasé con la familia de mi mejor amigo francés y aunque estaba en un entorno agradable me costaba estar alejado de mi familia en uno de los momentos más familiares del año. Además hay que tener en cuenta que aquí la Navidad no existe y tampoco se celebra el fin de año.
A mis amigos, repartidos por el mundo, los echo de menos todos los días y siguen siendo a día de hoy una parte fundamental de lo que yo soy. Cuando esa parte falta es complicado ser, al cien por cien, uno mismo. Por suerte hoy tenemos skype y otros medios para seguir estando en contacto.
¿Has viajado por los países vecinos desde que estás en Israel o en otras regiones del país?
Hasta ahora he viajado a Jordania, he estado multitud de veces en Palestina y tengo muchas ganas de conocer Egipto.
¿Cómo es la vida de un expatriado en Israel?
Mi vida como expatriado en Israel en mi etapa de universitario era bastante sencilla. Solía ir a la universidad cada mañana para aprender hebreo y luego me juntaba con los alumnos internacionales para estudiar a fondo el conflicto palestino israelí. A menudo planeábamos viajes por Israel u organizábamos encuentros con gente de Canadá, Francia, Estados Unidos, Alemania, Holanda. Nuestros días eran como estar en una pequeña escuela de Naciones Unidas.
¿Cuándo has empezado a escribir tu blog? ¿Y por qué?
Al poco tiempo de pisar por primera vez Israel quise comenzar un blog no sólo para contar lo que me estaba pasando en este país sino para encontrar una vía de escape a mis experiencias tanto buenas como malas. Sentía que todo lo que estaba haciendo tenía que contarlo. Además quise animar desde el principio a los jóvenes españoles a que se lancen hacia nuevas oportunidades, persigan sus sueños y luchen hasta alcanzarlos. En el blog he contado momentos divertidos pero también momentos duros porque así es la vida.
Hasta ahora este blog es para mi uno de los mayores logros de mi estancia. Estoy muy orgulloso de tenerlo, he recibido apoyo y ánimos desde España pero también desde varios países del mundo desde donde me leen. Ahora estoy más que feliz al haber empezado a escribir mi primer libro. Sin el blog no sería posible.
¿Tu blog te ha permitido crear nuevas amistades?
Estoy especialmente contento de haber conectado con Carlos Martín, un joven malagueño que en el futuro quiere estudiar periodismo. Él ha sido una de las personas que he conocido a través del blog y que me ha demostrado que la pasión y las ganas aún existen en los jóvenes españoles. He hecho amistad con él pero espero hacer muchas más amistades a través de mi blog.
¿Por qué te registraste en
https://www.expat.com? ¿Qué opinas de esta web?
Me gustó el nombre de vuestra comunidad y también el hecho de compartir mi blog con más gente que está en una situación similar a la mía alrededor de todo el mundo. Creo que vuestro trabajo es fantástico y me alegro de haberlo incluido en vuestra lista.
¿Qué consejo(s) puedes dar a los demás miembros que quieren instalarse en Israel?
El primer consejo es que me escriban al mail con cualquier duda que tengan y yo haré lo imposible por ayudarles. Además les aconsejo que vengan con la mente abierta, con ganas de aprender, que dejen en casa sus prejuicios y se preparen para vivir momentos muy duros y momentos geniales. Si vienen con ganas seguro que les irá bien.