No son muchos los hispanohablantes expatriados en Islandia. Una de esas raras excepciones es Lupe, ecuatoriana. Esta semana nos cuenta su historia.
¿Qué te llevó a vivir a Islandia? Y ¿a qué te dedicas?
Estoy casada con islandés y decidimos venir a Islandia por un tiempo, la primera vez que vine fue en agosto del 2013, nos quedamos un año y medio, en esa época trabajé como asistente de manager en SUBWAY en la pequeña ciudad de Egilstadir. Regresamos a Ecuador mi país y nos pusimos un pequeño restaurante, lamentablemente por razones que desconocemos y que nunca nos explicaron le negaron la residencia a mi esposo y tuvimos que volver a Islandia nuevamente en el 2018. Ahora vivo en una pequeña ciudad de 1300 hab. aproximadamente llamada Reydarfjordur, trabajo en la lavandería de mis suegros, que tiene contrato con las fábricas de pescado, hoteles, compañías de limpieza y talleres.
¿Qué es lo que más te gusta de tu vida allí?
Lo que me encanta es la seguridad que tenemos aquí, la vida tranquila y relajada que se ve por ser una ciudad pequeña, también que los islandeses son excelentes personas, muy amables con el extranjero y siempre dispuestos a ayudar. Algo muy importante también que me gusta mucho es que no se ve esa desigualdad de clases como sucede en mi país.
¿Resultaron complicados los trámites para instalarte?
En mi caso, no tuve ningún problema con los trámites, confieso que la primera vez que vine tenía un poco de temor que no me dieran mi tarjeta de residencia, siempre es más complicado cuando uno es de países latinos, sin embargo, para sorpresa mía, me dieron mi tarjeta sin ninguna complicación, la 2da vez que vine fue igual que la primera vez sin ninguna dificultad, a veces es un poco molesto los exámenes médicos que debemos realizarnos, estos son prueba de tuberculina, exámenes de sangre para detectar ETS o infecciones gastrointestinales. Todos los documentos deben estar apostillados y traducidos a ingles o islandés, para los que están casados con ciudadanos islandeses los tramites son más fáciles y se tiene más beneficios, por ejemplo se puede empezar a trabajar mientras se tramita la residencia, en cambio si se es novio o solo unión de hecho no puede trabajar hasta que reciba su tarjeta de residencia y debe demostrar que puede mantenerse económicamente el tiempo que duren los trámites.
Cuéntanos un poco sobre tu día a día.
Trabajo en la lavandería de lunes a viernes de 08h00 a 15h00, cuando hace buen clima me gusta salir a caminar y tomar fotos, también con mi esposo a veces vamos a otro pueblo pequeño a tomarnos un café o simplemente damos vueltas en el auto, voy al curso de islandés 2 veces por semana, los domingos voy a misa y luego nos reunimos a tomar café y conversar un poco con los que asisten a la iglesia y los monjes capuchinos que son lo que dirigen esta parroquia.
¿Cuáles son tus pasiones?
Me encanta caminar y tomar fotos, la naturaleza en Islandia es increíble, en la ciudad que estoy vivo rodeada de montañas y cerca del mar, así que cada caminata es una aventura, cuando no puedo salir porque no hace buen tiempo me gusta mucho ver películas o leer.
¿Qué proyectos tienes para el año que empieza?
Mi principal meta este año es mejorar mi islandés, y terminar con un proyecto que tenemos en Ecuador.
¿Qué consejo darías a otros compatriotas tuyos que quieren vivir en Islandia?
Mi principal consejo sería que aprendan inglés, luego que investiguen todo sobre Islandia, que lean sobre las experiencias de otros compatriotas, conozcan bien los requisitos para vivir aquí, para Latinoamérica son diferentes que para la UE, así mismo los requisitos para esposos y convivientes de ciudadanos islandeses son distintos y que tengan presente que Islandia es un país caro, los inviernos son largos y oscuros, que hay pequeños detalles que a la larga se vuelven problemas como la gastronomía o vivir en pueblos muy pequeños que no cuentan con restaurantes o lugares de diversión y que cuando ya estén instalados aquí deben buscar un curso de islandés pues eso les ayudará a conseguir mejores trabajos.