Me llamo Javier y soy un joven de Zaragoza (España) que lleva viviendo en el sur de China desde 2011. Actualmente trabajo como creativo publicitario (copywriter) en una multinacional china de telefonía. Sin embargo, no fue hasta mi tercer año en China (2013) cuando decidí abrir mi blog para empezar a acercar mi punto de vista sobre la cultura china al resto del planeta.
¿Cuándo llegaste a Shenzhen, era la primera vez que ibas a vivir en el extranjero?
Shenzhen no es la primera ciudad en la que vivo en China. Llevo viviendo en ella un año y pocos meses. Sin embargo, anteriormente viví en Guangzhou, a escasa hora y media en tren de Shenzhen. Guangzhou sí que fue la primera ciudad fuera de España en la que he vivido.
¿Hace cuánto tiempo que te has ido?
El 26 mayo de 2011 aterrizaba en el aropuerto de Baiyun, en la ciudad de Guangzhou. Ahora hace ya tres años y medio, pero no ha sido todo del tirón, ya que he intercalado alguna estancia en España durante estos años.
¿Y por qué has decidido marcharte? ¿Cómo se pasó la adaptación?
La oportunidad me llegó en forma de beca nada más licenciarme en la carrera de Periodismo. A mí siempre me había atraído la cultura asiática y era estudiante de japonés, pero el destino quiso llevarme a China. Me pareció una gran oportunidad de conocer Asia y poder trabajar en la gran potencia económica mundial que es China.
La adaptación al país no fue dura, pero creo que ayuda mucho el tema de que soy una persona que no se suele quejar por nada. Me adapto fácilmente a cualquier situación y si hay algún problema, me lo tomo con humor. Creo que mi blog es un claro reflejo del espíritu con el que afronto la vida.
¿Cuáles son las principales diferencias con España, tu país de origen?
Creo que tardaría menos si te contase cuáles son los puntos en común entre España y China.
Se trata de un país muy distinto a cualquiera de los que he visitado en mi vida. Son una sociedad todavía muy rural y tradicional que se ha encontrado de repente con un crecimiento económico bestial. Por ejemplo, puedes estar en un distrito financiero, rodeado de los rascacielos más grandes que hayas visto jamás. Pero de repente te encuentras a una señora vendiendo lichis en el suelo. O a un padre poniendo a su bebé a hacer sus cosas en una papelera. A mí me parece muy divertido.
¿Cuáles son las cosas que más te gustan de vivir en Shenzhen?
Shenzhen no es una ciudad que me fascine del todo. Me gustaba más Guangzhou.
El problema de Shenzhen es que es una ciudad que no tiene historia. Era un pueblo de pescadores (de 300,000 habitantes, que en China es considerado poca población) hasta principios de los 80, momento en el que el presidente Deng Xiaoping la convirtió en una zona económica especial para probar un nuevo sistema económico (una gran apertura hacia el exterior). La cosa funcionó tan bien que ese modelo económico se implantó en el resto de China y sigue vigente a día de hoy.
Debido a esto, Shenzhen es una ciudad construida de la nada. Prácticamente nadie es de Shenzhen, todo son chinos de otras zonas que han venido atraídos por los altos salarios que se ofrecen aquí en comparación con el resto de China.
Guangzhou me parece una ciudad mucho más viva, con una historia y personalidad propia. Son chinos cantoneses y eso se nota en muchos aspectos.
Tampoco quiero que parezca que odio Shenzhen, es una ciudad que me gusta mucho y tiene puntos muy buenos. Uno de ellos es la cercanía al mar, lo que provoca una contaminación muchísimo menor a la de otras zonas de China (incluso mucho menor a la de Guangzhou). Esto también te permite ir a la playa en verano, algo que agradezco mucho, ya que a excepción de unos 3 ó 4 meses, en Shenzhen siempre hace calor.
El estar en la frontera de Hong Kong también es muy práctico. Cuando quieres escapar de China o ir de compras, simplemente tomas el autobús a la frontera, cruzas andando y tomas un autobús hacia el centro de Hong Kong.
¿Has echado de menos a tu país de origen, a tu familia, a tus amigos algunas veces? ¿En qué ocasión?
Siempre se echa de menos España y tu gente. Yo salté de una ciudad de menos de un millón de habitantes a una con más de 15 millones. El contraste es muy grande y la velocidad a la que se vive en China puede llegar a agobiarte. Muchas veces echas de menos poder ir andando adonde te apetezca.
