Ver el océano todos los días puede dar una sensación de paz y puede mejorar la salud y el bienestar. Vivir en la costa no sólo puede ayudar a los expatriados a ser más activos físicamente que sus homólogos del interior, sino también a reducir los niveles de estrés.
Mudarse al extranjero cerca de la costa incluye muchos beneficios como oportunidades de trabajo, abundantes recursos naturales e inmersión en la cultura, pero también puede ser un reto ya que uno puede perder un poco de su privacidad y enfrentarse a más cambios relacionados con el medio ambiente.
Cinco puntos positivos
Puede ayudarte a estar más sano
El aire fresco y la vitamina D son excelentes para mantenerse sano. Los estudios también demuestran que las personas que viven cerca de la playa suelen estar menos estresadas, ya que el aire del mar ayuda a dormir mejor. Según una entrevista de Metro con la Dra. Natasha Bijlani, psiquiatra del Hospital Priory's Roehampton de Londres, el aire del mar mejora el sueño porque suele ser más limpio y fresco, con mayores niveles de oxígeno. Además, un estudio de la Universidad de Exeter, con datos de 48 millones de adultos en Inglaterra, demostró que las personas que viven cerca de la costa experimentan menos angustia mental.
Cosas diferentes que hacer
Una palabra que describe la vida social cerca de la playa es emoción. Como expatriado que busca algo que hacer, hay un sinfín de opciones para ir de compras, cenar y entretenerse. Además, los turistas y otros expatriados pueden venir con frecuencia, por lo que siempre se mantendrá ocupado. Hay buenos restaurantes, el marisco es increíble, y suele haber muchas discotecas y bares agradables. Además, en algunos casos, la zona de la ciudad o del pueblo también puede tener cosas interesantes como museos, bibliotecas, edificios históricos que visitar y mucho más.
Grandes oportunidades de trabajo
La tendencia laboral para los expatriados que viven en ciudades costeras es diversa: turismo, restaurantes, servicio de hoteles, traducciones, guías turísticos, deportes y otras actividades relacionadas con el entretenimiento, el ocio, los niños y los blogs de viajes. Además, las ciudades costeras pueden ser un gran lugar para los autónomos, ya que disfrutan del ambiente playero mientras trabajan. Además, las zonas de playa son ricas en vegetación, agricultura, piscicultura y minerales, por lo que el comercio y la exportación son también áreas potenciales de empleo.
Potencial de inversión
Uno de los mejores lugares para rentabilizar las inversiones es la proximidad de la playa. Si se compra para alquilar, un expatriado podría invertir a través de muchas plataformas como Airbnb o en una empresa local de venta al por menor y ahorrar recursos. Sin embargo, muchas ciudades de playa tienen elevados impuestos sobre la propiedad; cuanto más cerca esté la vivienda del agua, más impuestos deberá esperar pagar. Por lo tanto, es importante hacer una investigación previa para los lugares con una tasa de impuestos más baja y hacer un plan financiero para prepararse, por lo que es crucial para ver si puede manejar los impuestos de la vivienda costera.
Cinco puntos negativos
Tiempo imprevisible
La escena habitual que se imaginan los expatriados cuando se trata de vivir cerca de la playa es probablemente una que implica sol brillante, arena caliente y olas ondulantes. Sin embargo, la playa también trae consigo fuertes lluvias que pueden ser bastante frecuentes. Las catástrofes naturales son también una preocupación para los aficionados a la playa: los huracanes y las inundaciones, por ejemplo, pueden dejar daños duraderos. Las zonas costeras pueden tener diferentes riesgos climáticos, como inundaciones, lluvias excesivas y ciclones, que también dependen de la posición geográfica.
Coste de mantenimiento
Una de las mayores preocupaciones de los expatriados interesados en mudarse a ciudades de playa es el coste de la vida. En el caso de la casa, hay que tener en cuenta la naturaleza corrosiva del agua salada, los posibles daños por inundaciones y los costosos seguros. Además, la alimentación, la educación y los planes de salud pueden ser una amenaza adicional para los bolsillos de los expatriados, dependiendo del país. Por ello, es crucial investigar a fondo los gastos de vida en el país, la región y la ciudad deseados a los que se piensa trasladar al extranjero.
Privacidad
En muchas ciudades de playa, se pueden encontrar algunos carteles de lugareños hartos que dicen a los turistas que se mantengan alejados de su ciudad y que "se vayan a casa". Esto suele deberse a que, durante el verano y las vacaciones, las zonas costeras atraen a muchos turistas, por lo que para quienes disfrutan del silencio y la vida tranquila, esto puede ser un cambio desagradable.
Contaminación del agua
Hay un uso excesivo de materiales plásticos en todas partes, pero viviendo cerca de la playa, el impacto en la naturaleza es flagrante. Esta preocupación es también para la calidad del marisco y la vida. Debido a la falta de conservación y preservación de la atmósfera natural en los océanos y a lo largo de la playa, las calamidades naturales están aumentando. El clima mundial ha cambiado drásticamente. Aunque el cambio climático se está produciendo en todas partes, la contaminación del mar es fácilmente identificable para los locales. Este deterioro es tan importante que también forma parte de la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de la Agenda 2030 de la ONU.
Animales peligrosos
Vivir en zonas costeras puede significar estar abierto a recibir animales peligrosos que habitan en torno a las zonas llenas de agua. Animales como serpientes, tiburones y cocodrilos pueden ser visitantes habituales, por mencionar algunos.