Parejas expatriadas: Por qué deberíais tener vuestros propios grupos de amigos

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Escrito por Asaël Häzaq el 15 agosto, 2024
Mudarse juntos al extranjero puede ser un reto constante. ¿Debéis quedaros en vuestra zona de confort o aventuraros a hacer nuevos amigos en el país de acogida? La segunda opción es, sin duda, la mejor. Pero, ¿es necesario compartir los mismos amigos que tu pareja? ¿Por qué es importante crear tu propio círculo social en el país de acogida?

¿Deben las parejas de expatriados compartirlo todo, incluidos los amigos?

La cuestión de las amistades puede ser delicada en una pareja. A primera vista, compartirlo todo parece la solución más sencilla. Este enfoque se convierte naturalmente en la norma en una nueva vida en el extranjero, donde la pareja sirve de ancla. Tu pareja y tú os convertís en la nueva y segura unidad familiar. Mientras te orientas en el país de acogida, desempeñas un papel crucial en la vida de tu pareja. Usted representa el país que ha dejado atrás, los recuerdos, pero también el proyecto de expatriación, el futuro y los nuevos conocidos.

Al vivir en un país extranjero, las parejas suelen compartir espontáneamente sus descubrimientos y nuevos contactos. Compañeros de trabajo, vecinos o miembros de un club deportivo pueden convertirse en amigos, a los que presentan a su pareja, integrándolos en su nueva vida cotidiana. Es comprensible que al principio las parejas se «refugien» en este círculo de amigos comunes. Recuerde que hacer amigos no es fácil, especialmente en un entorno extranjero donde las barreras culturales y/o lingüísticas pueden complicar las relaciones. La propia noción de amistad varía de una cultura a otra. Cuando uno de los miembros de la pareja consigue hacer algunos amigos, naturalmente se los presenta a su pareja.

Sin embargo, compartirlo todo puede dar lugar a un escenario de «pareja de expatriados con sus amigos», una noción peculiar, pero bastante acertada. El círculo de amigos se convierte en algo tan integral que forma parte de la identidad de la pareja expatriada.

Tener su propio círculo social le ayuda a disfrutar de su propia experiencia como expatriado

Cada experiencia de traslado internacional es única. Aunque se haya mudado en pareja, no vivirá la vida en un país extranjero de la misma manera que su pareja. Cada uno sentirá las cosas de forma diferente, en función de su personalidad y sus experiencias. La importancia que la pareja da a su círculo común de amigos es evidente, pero recordar y respetar las diferencias de cada uno es igual de crucial. Tú y tu pareja no sois la misma persona. Las razones por las que te aprecian pueden no ser las mismas por las que lo hacen tus amigos.

Además, recuerda que mudarse a un país extranjero puede cambiar las personalidades, a veces profundamente. La necesaria adaptación provoca la autorreflexión, y por eso la vida de expatriado tiende a poner a prueba una relación. Factores que son ideales para estrechar lazos también pueden crear distanciamiento.

Tener tus propios amigos evitará que pierdas tu identidad

Tener tu propio círculo de amigos te ayuda a mantener tu identidad fuera de la relación, lo que, a su vez, contribuye a protegerla. Tu amor por tu pareja no cesará porque no seas amigo de sus nuevos conocidos. Al contrario, alégrate de lo que tu pareja está construyendo en el país de acogida al margen de vuestra relación. Desarrollar tu propio círculo de amigos es vital para existir como un individuo hecho y derecho. Hablar constantemente de la «pareja» puede llevar a perder la identidad individual. Aunque existen las relaciones simbióticas, no son la única forma de «pareja». Incluso las parejas simbióticas necesitan espacio.

Construir amistades separadas basadas en contextos de socialización

Disfrutar al máximo de la vida de expatriado implica situar a la pareja en un nuevo contexto: la vida en un país extranjero, un nuevo barrio, un nuevo entorno de trabajo, nuevas actividades, etc. Cada uno de estos contextos ofrece oportunidades de socialización para cada miembro de la pareja. En cada uno de estos contextos puede desarrollarse un círculo de amigos, y estos círculos no tienen por qué fusionarse necesariamente. Muchos expatriados desarrollan círculos de amigos en función del contexto de socialización/ubicación. Un expatriado puede realizar ciertas actividades con amigos del trabajo y otras con amigos del barrio o del club.

Parejas expatriadas y círculos de amigos: Cuestión de equilibrio

Contrariamente a la creencia popular, tus amigos no tienen por qué llevarse bien con tu pareja. Por supuesto, esperas que a tus amigos les guste tu pareja, basándote en el noble principio de que si tú les gustas, también debería gustarles tu pareja. Sin embargo, ten en cuenta cómo te presentas a tus nuevos conocidos y cómo te comportas en el país de acogida. ¿Has encontrado personas con las que compartes actividades que no haces con tu pareja?

Desarrollar tu propio círculo de amigos aumentará tu confianza en ti mismo, especialmente si tiendes a dejar que tu pareja se encargue de las cosas (como el papeleo en el país de acogida, las presentaciones a los nuevos vecinos, etc.). Sin embargo, evita el extremo opuesto. Un amigo confiado no debe sustituir a su pareja. La misma precaución se aplica a los amigos con los que realizas actividades con frecuencia pero casi nunca con tu pareja. Ellos notarán rápidamente este cambio y pueden sentirse celosos de tus nuevos amigos.

Acostúmbrate a hablar regularmente de tu relación con tu vida en el país de acogida. ¿Te sientes realizado? ¿Ha conseguido existir fuera de la pareja, o experimenta la vida de expatriado únicamente a través de los ojos de su pareja? Desarrollar tu círculo social te ayudará a sentirte mejor contigo mismo y con tu relación. Todo es cuestión de equilibrio.