De todos modos, sé que mi estancia en China no es algo para siempre. Se trata de un país del que jamás te vas a sentir parte de él y del que, por supuesto, jamás podrías conseguir la ciudadanía. Sé que en un tiempo estaré de nuevo en España o en Europa y por eso me lo tomo como una oportunidad para aprender y disfrutar y no como un suplicio por estar lejos de casa.
¿Has viajado por los países vecinos desde que estás en China o en otras regiones del país?
Sí, viajar es una de las cosas que más me gusta de vivir aquí. Mi primer viaje fuera de China fue a Japón, visita obligada ya que me siento indescriptiblemente atraído por la cultura nipona, sobre todo su literatura y su gastronomía. Japón no sólo no me decepcionó, sino que me sorprendió más de lo que esperaba.
Mi último viaje ha sido a Filipinas, donde he descubierto un auténtico paraíso de playas de arena blanca y fondos marinos que parecen de documental de La 2.
Dentro de China también he viajado a varias ciudades. Mi favorita sigue siendo sin duda Beijing. Me encantaría poder vivir una temporada allí, pero una de las cosas que más me echan atrás, aparte del frío durante el invierno, es la polución.
¿Cómo es la vida de un expatriado en Shenzhen (un día típico, algo que te gusta hacer en la ciudad...)?
La vida como trabajador no es ninguna locura. Por la mañana me escurro en un vagón de metro lleno de chinos para llegar al trabajo. Gracias a dios sólo vivo a 2 paradas.
Luego mi día transcurre en la oficina, vuelta a escurrirse en el metro, que en hora punta es agobiante. Y salir a cenar fuera o cocinar en casa.
Cuando tengo tiempo libre lo que más me gusta es ir a conciertos de grupos chinos, ya que hay una escena musical independiente muy interesante. También visito mucho una zona llamada OCT Loft donde hay pequeñas cafeterías, galerías de arte y demás. Creo que este tipo de cultura es la más interesante del país, hay muchos jóvenes haciendo cosas maravillosas tanto en música como en pintura o ilustración.
Otra de mis pasiones es la gastronomía. En China disfruto mucho porque la comida china es maravillosa, nada que ver con la que nos venden en los restaurantes chinos de occidente. Además, al ser las ciudades tan grandes, hay una oferta gastronómica enorme.
¿Cuándo has empezado a escribir tu blog? ¿Y por qué?
El blog lo empecé en octubre de 2013, después de llevar dos años en China. Como periodista que soy, siento una irrefrenable necesidad de contar las cosas que veo.
Me lo prometí al llegar a China en mayo de 2011, pero quizás en ese momento todavía estaba un poco verde para atreverme a hablar sobre China. Aunque también hubiese sido interesante conocer mis primeras impresiones. Ahora me haría mucha gracia leerlo.
¿Tu blog te ha permitido crear nuevas amistades?
Sí, gracias al blog estoy en contacto directo con mis lectores. Hay gente que te sigue y te comenta, tanto en el blog como en la página de Facebook, y eso siempre se agradece. Últimamente he empezado a conocer a otros blogueros de China y son gente espectacular.
¿Cuándo te registraste en
https://www.expat.com? ¿Qué opinas de esta web?
Pues soy bastante nuevo, me registré esta misma semana pero me ha parecido una idea muy buena. Cuando llegué a China por primera vez, tuve la suerte de conocer a otros españoles debido a que mi trabajo era en un órgano español, como es la Cámara de Comercio de España.
Sin embargo, sé de gente que llega a China y no conoce a nadie y lo llegan a pasar bastante mal. Y de repente, acaban dando con los españoles de la zona y empiezan a disfrutar del país. Creo que Expat Blog puede ser un gran apoyo para esa gente que da el gran paso de venir a China sin conocer a nadie.
¿Qué consejo(s) puedes dar a los demás miembros que quieren instalarse en Shenzhen?
Lo primero, que negocien bien su contrato antes de venir y se aseguren de cualquier mínimo detalle (yo nunca he tenido problemas, pero conozco a gente que sí).
Un segundo consejo sería intentar buscar piso no demasiado lejos del trabajo. Shenzhen es una ciudad con una forma muy alargada y los tiempos de transporte pueden ser agotadores.
Y, por supuesto, que disfruten del país y no se ciñan únicamente a conocer extranjeros. Los chinos pueden parecer un poco raros al principio, pero hay gente maravillosa.