El pasado jueves 25 de marzo se publicó en el Diario Oficial del Gobierno de Brasil un decreto por el que se simplifican ciertos requerimientos para la entrada de venezolanos en el país.
Ante la situación de crisis económica y social, son muchos los venezolanos que han puesto sus miradas en el vecino Brasil. Según las cifras oficiales que maneja el gobierno brasileño, actualmente son unos 262.500 inmigrantes venezolanos los viven en el país. Este éxodo masivo se ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años y la mayoría de los migrantes ha llegado a Brasil por su frontera terrestre.
Entre las medidas que flexibilizan la entrada en el país sobresale la que permite a los venezolanos presentar documentos que acrediten su identidad (pasaportes o cédulas de identidad) aunque estos estén vencidos.
La medida tomada por el ejecutivo brasileño tiene como objetivo por un lado reducir las interminables colas de espera que en los puntos fronterizos. Esta medida permitiría agilizar los trámites para muchas personas, ya que en muchos casos, la falta de acreditación de identidad vigente alarga el tiempo de espera y de tramitación de permisos de residencia, refugio o asilo.
También se ha introducido una medida que afecta a los menores de hasta 9 años, para los que el único documento solicitado es un certificado de nacimiento, a condición de que vayan acompañados de uno de sus padres o tutores.
Según un comunicado del gobierno brasileño, la reciente flexibilización de una ley que entró en vigor en 2019, ha sido considerada visto el “continuo flujo migratorio de venezolanos, su reconocida situación de vulnerabilidad y la crisis generalizada en el país vecino”.
Para los venezolanos a los que se les conceda residencia o refugio, se les entregará una autorización de residencia temporal de dos años que podrán renovar de manera indefinida a condición de no incurrir en ningún tipo de acto criminal en el país de acogida.
De los 262.500 venezolanos censados en territorio Brasileño, 46.650 han podido conseguir el estatus de refugiado, 102.500 están a la espera de una respuesta y el resto han optado por solicitar un permiso de residencia temporal que les permite buscar un trabajo e instalarse legalmente.
Brasil puso en marcha un programa de ayuda a la integración de expatriados del que a día de hoy se benefician cerca de 49.000 venezolanos. Esta iniciativa tiene como objetivo el acompañamiento y la reubicación en diversas ciudades del país, para ofrecer a refugiados y residentes una oportunidad de rehacer su vida.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), únicamente desde 2015, cerca de cuatro millones de venezolanos dejaron su país a consecuencia de la crisis económica y la inestabilidad institucional. Estas cifras convierten el fenómeno en uno de los mayores flujos migratorios del planeta en las últimas décadas.