Los expatriados que mantienen una relación a menudo quieren traer a su pareja o cónyuge al país donde trabajan. En algunos países, es un proceso bastante sencillo, pero, por desgracia, otros países tienen requisitos más estrictos, como un umbral mínimo de ingresos, la edad o el número de años de convivencia. Los expatriados que mantienen relaciones homosexuales también pueden tener problemas para traer a su pareja a un país donde no se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las parejas del mismo sexo podrían no optar a la reagrupación familiar en varios países
En 2023, hay 32 países donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal. Incluye la mayor parte de Norteamérica y Europa, Australia, Nueva Zelanda y gran parte de Sudamérica, pero, por desgracia, pocos países de Oriente Medio, Asia y África. En estos dos últimos continentes, sólo en Taiwán y Sudáfrica los expatriados con pareja del mismo sexo pueden obtener un visado de cónyuge/pareja por la vía normal.
Pero no desesperes. En algunos países donde el matrimonio entre personas del mismo sexo no es una ley federal, algunas regiones podrían reconocer estas uniones o, al menos, estar dispuestas a conceder otro tipo de permiso de residencia a las parejas del mismo sexo de expatriados trabajadores.
Por ejemplo, en China, sólo la capital, Pekín, y la región autónoma de Hong Kong pueden conceder una especie de "visado conyugal" a la pareja del mismo sexo de un expatriado. En Pekín, se concede a la pareja el "estatus de residente dependiente". En Hong Kong, existe el "visado de visitante prolongado" para "cónyuges de hecho". El gran inconveniente de estos equivalentes es que no conceden a las parejas del mismo sexo todos los mismos derechos de que disfrutan las parejas de distinto sexo con un visado regular dependiente. Por ejemplo, en Hong Kong, el "cónyuge de hecho" no puede trabajar sin un permiso especial del Departamento de Inmigración, mientras que una pareja del sexo opuesto sí puede. También debe renovar el "visado de visitante prolongado" cada 6 meses.
En Japón, otro país asiático que técnicamente no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, a las parejas del mismo sexo de los expatriados se les ha empezado a conceder poco a poco visados dependientes. Esto ocurre si el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en su país de origen y su embajada/consulado puede defender su caso. Kyodo News informa de que así es como 93 expatriados pudieron traer a sus parejas del mismo sexo al país entre 2013 y 2020.
Lamentablemente, en los países en los que no existen estas lagunas, la pareja del expatriado tendrá que tomar el camino más largo de solicitar un visado de trabajo por separado -si es que tiene las cualificaciones y competencias profesionales adecuadas para ello-. Solicitar un trabajo como profesor de inglés o de idiomas extranjeros puede ser una vía accesible si la pareja no puede solicitar ningún otro visado de trabajo.
Traer a un cónyuge/pareja al Reino Unido es más difícil y caro desde 2012
En 2012, las leyes de inmigración del Reino Unido relativas a la reagrupación familiar se hicieron más estrictas. Ahora existe un requisito financiero para traer a un cónyuge/pareja al Reino Unido.
El Índice de Política de Integración Migratoria 2020 otorgó al Reino Unido una puntuación en materia de reagrupación familiar baja en comparación con muchos otros países muy desarrollados. Tiene una puntuación de 29 ("ligeramente desfavorable"), mientras que Alemania obtuvo 42, Irlanda 48, Canadá 88 y Australia 68.
El Irish Times informó a finales de 2022 de que el estricto requisito británico de reunificación conyugal ha llevado incluso a cientos de norirlandeses a renunciar a su ciudadanía británica y adoptar la irlandesa, algo que les permite el Acuerdo de Belfast de 1998. Ser ciudadanos irlandeses hace más fácil -y mucho menos costoso- traer a Irlanda del Norte a sus cónyuges nacidos en el extranjero.
Europa: Dinamarca, Países Bajos y Austria también imponen requisitos estrictos al visado de pareja
En Europa, Dinamarca, los Países Bajos y Austria son los únicos, aparte del Reino Unido, que obtienen una calificación baja en lo que se refiere a la facilidad de reagrupación familiar, incluida la de cónyuge/pareja. Dinamarca tiene la puntuación más baja de los tres.
En primer lugar, los tres países exigen a los cónyuges/parejas de expatriados una edad superior a la legal para contraer matrimonio. Las parejas de expatriados en Austria y los Países Bajos deben tener al menos 21 años, y las de Dinamarca, 24 antes de obtener un visado de cónyuge. Algunos políticos daneses esperan incluso elevarla a 28 años. En algunos países, estas edades mínimas están por encima de la edad media para contraer matrimonio (por ejemplo, en India, mucha gente se casa a los 20 años). Algunos expatriados, sobre todo en Dinamarca, pueden tener que esperar a que su cónyuge/pareja en su país de origen cumpla cierta edad antes de apadrinarlos.
