El impacto del cierre de fronteras
Una de las primeras y principales consecuencias de la pandemia sobre los trabajadores transfronterizos fue el cierre de las fronteras. Durante los cierres, los trabajadores transfronterizos (aparte del sector médico y otros sectores esenciales beneficiados que tenían un pase) ya no podían trabajar en el extranjero. En resumen, muchos de ellos no pudieron ni siquiera trabajar. Ha sido un periodo oscuro para todos los que dependen de cruzar las fronteras para ganarse la vida, pero algunos fueron más afortunados que otros.
Algunos han podido seguir trabajando a pesar del cierre de las fronteras y de las restricciones sanitarias debido a la naturaleza de su trabajo. De hecho, las exenciones se aplicaban a los trabajadores esenciales.
Muchos de los que trabajaban en cadenas de producción y debían estar absolutamente presentes en el lugar para trabajar fueron lamentablemente despedidos durante los cierres.
Por último, están todos aquellos que tuvieron que reinventar sus carreras durante este periodo poco común y trabajar a distancia.
El auge del teletrabajo
El trabajo a distancia se convirtió en la respuesta a las preguntas de todos los trabajadores transfronterizos que pueden hacer su trabajo delante de un ordenador o un teléfono. Lo mismo ocurrió con los trabajadores tradicionales, que tuvieron que adaptarse. Así es como el trabajo a distancia aumentó en un incremento sin precedentes. Los trabajadores transfronterizos acabaron trabajando y viviendo (temporalmente) en el mismo país. Sin embargo, las cosas son mucho más complejas de lo que parecen, sobre todo cuando se está oficialmente vinculado a otro país por sus impuestos y cotizaciones a la seguridad social.
Cuestiones fiscales y de seguridad social para los trabajadores transfronterizos
Los trabajadores transfronterizos están sujetos a un régimen especial que regula su tiempo de trabajo en el extranjero. Pero cuando se trabaja más tiempo en el extranjero, surgen muchas cuestiones. Afortunadamente, los gobiernos han considerado una serie de medidas para proteger los derechos de los trabajadores transfronterizos, especialmente en materia de seguridad social y asistencia sanitaria. En Europa, por ejemplo, se introdujo una política especial al principio de la pandemia. También se revisaron los acuerdos fiscales destinados a preservar los derechos de los trabajadores transfronterizos que se benefician de regímenes fiscales específicos.
Cuando finalmente se reabrieron las fronteras
Una vez reabiertas las fronteras, muchos trabajadores transfronterizos pudieron volver a trabajar. Aun así, inevitablemente, se han enfrentado a algunos problemas, empezando por los desplazamientos a veces más largos hasta su lugar de trabajo debido a los controles fronterizos en los que tienen que presentar documentos como un test Covid negativo, el pase sanitario, etc. Hasta la fecha, muchos países siguen exigiendo este tipo de requisitos a los viajeros y trabajadores transfronterizos, aunque algunos han ido suavizando sus restricciones de Covid. Otra dificultad que encuentran los trabajadores transfronterizos durante este periodo es la falta de heterogeneidad de las normas y políticas de cada país. Por ejemplo, pueden surgir problemas si trabajan en un país con políticas de entrada más flexibles, pero tienen que volver a su país donde las políticas son más restrictivas. De ahí la importancia de que los trabajadores transfronterizos encuentren una solución adecuada con su empleador en cada caso.
Disminución del número de trabajadores transfronterizos
En general, y por todas las razones expuestas anteriormente, se ha producido un importante descenso en el número de trabajadores transfronterizos en las últimas décadas, pero esto no puede atribuirse únicamente a la pandemia. Las cifras siguen variando de un país a otro. Aun así, la vida está volviendo poco a poco a la normalidad para los trabajadores transfronterizos, como el resto de la población trabajadora, ya que se están eliminando las restricciones de Covid