A menudo, la expatriación se entiende como una gran aventura sobre la que uno puede contar muchas historias de vuelta a casa. Sin embargo, lo cierto es que la repatriación (el regreso a casa) suele ser más difícil de lo esperado.
La tristeza de la repatriación
Poco después de repatriarse, muchas personas experimentan la tristeza de la repatriación, también conocida como "choque cultural inverso". El término describe un sentimiento de tristeza y vacío que las personas pueden experimentar tras regresar a su país de origen. A pesar de que en casa todo resulta familiar, existe una fuerte sensación de desplazamiento y de no pertenencia. Como dijo un cliente: "Volver a casa después de tantos años en el extranjero me hizo darme cuenta de que ya no soy la misma persona. Yo he cambiado, pero nada más".
A menudo, lo más difícil para los repatriados es que sienten que nadie en casa les entiende: "A veces la gente incluso se molesta cuando digo que echo de menos vivir en el extranjero. Es como si se sintieran ofendidos porque rechazo la vida que han vivido durante tanto tiempo".
Algunas personas también sienten que no pueden compartir sus pensamientos con nadie: "Ni siquiera quieren oír hablar de mi estancia en el extranjero, de lo que hice allí o de a quién he conocido".
A menudo, a los que se han quedado en casa les resulta difícil relacionarse con la experiencia del expatriado. Puede que no entiendan por qué volver a casa es tan difícil porque nunca han estado fuera durante más tiempo. Quizá también malinterpreten las dificultades de la repatriación como quejas. Otros pueden querer escuchar pero no saben cómo ayudar. En resumidas cuentas: Tener sentimientos encontrados sobre volver a vivir en casa es una parte normal de la adaptación.
El problema de volver a casa
¿Por qué es tan difícil volver a casa? ¿Cómo puede ser tan difícil volver al lugar que conoces tan bien, a la gente con la que estás tan familiarizado? Precisamente ése es el problema: la familiaridad.
La mayoría de nosotros nos trasladamos al extranjero porque buscamos lo emocionante, lo ambiguo y lo desconocido. Queremos conocer a extraños, probar nuevos platos y aprender un nuevo idioma. La novedad nos hace sentir vivos.
Al volver a casa, la sensación de novedad desaparece y, aunque cómodo, estar familiarizado con todo y con todos pronto empieza a resultar aburrido.
A menudo se idealiza el país de origen cuando se vive en el extranjero porque parece que allí todo es "fácil". Muchos expatriados visitan su país de origen una vez al año para reunirse con familiares y amigos. Esto suele ocurrir también durante los meses de verano. El breve tiempo pasado en casa transmite una impresión equivocada, y esto es lo que la gente tiene en mente al volver a casa.
7 estrategias contra la tristeza de la repatriación
Hay varias cosas que los expatriados pueden hacer para suavizar el golpe de la repatriación.
1. Prepararse para la repatriación
En cuanto sepas que vas a volver a casa, puedes empezar a organizar todo lo posible, es decir, buscar alojamiento, guardería, asuntos relacionados con la seguridad social, así como actividades de ocio.
2. Conectar con la familia y los amigos
La mayoría de los expatriados mantienen el contacto con su familia y amigos en casa, pero antes de repatriarse puede ser útil aumentar la comunicación. El mero hecho de comprobar un poco más a menudo cómo están todos en casa puede hacer que la transición sea más fácil porque ya se está al día de los acontecimientos y eventos personales.
3. Establecer una rutina
En la transición, a menudo nos falta rutina. Así que una cosa que podemos hacer al principio del proceso es pensar en cómo podría ser una rutina saludable. Incluso podría recordar los primeros meses que pasó como expatriado: ¿Qué le ayudó a asentarse en aquel momento? Quizá se apuntó a un gimnasio para asegurarse de que hacía ejercicio físico. O tal vez te apuntaste a un evento social regular, como Quiz night.
4. Hablar con otros repatriados
Recuerde que hay otras personas como usted. Hablar con otros repatriados puede ayudarte a entender cómo te sientes, porque ellos también han pasado por lo mismo. Incluso si no hay ninguno en tu entorno inmediato, existen comunidades online que te permitirán conectar con otros repatriados.
5. Gestionar las expectativas
Prepárese para que la tristeza de la repatriación le afecte una vez que la emoción inicial del regreso haya desaparecido. Estar mentalmente preparado para echar de menos el extranjero puede ayudarle a ser un poco más amable consigo mismo, por ejemplo, diciéndose que este sentimiento es una parte normal del regreso a casa.
6. Planificar el tiempo en el extranjero
Que haya vuelto a casa no significa que no pueds volver a marcharse. Puede ser divertido pensar en un nuevo destino para unas vacaciones o un viaje corto de fin de semana. De esta manera, puede tener tanto la familiaridad del hogar sin tener que perderse la emoción de viajar.
7. Considere la posibilidad de obtener ayuda profesional
En algunos casos, la repatriación puede suponer un gran reto emocional. A veces, hasta el más mínimo olor o sabor puede desencadenar un recuerdo de su país de expatriación y fuertes emociones de añoranza, tristeza y pérdida. Si siente que estas emociones están afectando significativamente a su vida diaria y le impiden hacer cosas que normalmente haría, puede considerar la posibilidad de consultar a un terapeuta para obtener apoyo profesional.