También tienen un requisito de ingresos. En los Países Bajos, el expatriado que apadrina a un cónyuge/pareja debe ganar al menos 1.896,70 euros al mes (esto puede incluir la paga de vacaciones). En Austria, una pareja sin hijos debe tener unos ingresos regulares de al menos 1.751,56 euros al mes para poder reagruparse. Mientras tanto, en Dinamarca, si bien no hay un requisito de ingresos mínimos, la pareja tiene que demostrar una fuerte garantía financiera/colateral al Estado: 110.293,89 coronas, o casi 16.000 dólares, en ahorros que no se utilizarán para gastos inmediatos. Esto es sólo un poco menos caro que en el Reino Unido.
Los costes no acaban aquí para los expatriados en Dinamarca que quieran traer a su cónyuge, ya que también tendrán que pagar 1.384,72 euros por la tasa de solicitud, así como varios exámenes de danés que pueden costar hasta unos 800 euros en total. El cónyuge/pareja debe hacer un examen de lengua danesa de nivel 1 (A1) antes de solicitar el visado y luego hacer el de nivel 2/A2 lo antes posible en Dinamarca. En comparación, en Austria, el cónyuge/pareja apadrinado solo debe acreditar un A1 de alemán, no un A2. En los Países Bajos no se exige ningún requisito lingüístico para el visado de cónyuge.
Las dos pruebas no son las únicas razones adicionales por las que Dinamarca es el país más difícil de los tres para conseguir un visado de pareja. A diferencia de lo que ocurre en muchos otros países, en Dinamarca no basta con que el trabajador expatriado gane un buen sueldo, sino que el cónyuge que quiere reunirse con él desde el extranjero debe ser autosuficiente, es decir, económicamente independiente. Esto puede demostrarse demostrando que ha trabajado a tiempo completo (en cualquier país) durante al menos 3 de los últimos 5 años. Debe haber cursado al menos un año de estudios postsecundarios (se considera un curso de formación profesional postsecundaria). Haber visitado Dinamarca al menos una vez.
El expatriado que ya esté en Dinamarca, por su parte, debe haber cursado al menos 6 años de estudios (de los cuales al menos 1 de secundaria), tener un nivel 3 (B1) de lengua danesa y haber trabajado a tiempo completo durante 3 de los últimos 5 años. No debe haber dependido de prestaciones sociales, aunque sea por muy poco tiempo, en los últimos 3 años - eso le descartaría como "autosuficiente".
Hay más restricciones en cuanto a la vivienda: la pareja en Dinamarca debe tener una "residencia independiente", es decir, una casa con entrada propia que parezca una unidad. Debe haber al menos 20 pies cuadrados para cada persona que viva en ella, y el número de residentes no puede ser el doble que el de habitaciones. La casa tampoco debe estar en una zona designada por el Estado como vulnerable (con un alto índice de delincuencia, bajos niveles de empleo, etc.).
Se puede renunciar a un máximo de dos de las condiciones anteriores si la pareja cumple colectivamente la gran mayoría de ellas. En general, se puede renunciar a 2 de las 6 condiciones de integración relativas a la experiencia laboral, la educación y el nivel de idiomas si la pareja cumple las otras 4. Aun así, los requisitos generales siguen siendo muy estrictos. Aun así, los requisitos generales siguen siendo muy estrictos. Según The Local, esto ha puesto a prueba a muchas parejas. La web europea sobre integración de la UE insinúa incluso que estos estrictos criterios equivalen a discriminación.
EE.UU. y Australia restringen la concesión de visados de pareja a los solteros
Lejos de Europa, tanto Estados Unidos como Australia tienen una puntuación bastante buena en lo que se refiere a su visado de cónyuge, según la última investigación del Índice de Política de Integración Migratoria. Sin embargo, destaca una restricción. EE.UU. sólo concede este visado a expatriados casados, no a expatriados en pareja de hecho, ¡incluso si la pareja de hecho ha vivido junta durante una década! Si tu prometido(a) o pareja de hecho quiere acompañarte a Estados Unidos, primero tenéis que casaros. En cuanto a Australia, sólo puede conceder un visado a la pareja de hecho de un expatriado si la pareja lleva viviendo bajo el mismo techo (no sólo saliendo) al menos 1 año. Las parejas casadas, por su parte, pueden solicitarlo aunque sólo lleven unos meses viviendo juntos.
