Lograr una oportunidad de trabajo en el extranjero es el sueño de muchas personas. Significa una nueva aventura, experiencia internacional y oportunidades emocionantes. Sin embargo, los efectos de la pandemia han cambiado la dinámica de trabajo en todo el mundo y sembrado dudas en aquellos que quieren vivir en el extrajenro.
Adaptarse al nuevo orden mundial significa comprender las consecuencias que han sufrido las empresas y las personas debido a los últimos acontecimientos. Mientras que los trabajadores más cualificados consiguieron recuperarse rápidamente de los cierres, no cabe duda de que la pandemia empeoró las cosas para los menos cualificados, que o bien perdieron su empleo, o no lo buscaron (por tanto, no participaron en el mercado laboral), o tuvieron que poner en riesgo su salud ganando el salario mínimo. Independientemente de la situación en la que te encuentres, tendrás que evaluar cuidadosamente las condiciones de tu posible trabajo para asegurarte de que es la opción correcta para ti en este periodo. Algunas de las preguntas más importantes que debes hacer a tu empleador son las siguientes.
Las condiciones de trabajo son muy importantes. Aunque es obligatorio que todas las empresas sigan los procedimientos estándar de seguridad, siempre es importante preguntar. ¿Cómo va a ser tu jornada, cuáles son las condiciones de una baja por enfermedad, en qué tipo de entorno vas a trabajar (tu oficina, reuniones de grupo, trabajo en línea, etc.)? Comprueba qué ofrece la empresa (pruebas, vacunas) y cuáles son sus requisitos según las normas del país. Aunque es algo controvertido, estas cuestiones deben considerarse individualmente, por lo que debes elegir el entorno que más te convenga. Para entender la forma de trabajar, lo mejor es visitar la empresa antes de firmar un contrato con ella para saber si es la adecuada para ti.
La remuneración que recibirás y si es suficiente para vivir en ese lugar. Ten en cuenta que, en algunos casos, necesitarás tener un determinado salario para poder obtener el visado. Comprueba el salario neto mínimo para una persona con tus conocimientos y experiencia en la ciudad a la que quieres trasladarte. Evalúa tu situación personal: ¿te vas a mudar con una familia, tienes que pagar el alojamiento o los gastos de viaje? Además, comprueba si tu empleador cubrirá (una parte) de tu seguro médico o te tocará pagarlo a ti. No te apresures sólo porque el salario te parezca lo suficientemente bueno para el nivel del país del que vienes, ya que vivir en un lugar más grande conlleva muchos gastos. No te ablandes si tu empleador te dice que no puede pagarte adecuadamente debido a la crisis. Recuerda que tú también necesitas dinero para tu existencia.
La forma en que tu vida social se verá afectada por la mudanza depende de muchos factores. Algunos países son más amigables que otros. El transporte, el tiempo y la energía que consuma tu trabajo, las oportunidades de salir, son indicadores de tu posible vida social. Otro factor es si durante la pandemia puedes llevar a tu cónyuge o a tus hijos contigo, y cuánto tiempo hay que esperar para ello. Algunas empresas ofrecen ayuda para el visado, tanto para ti como para tu familia, y comprueba lo complicado que será el procedimiento debido a las embajadas que trabajan y los requisitos de entrada.
Las condiciones de tu contrato son otro elemento importante. De la duración de tu contrato puede depender tu estatus de visado o residencia, la posibilidad de obtener un préstamo y la planificación de las finanzas. Por eso es crucial saber durante cuánto tiempo está dispuesto a invertir el empresario en ti y si hay posibilidades de renovar el contrato, obtener una bonificación, un aumento o un ascenso. Háblalo con tu posible empleador, ya que mudarse a un nuevo país es un gran paso. Quizá quieras asegurarte de que tienes un futuro estable, sobre todo porque muchas cosas se han vuelto imprevisibles después de la pandemia.
La distancia de tu casa parece algo banal, pero no lo es. Piensa en cómo te desplazarías de tu casa al trabajo. Si realmente quieres evitar las aglomeraciones, puede que no te convenga pasar una hora de trayecto. Comprueba si puedes conseguir alojamiento en las proximidades de tu trabajo y si hay posibilidades de llegar a él en coche o en bicicleta. Mudarse a un nuevo lugar debería ser una aventura agradable, y los desplazamientos pueden arruinar todo eso si no se piensa en ello a tiempo.
La transformación digital es lo que les ocurrió a muchas empresas para adaptarse a los cierres. Algunas aprendieron la lección de que los trabajadores pueden ser tan eficientes trabajando desde casa como lo harían en la oficina. Algunos trabajadores prefieren la oportunidad de tener al menos algunos días de trabajo a distancia. Compruebe si su empresa está abierta a este tipo de sugerencias. Esto le permitirá organizar mejor su horario, pero también conocer el nivel de flexibilidad que permite la empresa.
¿Qué grado de internacionalidad tiene la empresa? Aunque una empresa dispuesta a contratarte como expatriado puede ser ya internacional, es posible que prefieras trabajar en un entorno que requiera más contacto con los lugareños, ya que te permitirá practicar el idioma. Por otro lado, una empresa que trabaje con extranjeros será más fácil de contactar y discutir cuestiones internacionales relativas a los visados, la integración en el país y la comunidad de expatriados.
La crisis ha hecho que todo el mundo sienta que encontrar un trabajo va a ser una tarea difícil. Sin embargo, depende de ti valorar tus competencias y no aceptar condiciones que no te gusten. Busca y elige bien. El hecho de que sea una crisis no significa que tus necesidades no deban ser satisfechas y que sea imposible que se te conceda una gran oportunidad internacional.